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La artritis reumatoide y el sueño

¿Los síntomas de su AR están afectando su sueño, o sus problemas para dormir están empeorando sus síntomas? La respuesta puede ser ambas cosas.

Si la artritis reumatoide (AR) lo mantiene dando vueltas en la cama durante la noche, no es el único. A pesar de que el porcentaje exacto de pacientes con AR que experimentan problemas de sueño es difícil de precisar, más del 80% de las personas con AR reportan que la fatiga forma parte de sus síntomas. 

Por qué es importante el sueño

Los problemas de sueño pueden incrementar los niveles de hormonas del estrés y agravar los brotes, afirma Rochelle Rosian, MD y reumatóloga en la Clínica de Cleveland. Y aunque no experimente brotes, es posible que no pueda controlar su dolor de forma adecuada si no está durmiendo lo suficiente. «Cuando duerme, produce todas las sustancias químicas cerebrales necesarias para sentirse mejor. Si no descansa bien, no obtiene todas esas buenas hormonas. Debido a ello puede ser más difícil controlar su dolor».

Además de un incremento de los brotes, los pacientes con artritis reumatoide que padecen alteraciones del sueño tienden a experimentar más problemas relacionados con la depresión, la gravedad del dolor y el desempeño de las funciones diarias normales que los pacientes con AR que no padecen problemas de sueño. Además, en las etapas más profundas del sueño, el organismo libera hormonas de crecimiento para reparar pequeños desgarros musculares que se producen durante el transcurso del día. Las personas con AR que duermen de forma irregular es posible que no produzcan la suficiente cantidad de hormonas de crecimiento como para realizar las reparaciones necesarias.

La ansiedad, el estrés y el sueño

Jeffrey Fong, MD, reumatólogo de Kaiser Permanente en Northern California, atiende a dos categorías de pacientes con AR y problemas de sueño: los que han recibido un nuevo diagnóstico y aún están ajustando su medicación, y los que han vivido con AR el tiempo suficiente como para que su dolor esté controlado.

Debemos controlar el dolor de cada nuevo paciente, afirma el Dr. Fong. Pero la ansiedad generada por un nuevo diagnóstico también puede estar afectando el sueño.

Al principio, es posible que necesite más ayuda para identificar y lidiar con las fuentes de su ansiedad. «Si puedo ayudarlos a identificar esas cosas para que puedan lidiar con ellas de maneras sumamente específicas —como por ejemplo mediante modificaciones en el trabajo y cosas que puedan decirle a sus familiares—, esto, a su vez, podría ayudarlos a controlar la situación», afirma el Dr. Fong. 

Los pacientes cuya AR está controlada, afirma el Dr. Fong, pueden tener otros problemas, tales como cambios que inducen al estrés en el trabajo o en sus relaciones, o depresión o ansiedad crónicas que no han sido tratadas. En ocasiones, el hecho de darse cuenta de lo que le molesta para poder afrontarlo puede mejorar el sueño. 

Los medicamentos y el sueño

Algunos medicamentos comúnmente utilizados para tratar la AR también pueden contribuir a generar insomnio. Uno de ellos es el esteroide prednisona, el cual puede causar insomnio, agitación o depresión. Lo mejor es tomarlo a primera hora del día, según afirma el Dr. Rosian. Otro es la hidroxicloroquina (Plaquenil). Este medicamento, en ocasiones, puede provocar que las personas se sientan asustadas, nerviosas e inquietas.

Sueño fragmentado

La fragmentación del sueño —no lograr un sueño de buena calidad— se da en más de la mitad de los pacientes con AR que trata el doctor Suneel Valla. De este grupo, entre el 25% y el 40% sostiene que los trastornos del sueño están relacionados con la AR, afirma el especialista en sueño del Hospital St. Luke's de Bethlehem, Pennsylvania. El resto, según afirma, puede padecer un trastorno del sueño además de la AR, como por ejemplo, apnea del sueño o síndrome de piernas inquietas.

El Dr. Valla afirma que al diagnosticar problemas de sueño en pacientes con AR, distingue el cansancio de la somnolencia. El cansancio es un cansancio físico —sentirse agotado y no poder hacer demasiado. La somnolencia es la dificultad para mantenerse despierto durante el día. «Si se queda dormido cuando no lo desea o toma siestas imprevistas, eso sería un indicio de un trastorno primario del sueño».

Si su médico sospecha que existe un trastorno del sueño, podría prescribirle un estudio del sueño para contribuir a determinar la causa de su insomnio.

Sueño y procesamiento del dolor

Varios estudios realizados en personas con AR descubrieron que estos tienen un umbral de dolor bajo incluso cuando su inflamación estaba controlada. Además, los participantes en las investigaciones con problemas de sueño experimentaron una mayor sensibilidad al dolor que los que no tenían problemas de sueño. Estos resultados indican que la falta de sueño puede interferir en la forma en la que el sistema nervioso central procesa el dolor.

La sensibilidad al dolor y los marcadores de inflamación se incrementan cuando el sueño se interrumpe, incluso en personas que no padecen AR u otra enfermedad crónica. 

Intente descansar un poco

Una buena noche de sueño puede aliviar su dolor y mejorar su capacidad para controlarlo. Hable con su médico, coma de forma saludable, haga mucho ejercicio y mantenga prácticas de higiene del sueño adecuadas

Revisado el 3/15/22

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