Dieta mediterránea para la artrosis
Obtenga más información sobre cómo adoptar una dieta mediterránea puede ayudar al cuerpo a controlar la inflamación en personas con artrosis y otras enfermedades.
Lo que usted come puede tener un impacto positivo o negativo en los síntomas de artritis. Los estudios sugieren que seguir una dieta mediterránea puede reducir la inflamación en personas con artrosis y proteger del aumento de peso, el riesgo de fracturas y la discapacidad.
¿Qué es la dieta mediterránea?
La dieta hace hincapié en frutas y vegetales de cultivo local, grasas saludables como el aceite de oliva y los frutos secos, granos integrales y algunos pescados, yogur y vino tinto. Se trata de la manera en que las personas en Grecia y el sur de Italia se han alimentado por siglos, y se le atribuye su larga vida y los bajos índices de diabetes, obesidad, enfermedad cardíaca y demencia.
Cómo reducir la inflamación
El poder de la dieta mediterránea para combatir las enfermedades proviene de su capacidad para regular la inflamación al concentrarse en alimentos antiinflamatorios (bayas, pescado, aceite de oliva) y excluir o limitar los proinflamatorios (carne roja, azúcar y la mayoría de los lácteos). Actualmente se sabe que la artrosis tiene un componente inflamatorio, por lo que esta forma de alimentarse puede suponer una mejora real del dolor articular, dice Michelle Babb, MS, RD, educadora en nutrición de Seattle.
"Hay una variedad de alimentos de la dieta mediterránea que tienen alto contenido de fibra, betacaroteno, magnesio y omega-3, que se ha determinado que reducen activamente los marcadores de inflamación en estudios en seres humanos. He tenido pacientes [con artritis] que han podido discontinuar el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) por la transición a una dieta mediterránea. Algunos incluso han referido una diferencia notable en el dolor en la primera semana", dice.
Las investigaciones respaldan esto. Un estudio de 2015 publicado en Arthritis informó que los pacientes con artrosis tuvieron una reducción significativa del dolor solo dos semanas después de cambiar a una dieta de origen vegetal. Los pacientes del estudio también perdieron peso sin contar calorías ni limitar las porciones. La pérdida de peso, de hecho, es una de las consecuencias no intencionadas de la dieta de estilo mediterráneo. Muchos estudios han hallado que las personas que la siguen se deshacen de las libras no deseadas. Cada libra de peso que se pierde quita cuatro libras de presión en las articulaciones sobrecargadas. Y debido a que la grasa produce citoquinas inflamatorias, la inflamación se reduce también.
Cómo desacelerar la evolución de la enfermedad
¿Quién no querría aliviar el dolor de las articulaciones y bajar algunas libras mientras disfruta de una trucha con costra de almendras, espárragos grillados en aceite de oliva y una copa de vino tinto?
Incluso a largo plazo, es posible que una dieta antiinflamatoria ayude a desacelerar la evolución de la enfermedad. Las investigaciones han demostrado que ciertos alimentos no solo reducen la inflamación a corto plazo, sino que realmente cambian la expresión de los genes proinflamatorios y de las células inmunitarias que pueden provocar enfermedades.
Un estudio a gran escala publicado en 2016 en la revista europea Clinical Nutrition utilizó la fragilidad (definida como baja energía, dificultad para levantarse de una silla y pérdida de masa muscular) como sustituto de la evolución de la enfermedad. Después de hacer el seguimiento durante ocho años de 4,000 pacientes que tenían artrosis o tenían alto riesgo de padecer esta enfermedad, los investigadores hallaron que los participantes que seguían una dieta típica estadounidense tenían el doble de probabilidades de volverse frágiles en comparación con los que seguían un plan de alimentación de estilo mediterráneo.
En un estudio diferente publicado en 2016 en American Society for Nutrition, el mismo equipo de investigación informó que una dieta mediterránea o antiinflamatoria conducía a la pérdida saludable de peso, menores índices de diabetes, enfermedad cardíaca y fracturas así como a menos dolor relacionado con la artritis, discapacidad y depresión y a una mejor calidad de vida en general.
