ITIS: una dieta mediterránea sobrecargada para la artritis reumatoide
Un nuevo enfoque de una dieta popular muestra un efecto positivo en el microbioma, un actor clave en la gravedad y los resultados de la artritis inflamatoria.
Por Linda Rath
Las dietas adquieren y pierden popularidad, pero la dieta mediterránea ha resistido el paso del tiempo. Décadas de investigación han demostrado que una combinación basada en vegetales, incluidos vegetales, frutas, legumbres, aceite de oliva, pescado y granos integrales, puede mejorar o prevenir muchas enfermedades crónicas, entre ellas la enfermedad cardíaca, la diabetes tipo 2 y la artritis.
Los científicos atribuyen los beneficios de la dieta en parte a su efecto positivo sobre el microbioma, el rico ecosistema de microbios, o microorganismos, que habitan nuestros cuerpos, especialmente el intestino.
Lo que usted come puede promover o inhibir la proliferación de ciertos tipos de bacterias intestinales, aumentar o reducir la diversidad general e influir en los metabolitos que producen los microbios, que son actores claves en la activación de la inflamación. Un microbioma poco saludable -menos diverso y desequilibrado- se asocia a enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide (AR) en personas susceptibles.
Dieta mediterránea 2.0
"Sabemos que la dieta mediterránea es buena para los pacientes con artritis reumatoide", dice Monica Guma, MD, reumatóloga e investigadora en la Universidad de California, San Diego. "Pero podría existir algo mejor". Se refiere a lo que ella denomina la dieta ITIS. Es la dieta mediterránea sobrecargada de alimentos y hierbas antiinflamatorios que pueden mejorar la salud intestinal y los síntomas de artritis.
Ella y sus colegas dedicaron un año a diseñar la dieta. En cuatro etapas diferentes, consultaron a pacientes para asegurarse de que la dieta fuera asequible y que pudieran seguirla durante las dos semanas del estudio. Hicieron algunos cambios según la necesidad.
La dieta incluye muchas cosas que la dieta mediterránea estándar no incluye, entre otras:
- Una bebida verde casera (vegetales verdes y frutas) todas las mañanas
- Pescado azul, como sardinas, salmón o atún al menos dos veces por semana
- Un alto consumo diario de ácidos grasos monoinsaturados (MUFA) del aguacate, los frutos secos, las semillas de sésamo o la mantequilla de sésamo (tahini)
- Semillas de chía y aceite de linaza a diario
- Yogur sin endulzar y miso, una pasta de soya fermentada
- Frutas con alto contenido de enzimas, como piña y papaya
- Té verde a diario
- Cúrcuma (utilizada con pimienta negra para mejor absorción) y jengibre
También excluye algunas cosas permitidas por la dieta mediterránea:
- Harina de trigo y gluten
- Tomates, papas y berenjenas, que pueden empeorar los síntomas de artritis en algunas personas
- Sal
- Combinar proteínas con granos (espaguetis y albóndigas, por ejemplo)
La carne roja, el azúcar, los refrescos y los alimentos procesados o rápidos están prohibidos tanto en la dieta mediterránea como en la ITIS.
Resultados del estudio sobre la dieta ITIS
Veintidós pacientes muy motivados con diagnóstico médico de artritis reumatoide siguieron la dieta ITIS durante dos semanas. Continuaron tomando medicamentos recetados durante el estudio. La mitad experimentó una mejoría del 50 % en el dolor y la hinchazón, así como en medidas subjetivas como fatiga, por lo general en tres o cuatro días. Algunos pacientes entraron en remisión completa.
"Mejoraron realmente rápido" dice la Dra. Guma.
¿Qué sucede con el 50 % de los pacientes que no respondieron? La Dra. Guma dice que todos se sintieron mejor, tuvieron más energía y menos fatiga. Pero no está claro por qué algunos no tuvieron menos dolor e hinchazón también.
La Dra. Guma dice que los pacientes que tuvieron una mayor mejoría tenían una mejor dieta y diversidad microbiana para empezar. Es posible que los demás necesitaran más tiempo. También es posible que un subgrupo de personas no responda nunca debido a ciertas condiciones que impiden que el microbioma cambie tan rápido o tanto. Esto es especialmente cierto si el microbioma se ve afectado en las primeras etapas de la vida. El parto por cesárea, por ejemplo, impide que los bebés adquieran microorganismos saludables en el canal de parto. Los antibióticos en los bebés y niños pueden acabar con la mayoría de las bacterias intestinales, que quizá nunca se repueblen por completo de forma saludable. Muchos otros factores influyen en la salud intestinal también, incluidos el estrés, el trauma o una mala alimentación durante la niñez.
A pesar del notable éxito de la dieta para algunas personas, la Dra. Guma hace hincapié en que no sugiere que pueda reemplazar los medicamentos para la artritis.
"Muchos pacientes necesitan medicamentos para desacelerar la enfermedad fuera de control. Pero la dieta puede complementar la atención médica regular: puede reducir la necesidad de antiinflamatorios no esteroideos y otros medicamentos y puede hacer que sea posible ir disminuyéndolos en algún momento".
El estudio tiene varias limitaciones importantes: no hubo grupo de control para hacer una comparación. Tampoco es posible saber si la dieta ITIS tiene beneficios a largo plazo. En estudios de la dieta mediterránea, los beneficios desaparecieron cuando las personas dejaron de seguirla.
La Dra. Guma planea realizar estudios más largos con más participantes que trabajarán en estrecha colaboración con dietistas.
"Las personas suelen querer cambiar sus hábitos, pero es difícil cambiarlos todos al mismo tiempo", dice. "Este fue un ensayo corto solo para ver si las personas podían seguir la dieta. Alrededor del 80 % de los participantes dijeron que era fácil hacer estos cambios alimenticios. Algunos siguen la dieta por su cuenta, pero habrá momentos en que no lo hagan. Solo les decimos que hagan lo mejor que puedan".
Para conocer más y obtener un menú de la dieta ITIS, descargue el libro electrónico The Benefits of Good Gut Health y escuche el pódcast Live Yes! With Arthritis: Microbiome, Gut Health & Arthritis.