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Probióticos y artritis

Conozca cómo las "bacterias buenas" pueden ayudar a reducir la inflamación. 

Por Jodi Helmer

Los anuncios y los artículos sobre los probióticos parecen estar en todas partes.  A estas llamadas "bacterias buenas", levaduras u otros microorganismos vivos presentes en los alimentos o en los suplementos se les atribuyen beneficios para la salud, incluso para la artritis. Los probióticos se encuentran o se agregan a los alimentos como yogur, kéfir, chucrut, tempeh, kimchi y kombucha, y los suplementos alimenticios probióticos están disponibles en cápsulas, polvo, pastillas y otras formulaciones.

Aspectos básicos de los probióticos 
Se piensa que los probióticos promueven la salud al dar un impulso a las bacterias buenas que viven en el intestino (la llamada microbiota intestinal). De hecho, algunas de las bacterias que están presentes en nuestros organismos también están disponibles en alimentos o suplementos probióticos, incluidas ciertas cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium.

Cada persona tiene una colección única de microbios que habita en su cuerpo (en el intestino, en la piel y en la boca, por ejemplo). Estas comunidades se ven alteradas con el tiempo por la dieta, el ambiente, los medicamentos y las experiencias. Ahora, los científicos están aprendiendo que también pueden afectar muchos aspectos de nuestro funcionamiento.

Los probióticos y su salud
"Cada vez se reconoce más que los microbios intestinales desempeñan un papel más importante en nuestra salud de lo que se pensaba", explica Katherine Zeratsky, dietista certificada de Mayo Clinic. "Todas las bacterias beneficiosas ayudan a mantener bajo control a las bacterias malas, y eso es bueno para su salud en general".

Los investigadores están descubriendo que la microbiota intestinal es crucial para nuestra propia supervivencia, por ejemplo al ayudar a nuestro sistema inmunitario a decidir si algo es amigo o enemigo, y al ayudar a nuestro aparato digestivo a extraer nutrientes importantes. Algunos de estos microorganismos son buenos, algunos malos, otros parecen ser neutrales, y algunos son tanto buenos como malos, según el contexto.

"Existe una relación íntima entre [la microbiota intestinal] y la enfermedad", explica Jeremy P. Burton, PhD, profesor adjunto en el Centro Canadiense para el Microbioma Humano y los Probióticos. "Cada vez que hay una enfermedad crónica que afecta el tubo intestinal, incluidos [tipos autoinmunes de] artritis, existe la posibilidad de tratarla con probióticos".

Los probióticos parecen actuar de tres maneras principales:
•    Manteniendo un equilibrio entre las bacterias "buenas" y las "malas" en su organismo
•    Reduciendo las bacterias malas que causan infecciones y enfermedades
•    Reponiendo las bacterias buenas que se pierden (después de una enfermedad o un tratamiento con antibióticos)

También existe evidencia de que el Lactobacillus y el Bifidobacterium, dos de los probióticos más populares, podrían ayudar al organismo de diversas maneras, como por ejemplo: 
  • Acelerando el tratamiento de ciertas infecciones intestinales 
  • Ayudando a reducir los gases y la hinchazón
  •  Previniendo resfríos y gripes o reduciendo su gravedad
  • Mejorando la presión arterial
  • Aliviando los síntomas de las enfermedades intestinales inflamatorias, incluida la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa

Los probióticos y su artritis
Si tiene un tipo inflamatorio de artritis, los probióticos pueden ser especialmente importantes. Las bacterias beneficiosas parecen tener un impacto en la inflamación, al reducir los biomarcadores comunes de inflamación, incluida la proteína C reactiva (PCR).

"Se ha demostrado que las personas con artritis inflamatoria también tienen inflamación del tubo intestinal, lo que da por resultado un aumento de la permeabilidad intestinal", señala la nutricionista y dietista certificada Sonya Angelone, consultora en Nutrición y portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética. Esto permite que determinadas bacterias atraviesen la barrera intestinal, lleguen al torrente circulatorio y desencadenen una respuesta inflamatoria. Los probióticos pueden ayudar a reducir la inflamación asociada con el aumento de la permeabilidad intestinal, señala.
"Una dieta saludable ayuda a mantener la barrera intestinal fuerte y el sistema inmunitario en condiciones óptimas para luchar", agrega Angelone. "Los alimentos saludables y los suplementos probióticos pueden actuar juntos para mantener las articulaciones saludables y mantener el resto del cuerpo fuerte".

En un estudio de 2014 publicado en la revista Nutrition, 46 pacientes con artritis reumatoide (AR) fueron divididos en dos grupos. Un grupo recibió suplementos diarios que contenían Lactobacilluscasei y el otro grupo recibió un placebo. Después de un período de ocho semanas, varios marcadores de inflamación fueron significativamente menores en el grupo que recibió probióticos, lo que llevó a los investigadores a indicar que, aunque eran necesarios más estudios para confirmar los resultados, el uso de probióticos puede ser un tratamiento complementario para pacientes con AR.

Otro estudio de 2012 publicado en la revista con revisión científica de pares PLOS One, halló que podrían estudiarse las bacterias intestinales en ratones para determinar qué animales eran más susceptibles a desarrollar AR y artritis inducida por colágeno (el equivalente a la artrosis en ratones). Esto llevó a los investigadores a afirmar que el microbioma intestinal podría ser un indicador potencial de la susceptibilidad a la artritis.

Cómo elegir los probióticos
Los probióticos y sus posibles efectos en determinados problemas de salud aún no se conocen bien. Es más, Burton advierte que los suplementos no están bien regulados, lo que significa que no hay garantía de que contengan las mismas cepas de probióticos cuya efectividad se ha comprobado clínicamente. Un informe reciente de ConsumerLab.com halló que el 30 % de los suplementos probióticos no contenían las cantidades de organismos útiles indicados en sus etiquetas.

"No hay una guía real para los consumidores con respecto a los suplementos probióticos", dice Burton. "Se debería investigar la cepa y la dosis y compararla con la investigación clínica para saber si funcionará, pero la mayoría de los consumidores no se toman el tiempo para hacerlo, por lo tanto, hay mucha prueba y error". Busque suplementos con la etiqueta de USP, que indica que un tercero independiente ha verificado los ingredientes, y pregunte a su médico antes de comenzar a tomar cualquier suplemento; pueden interactuar con sus medicamentos o producir otros efectos no deseados. Su médico también puede brindarle orientación sobre la mejor manera de tomarlos.
 

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