También hallaron que la dieta mediterránea podría influir si alguien desarrollaría artrosis de rodilla. Los investigadores hicieron un seguimiento de las dietas de más de 4,000 pacientes y descubrieron que cuanto más seguían la dieta los participantes, menos probabilidades tenían de desarrollar problemas articulares. Curiosamente, cuando analizaron el efecto de los alimentos individuales sobre la artrosis, solo los granos integrales se asociaron con la reducción del riesgo de artrosis.
¿Qué es la dieta mediterránea?
La dieta hace hincapié en frutas y vegetales de cultivo local, grasas saludables como el aceite de oliva y los frutos secos, granos integrales y algunos pescados, yogur y vino tinto. Se trata de la manera en que las personas en Grecia y el sur de Italia se han alimentado por siglos, y se le atribuye su larga vida y los bajos índices de diabetes, obesidad, enfermedad cardíaca y demencia.
Cómo reducir la inflamación
El poder de la dieta mediterránea para combatir las enfermedades proviene de su capacidad para regular la inflamación al concentrarse en alimentos antiinflamatorios (bayas, pescado, aceite de oliva) y excluir o limitar los proinflamatorios (carne roja, azúcar y la mayoría de los lácteos). Actualmente se sabe que la artrosis tiene un componente inflamatorio, por lo que esta forma de alimentarse puede suponer una mejora real del dolor articular, dice Michelle Babb, MS, RD, educadora en nutrición de Seattle.
"Hay una variedad de alimentos de la dieta mediterránea que tienen alto contenido de fibra, betacaroteno, magnesio y omega-3, que se ha determinado que reducen activamente los marcadores de inflamación en estudios en seres humanos. He tenido pacientes [con artritis] que han podido discontinuar el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) por la transición a una dieta mediterránea. Algunos incluso han referido una diferencia notable en el dolor en la primera semana", dice.
Las investigaciones respaldan esto. Un estudio de 2015 publicado en Arthritis informó que los pacientes con artrosis tuvieron una reducción significativa del dolor solo dos semanas después de cambiar a una dieta de origen vegetal. Los pacientes del estudio también perdieron peso sin contar calorías ni limitar las porciones. La pérdida de peso, de hecho, es una de las consecuencias no intencionadas de la dieta de estilo mediterráneo. Muchos estudios han hallado que las personas que la siguen se deshacen de las libras no deseadas. Cada libra de peso que se pierde quita cuatro libras de presión en las articulaciones sobrecargadas. Y debido a que la grasa produce citoquinas inflamatorias, la inflamación se reduce también.
Cómo desacelerar la evolución de la enfermedad
¿Quién no querría aliviar el dolor de las articulaciones y bajar algunas libras mientras disfruta de una trucha con costra de almendras, espárragos grillados en aceite de oliva y una copa de vino tinto?
Incluso a largo plazo, es posible que una dieta antiinflamatoria ayude a desacelerar la evolución de la enfermedad. Las investigaciones han demostrado que ciertos alimentos no solo reducen la inflamación a corto plazo, sino que realmente cambian la expresión de los genes proinflamatorios y de las células inmunitarias que pueden provocar enfermedades.
Un estudio a gran escala publicado en 2016 en la revista europea Clinical Nutrition utilizó la fragilidad (definida como baja energía, dificultad para levantarse de una silla y pérdida de masa muscular) como sustituto de la evolución de la enfermedad. Después de hacer el seguimiento durante ocho años de 4,000 pacientes que tenían artrosis o tenían alto riesgo de padecer esta enfermedad, los investigadores hallaron que los participantes que seguían una dieta típica estadounidense tenían el doble de probabilidades de volverse frágiles en comparación con los que seguían un plan de alimentación de estilo mediterráneo.
En un estudio diferente publicado en 2016 en American Society for Nutrition, el mismo equipo de investigación informó que una dieta mediterránea o antiinflamatoria conducía a la pérdida saludable de peso, menores índices de diabetes, enfermedad cardíaca y fracturas así como a menos dolor relacionado con la artritis, discapacidad y depresión y a una mejor calidad de vida en general.
También hallaron que la dieta mediterránea podría influir si alguien desarrollaría artrosis de rodilla. Los investigadores hicieron un seguimiento de las dietas de más de 4,000 pacientes y descubrieron que cuanto más seguían la dieta los participantes, menos probabilidades tenían de desarrollar problemas articulares. Curiosamente, cuando analizaron el efecto de los alimentos individuales sobre la artrosis, solo los granos integrales se asociaron con la reducción del riesgo de artrosis.
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