Consejos para controlar un brote de artritis

Cuando los síntomas de la artritis se exacerban repentinamente a 11 de 10, usted sabe que está experimentando un brote. Esta exacerbación inesperada de su enfermedad puede durar días o incluso semanas. Sus síntomas se amplifican y queda agotado por el esfuerzo de levantar la cabeza de la almohada por la mañana. Pero con una planificación y cuidados adecuados, podrá lograr controlar estos síntomas.

Su reumatólogo es su principal colaborador en el tratamiento de la artritis. Juntos podrán establecer un plan para mantener su enfermedad bajo control y sus síntomas a raya. Pero cuando se produce un brote, los tratamientos prescritos pueden no ser suficientes. Hable con su médico sobre un plan de acción en caso de que se produzca un brote, como por ejemplo, efectuar ajustes en sus medicamentos de forma temporal o añadir un medicamento para tratar los síntomas agudos.

Desafortunadamente, los brotes no tienen en cuenta sus obligaciones en casa o en el trabajo. Pueden atacar en cualquier momento, por lo que es igualmente importante contar con un plan para implementar en su hogar. Reserve unos cuantos días de licencia para cuando necesite utilizarlos. O vea si puede efectuar ajustes en su horario para trabajar horas reducidas o alternando horarios. Puede hacer lo mismo en su hogar. Asegúrese de que los miembros de su familia sepan qué responsabilidades deben asumir para que pueda tener un descanso.

Los brotes a veces pueden ser «predecibles». Por ejemplo, un día se excede con las tareas y al día siguiente acaba con las articulaciones hinchadas y rígidas. En otras ocasiones, parece que atacan sin previo aviso al aumentar la inflamación. Preste atención a los primeros signos de alerta, como por ejemplo, un dolor sordo en las manos o una somnolencia diurna que dura días. Abordar el brote lo antes posible es clave para poder controlarlo.

Tener una enfermedad autoinmune, y tratar la afección con medicamentos modificadores de la enfermedad, debilita las defensas contra virus y bacterias. Debido a ello, es más probable que contraiga una infección, la cual podría desencadenar un brote de artritis. Póngase al día con sus vacunas. Pero no olvide lavarse las manos con frecuencia y evite el contacto cercano o compartir alimentos y bebidas con personas enfermas.

Pregunte a cualquier persona con artritis y se lo dirá: lo mejor que puede hacer por su artritis es continuar moviéndose. No obstante, cuando esté experimentando un brote, a veces lo mejor que puede hacer por su artritis es descansar y permitir que su cuerpo se recargue. Hallar el equilibrio entre la actividad y el descanso es especialmente importante durante un brote.

Es normal estar hiperconcentrado en su cuerpo cuando experimenta un brote. Pero también es importante cuidar su salud emocional. Permitir que la ansiedad y el estrés se acumulen puede empeorar la inflamación y dar lugar a la depresión, la cual también está relacionada con la inflamación. Encuentre salidas para un alivio continuo del estrés y busque ayuda profesional cuando sus emociones se vuelvan demasiado abrumadoras como para manejarlas por su cuenta.

Darse un respiro y descansar no significa dejar de moverse. No desea que sus articulaciones se vuelvan rígidas. Muévalas con la mayor amplitud de movimiento posible. Puede hacer algo tan sencillo como subir y bajar las piernas lentamente mientras permanece cómodamente sentado. Solo asegúrese de ir a su ritmo y no exagerar. Si algo le causa más dolor, deténgase inmediatamente.

Las compresas calientes y frías pueden ayudar a aliviar el dolor de un brote de artritis. El calor alivia el dolor articular al aumentar el flujo sanguíneo hacia la zona dolorida y relajar los músculos. El frío alivia la inflamación al contraer los vasos sanguíneos. Este disminuye el dolor, ya que las sensaciones de frío viajan a lo largo de grandes fibras nerviosas y ayuda a interrumpir las sensaciones de dolor. Ambos tratamientos deben realizarse durante no más de 15 minutos por vez, de dos a cuatro veces al día.

Las técnicas de meditación y visualización pueden ayudarlo a aliviar tanto su mente como su cuerpo. Cuando practique estos métodos de relajación o de distracción de la mente, puede que no reduzcan directamente su dolor, pero pueden minimizar el estrés, lo cual indirectamente aliviará su dolor. Estas técnicas funcionan mejor cuando las lleva a cabo de forma regular, así que intente incorporarlas a su régimen de ejercicio semanal.

Una de las mejores formas de obtener ayuda es pedirla. Pero a veces es lo más difícil de hacer. Tenga en cuenta que sus amigos y familiares querrán ayudar. Antes de que se produzca un brote, dígale a sus seres queridos cómo este puede afectarlo y hágales saber formas en las que podrían ayudar. Otras fuentes de ayuda pueden incluir la iglesia a la que asiste o un grupo de conexión con personas que tienen artritis. Encuentre los próximos eventos aquí.

Numerosos estudios demuestran que los malos hábitos de sueño no solo pueden empeorar el dolor, sino que también pueden aumentar la inflamación. Tanto si tiene problemas para conciliar el sueño, como para mantenerse dormido o lucha contra la somnolencia diurna crónica, algunos sencillos consejos podrían ayudarlo. Duerma respetando un horario regular, evite la cafeína antes de acostarse, duerma en una habitación fresca y oscura y apague los dispositivos electrónicos al menos una hora antes de acostarse.