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La AR y los problemas gastrointestinales 

Los medicamentos que toma, las comorbilidades o la enfermedad en sí podrían ser la causa de sus problemas estomacales.  

Los estudios muestran que las personas con AR tienen más probabilidades de tener problemas estomacales que la población general.

El tracto gastrointestinal (GI) tiene una sección superior y otra inferior. Y la AR puede afectar a cualquiera de los dos. La investigación muestra que las personas con AR tienen aproximadamente un 70%  más de probabilidades de desarrollar un problema gastrointestinal que las personas sin AR.

Hay varios culpables. Si bien los efectos colaterales de los medicamentos son los causantes más probables, un mayor riesgo de infección o inflamación no controlada también puede ser la causa. Y, a veces, sus problemas no tienen nada que ver con la AR.

"Los síntomas GI son un tema común de conversación cuando mis pacientes vienen a hacerse un chequeo. Si bien existen varios problemas potenciales, lo más probable es que el problema digestivo sea causado por un efecto colateral del medicamento o que esté relacionado con algo completamente diferente a la AR del paciente", dice Laura Cappelli, MD, profesora asistente de Medicina en la División de Reumatología en la Universidad Johns Hopkins. "Como la AR puede afectar todo el cuerpo, es importante que los pacientes hablen con su reumatólogo sobre cualquier problema médico que estén experimentando".

Estas son algunas de las razones por las que puede tener molestias en el estómago:

1. Es un efecto colateral de su medicamento.

Los medicamentos recetados para la AR pueden hacer un gran trabajo para controlar los síntomas como el dolor y la inflamación. Pero las drogas antirreumáticas modificadoras de la enfermedad (DMARD), los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) y los corticoesteroides (prednisona) son conocidos por causar problemas digestivos, como dolor, distensión abdominal, estreñimiento y diarrea. 
 
En un estudio de 2018 del International Journal of Rheumatic Disease, se descubrió que las personas que tomaban dosis altas de metotrexato (12 mg por semana) tenían más probabilidades de experimentar reflujo y dolor abdominal que las que tomaban dosis más bajas (6 mg por semana). 
 
Las NSAID también pueden irritar el estómago. Estos medicamentos están muy relacionados con problemas del tracto gastrointestinal superior, como sangrado, úlceras e inflamación del esófago. En los últimos años, el uso más inteligente y a corto plazo de los NSAID ha ayudado a reducir la incidencia de estos problemas.  

2. Es una coincidencia. La causa es otra.

Las afecciones estomacales como la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) y el síndrome del intestino irritable (SII) pueden desarrollarse en cualquier persona y son muy comunes en personas sanas. 
 
La Dra. Cappelli dice que es importante que los pacientes y los reumatólogos no ignoren estos problemas. "Sí, nuestros pacientes tienen una enfermedad crónica. Lamentablemente, no los hace inmunes a desarrollar estos otros problemas comunes, y no significa necesariamente que sean más propensos a desarrollarlos", dice ella. 

3. Tiene una infección.

Si bien las DMARD ayudan a calmar los sistemas inmunitarios hiperactivos, también reducen la capacidad del cuerpo para combatir infecciones. Como resultado, pueden desarrollarse infecciones bacterianas como diverticulitis o colitis infecciosa dentro del tracto GI.   
 
"Estos medicamentos afectan la eficacia de la lucha contra las bacterias, por lo que los pacientes pueden terminar desarrollando infecciones más graves. Siempre nos aseguramos de que los pacientes con AR conozcan los signos y síntomas de infección y tendemos a ser más agresivos al administrarles antibióticos", dice la Dra. Cappelli. 
 
Aunque los pacientes con AR son más propensos a desarrollar estas infecciones, comenta la Dra. Cappelli, el estómago no es particularmente especial. Los pacientes tienen la misma probabilidad de desarrollar infecciones en otras partes del cuerpo, como neumonía o sinusitis. 

4. Tiene otra enfermedad simultánea.

La Dra. Cappelli estima que casi el cinco por ciento de las personas con AR tienen otra enfermedad autoinmune. Los trastornos coexistentes comunes, incluida la enfermedad intestinal inflamatoria (EII), la hepatitis autoinmune y la celiaquía, afectan directamente el tracto gastrointestinal.  
 
En un estudio de 2018 publicado en International Journal of Rheumatic Diseases, se encontró que hasta el 42% de las personas con AR en Australia desarrollan una afección de dolor musculoesquelético llamada fibromialgia. Los síntomas de la fibromialgia incluyen dolor abdominal, hinchazón, estreñimiento y diarrea. También existe un fuerte vínculo entre la fibromialgia y el SII.  
 
"Cuando los pacientes tienen una constelación de trastornos como la AR, la fibromialgia y el SII, puede ser muy difícil saber qué síntomas están relacionados con qué problema. Es importante trabajar de cerca con su médico", comenta la Dra. Cappelli. 

5. Su enfermedad está atacando el estómago.

La AR no solo afecta las articulaciones: también ataca otros órganos del cuerpo, incluidos los pulmones, los ojos y el estómago. Aproximadamente, el 5% de los pacientes desarrollarán una afección llamada vasculitis reumatoide que provoca inflamación en el tracto gastrointestinal. Las personas con AR no tratada están particularmente en riesgo. 
 
"Con los avances en el tratamiento y el diagnóstico temprano, los problemas relacionados con la AR que involucran específicamente el tracto GI son menos comunes", dice la Dra. Cappelli. "Pero es increíblemente importante recordar que todavía no tenemos una cura para la AR: es una enfermedad que puede brotar en cualquier momento, incluso aunque haya estado inactiva por un tiempo".

6. Es el estómago.

Todavía no está claro por qué algunas personas desarrollan AR y otras no. Sin embargo, una parte cada vez mayor de la investigación sugiere que el estómago, que alberga muchas bacterias beneficiosas y tejido inmunitario, puede tener algo que ver. 
 
"El tracto GI es un lugar donde hay mucha interacción entre el medio ambiente, en términos de lo que ingieres, y el sistema inmunitario. La idea es que este microbioma podría verse perturbado y estar relacionado con el desarrollo de AR u otros problemas del sistema inmunitario", dice la Dra. Cappelli. "Todavía no hay estudios a gran escala, pero es algo que nos interesa mucho seguir explorando".

Fuentes:

Craig E y Cappelli LC. Gastrointestinal and Hepatic Disease in Rheumatoid Arthritis. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5726432/  

Myasoedova E. y otros. Increased Incidence and Impact of Upper and Lower Gastrointestinal Events in Patients with Rheumatoid Arthritis in Olmsted County, Minnesota: A Longitudinal Population-based Study. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3389143/ 
 
Asai S. y otros. Influence of methotrexate on gastrointestinal symptoms in patients with rheumatoid arthritis. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30168274 
 
Gist AC y otros. Fibromyalgia remains a significant burden in rheumatoid arthritis patients in Australia.  https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28296177

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