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¿Una clínica para el dolor es adecuada para usted?

Obtenga más información sobre el modo en que las clínicas especializadas pueden ayudar a tratar a los pacientes con dolor crónico y brindarles las herramientas para recuperar su vida. 

El dolor de artritis crónico puede alterar todos los aspectos de la vida, desde el desempeño laboral y las tareas diarias, hasta el descanso de calidad e, incluso, las relaciones personales. Si no puede controlar el dolor a pesar del tratamiento y los hábitos de estilo de vida saludable, es posible que pueda considerar asistir a un programa de rehabilitación del dolor (PRP). 

¿Qué es una clínica para el dolor? 

Si bien las clínicas para el dolor pueden ayudar a cualquier persona con dolor crónico, las que tienen tipos inflamatorios de artritis y fibromialgia pueden ser las más beneficiadas por los PRP, dice Daniel Clauw, MD, profesor de Anestesiología en la Universidad de Michigan. 

Hay dos tipos principales de clínicas para el dolor. 

Clínicas interdisciplinarias: Son un lugar integral donde un equipo de profesionales de la salud trabaja conjuntamente para ayudar a los pacientes utilizando una serie de enfoques basados en la evidencia. Los programas que utilizan un enfoque interdisciplinario son los mejores, dice Clauw, y pueden incluir fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, psicólogos, dietistas, enfermeros, médicos y otros proveedores de atención médica.   

Clínicas de bloqueos: Ofrecen procedimientos como inyecciones y bloqueos de nervios. Estos procedimientos suelen ser realizados por un anestesista, con mayor frecuencia para problemas específicos como dolor lumbar o de cuello. Pero a menos que su médico lo derive a este tipo de proveedor, Clauw no recomienda las clínicas de bloqueos. 

Qué esperar 

El objetivo no es una solución rápida, ni tampoco la eliminación total del dolor. El objetivo de las clínicas es restablecer la función y mejorar la calidad de vida enseñando habilidades de afrontamiento físicas, emocionales y mentales para controlar el dolor.    

Los pacientes por lo general asisten a sesiones todo el día o la mayor parte de este durante varias semanas en forma ambulatoria. Otros programas pueden durar más tiempo, pero la asistencia es a medio tiempo. 

Un día típico en un PRP podría incluir: 

  • Una hora de fisioterapia, que se concentra en mejorar el movimiento. 

  • Una hora de terapia ocupacional, que se concentra en mejorar la capacidad para realizar las actividades diarias. 

  • Varias horas de clases de educación sobre el dolor que en las que se enseña cómo actúa el dolor crónico. 

  • Una hora de relajación y terapia de mente/cuerpo. 

Otras técnicas de control del dolor  

Los pacientes también aprenden otras técnicas para controlar el dolor, incluidas las imágenes guiadas, entrenamiento de la respiración y técnicas de relajación 

Las clínicas también proporcionan terapia conductual cognitiva, que enseña habilidades para la resolución de problemas y ayuda a los pacientes romper el ciclo de dolor, estrés y depresión al modificar sus respuestas mentales al dolor. Este tipo de terapia puede ser particularmente útil para las personas con fibromialgia. 

Asistir a una clínica para el dolor también proporciona el apoyo y la validación que supone estar rodeado de personas que se enfrentan a problemas de dolor similares. Asimismo, los PRP pueden educar a los miembros de la familia sobre el dolor y las mejores maneras de brindar apoyo a sus seres queridos mientras controlan sus efectos. 

¿Qué sucede con los medicamentos? 

Los medicamentos no son automáticamente parte de un plan de tratamiento. De hecho, algunos PRP requieren que los pacientes acepten ir disminuyendo los opioides. "Los analgésicos en un paciente con dolor crónico pueden en realidad empeorar el dolor", dice Jeannie Sperry, PhD, copresidenta de Adicciones, Trasplantes y Dolor en Mayo School of Medicine en Rochester, Minnesota. "Hacen que el cerebro sea más sensible al dolor, por lo que las personas experimenta niveles cada vez más altos". 

Algunas clínicas también reducen progresivamente los medicamentos para dormir y para la ansiedad y los relajantes musculares. Muchos pacientes comienzan a tomar estos medicamentos para tratar los efectos colaterales de los opioides, como la alteración del sueño, la sedación, la agitación, las náuseas y los problemas sexuales. Pero cuando los pacientes disminuyen progresivamente los opioides, la necesidad de otros medicamentos puede disminuir. 

El movimiento es clave 

El movimiento ayuda a reducir el dolor; por lo tanto, hacer que las personas estén físicamente activas es uno de los objetivos principales de las clínicas para el dolor. Mantenerse activas es especialmente importante para las personas con artritis, dice Clauw. "Si no siguen moviendo sus articulaciones, pueden desarrollar contracturas, el acortamiento y endurecimiento de los músculos y otros tejidos, que limitan la amplitud de movimiento", señala. Además de enseñarles a los pacientes sobre los beneficios del ejercicio, las sesiones regulares de fisioterapia y terapia ocupacional en los PRP pueden ayudar enormemente con el dolor y la mejora funcional.     

Cómo buscar una clínica 

Los mejores PRP generalmente están asociados con centros médicos académicos, como los de Mayo Clinic, Cleveland Clinic y Johns Hopkins, señala Sperry. Pueden informarle los resultados de sus programas y suelen tener proveedores asociados a instituciones de investigación. 

Para buscar una clínica cercana, consulte si su estado tiene una filial de la American Chronic Pain Association, que puede brindarle orientación. La American Pain Society tiene una lista en su sitio web de "centros clínicos" que han obtenido premios de la sociedad. 

Los resultados que se obtienen al asistir a una clínica para el dolor suelen durar. La clínica de Sperry hace mediciones de los pacientes cunado ingresan, cuando se van y seis meses más tarde. Estos pacientes continúan teniendo una mejora significativa del estado de ánimo, la calidad de vida y los resultados físicos, dice. 

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