Enfermedad de Paget

La enfermedad de Paget se produce cuando un error en el proceso normal de regeneración ósea hace que el hueso nuevo crezca más rápido de lo normal, y de este modo los huesos se debiliten y deformen. La enfermedad puede afectar cualquier hueso del cuerpo, pero tiende a afectar los huesos de la pelvis, las piernas, el cráneo y la columna.

La enfermedad de Paget rara vez se propaga de un lado a otro. Si la enfermedad está en la pelvis, es improbable que afecte la columna o el cráneo. La enfermedad de Paget generalmente "se apaga" con el tiempo, sin generar ningún dolor o daño adicional. Sin embargo, cualquier daño que la enfermedad ya haya causado es irreversible. 

Alrededor de un millón de personas en los Estados Unidos tienen enfermedad de Paget. La enfermedad es más frecuente en personas mayores y de ascendencia europea. Los hombres tienen más probabilidades de sufrir la enfermedad que las mujeres. 

Causas de la enfermedad de Paget

La causa de la enfermedad de Paget se desconoce. Los médicos creen que es una combinación de factores ambientales, como una infección, y factores genéticos.  

Síntomas de la enfermedad de Paget

La mayoría de las personas con enfermedad de Paget tienen síntomas tan leves que no saben que padecen la enfermedad. Los síntomas de la enfermedad de Paget dependen de qué huesos se vean afectados. Pueden incluir:

• Dolor
• Huesos agrandados.
• Huesos quebrados.
• Cartílago dañado en las articulaciones (artrosis).
• Nervios pinzados que provocan hormigueo o entumecimiento (si la enfermedad afecta la columna).
• Pérdida de la audición y dolores de cabeza (si la enfermedad afecta el cráneo).

Los huesos debilitados por la enfermedad de Paget pueden quebrarse más fácilmente. La enfermedad puede causar fracturas, arquear las piernas, curvar la columna o pinzar los nervios de la columna. Con el tiempo, los huesos agrandados o deformados pueden ejercer presión en las articulaciones cercanas y provocar artrosis en dichas articulaciones. En casos muy raros, la enfermedad de Paget puede convertirse en una enfermedad ósea cancerosa que puede poner en riesgo la vida. La enfermedad de Paget severa puede dañar el corazón. 

Diagnóstico de la enfermedad de Paget

Para diagnosticar la enfermedad de Paget, el médico realizará un examen físico, le preguntará sobre sus antecedentes médicos y solicitará análisis de sangre y radiografías óseas.

Tratamiento de la enfermedad de Paget

La meta del tratamiento es aliviar el dolor y desacelerar el avance de la enfermedad. Hay dos tipos de medicamentos para la enfermedad de Paget, que también se utilizan para la osteoporosis. Los bisfosfonatos son la clase de medicamentos más utilizada. Estos medicamentos ayudan a desacelerar el proceso de recambio óseo. La calcitonina puede usarse en algunos pacientes, pero no funciona también como los bisfosfonatos. Si hay daño articular y el dolor que genera es un problema, quizás sea necesario realizar una cirugía de reemplazo articular.
Hay dos tipos de médicos que son los más experimentados en el tratamiento de pacientes con enfermedad de Paget:

• Endocrinólogos, que tratan las enfermedades metabólicas.
• Reumatólogos, que tratan la artritis y otras enfermedades osteomusculares.

Según la manera en que la enfermedad afecte el cuerpo, el equipo de atención médica también puede incluir uno o más de los siguientes especialistas:

• Ortopedistas, que tratan las enfermedades óseas.
• Neurólogos, que tratan los problemas cerebrales y nerviosos.
• Otorrinolaringólogos, que tratan los problemas auditivos.

Autocuidado para la enfermedad de Paget

Participar proactivamente en el tratamiento –un proceso llamado autocontrol– es importante. Estas son algunas maneras de ayudar a controlar la enfermedad:

• Desarrollar y mantener huesos fuertes. Para mantener los huesos fuertes, debería consumir 1,200 mg de calcio y al menos 400 UI de vitamina D todos los días. Después de los 70 años, debería consumir 600 UI de vitamina D por día. Si ha tenido cálculos renales, consulte a su médico sobre la cantidad de calcio y vitamina D que debería consumir.
• Haga actividad física. El ejercicio ayuda a mantener la movilidad de las articulaciones y a fortalecer los huesos. Hable con un médico o un fisioterapeuta antes de comenzar un programa de ejercicios, para elegir los ejercicios más apropiados.