Suplementos pupulares para la artritis: lo que debe saber 

Varios suplementos nutricionales han demostrado ser prometedores para aliviar el dolor, la rigidez y otros síntomas de artritis. La glucosamina y la condroitina, los ácidos grasos omega-3 y la curcumina solo son algunos de los productos naturales que los investigadores han estudiado para la artrosis y la artritis reumatoide (AR).  

Algunos de estos remedios naturales pueden ofrecer un alivio a los síntomas de la artritis, especialmente en quienes los usan en combinación con los tratamientos tradicionales. Aquí está la evidencia sobre algunos de los suplementos más populares que se utilizan para tratar la artritis y su funcionamiento. 

Glucosamina y condroitina  

La glucosamina y la condroitina son dos de los suplementos utilizados más habitualmente para la artritis. Son componentes del cartílago, la sustancia que amortigua las articulaciones. 

La investigación sobre estos suplementos ha sido variada, en parte porque los estudios han utilizado distintos diseños y tipos de suplementos. Un gran estudio de los Institutos Nacionales de Salud llamado ensayo GAIT comparó la glucosamina y la condroitina, solas o combinadas, con un NSAID y un tratamiento inactivo (placebo) en personas con artrosis. La glucosamina mejoró síntomas como el dolor y la función, pero no fueron mucho mejor que un placebo. No obstante, un ensayo internacional de 2016 halló que la combinación puede ser igual de efectiva que el NSAID celecoxib para reducir el dolor, la rigidez y la hinchazón en la artrosis de rodilla. 

Los estudios también difirieron en cuanto a qué forma de los suplementos es más efectiva. Algunas evidencias sugieren que el sulfato de glucosamina es mejor. Otros determinan que el clorhidrato de glucosamina es más efectivo. Un estudio que se hizo una comparación directa de ambas formas demostró que ofrecen un alivio equivalente del dolor. Los investigadores de la Mayo Clinic sostienen que la evidencia respalda probar el sulfato de glucosamina -no el clorhidrato- con o sin condroitín sulfato para la artrosis de rodilla.  

Aceite de pescado 

Los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 que se encuentran en el pescado tienen fuertes propiedades antiinflamatorias. "Las grasas omega-3 parecen funcionar mejor para la artritis reumatoide que para la artrosis, seguramente porque la artritis reumatoide es ocasionada principalmente por la inflamación", dice Chris D'Adamo, PhD, director de Investigación y Educación del School of Medicine Center de la University of Maryland.  

Una revisión sistemática de estudios realizada en 2017 halló que los suplementos de omega-3 redujeron el dolor articular, la rigidez y la hinchazón en la AR. Tomar estos suplementos podría ayudar a algunas personas a bajar el uso de analgésicos y evitar sus efectos colaterales. "En los casos leves de artritis, puede ser mejor optar por los suplementos antes de acudir al ibuprofeno", dice Farshad Fani Marvasti, MD, MPH, director de Salud Pública, Prevención y Promoción de la Salud en la University of Arizona. Los omega-3 tienen el beneficio agregado de proteger contra la enfermedad cardíaca y la demencia, explica. 

Las fuentes vegetales, como las semillas de lino y chia, también contienen omega-3, pero en la forma de ácido alfa-linolénico (ALA) de cadena corta. "Son los ácidos grasos omega-3 de cadena larga —ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA)—los que tienen la mayoría de los beneficios" dice D'Adamo. Cuando compre aceite de pescado, asegúrese de que el suplemento indique el contenido de EPA y DHA y de tomar por lo menos un gramo de cada uno (EPA y DHA), agrega. Los veganos pueden recibir estos omega-3 en suplementos con algas. 

SAM-e 

La S-adenosilmetionina (SAM-e) es un compuesto natural del organismo que posee efectos antiinflamatorios, protectores del cartílago y analgésicos. En los estudios resultó ser igual de buena para aliviar el dolor de la artrosis que los NSAID como el ibuprofeno y el celecoxib, sin los efectos colaterales de estos últimos. 

La SAM-e también tiene una ventaja extra. "El suplemento alcanza su utilidad máxima cuando también tienes depresión, porque tiene un efecto antidepresivo leve a moderado", dice Marvasti. 

La dosis típica de SAMe son 1,200 mg diarios. Si planea probar este suplemento, sea paciente. "Lleva unas pocas semanas ver el efecto pleno", advierte D'Adamo. 

Curcumina 

La curcumina es el compuesto activo que se encuentra en la especia amarilla cúrcuma, un producto básico de los curris indios. En el organimsmo, actúa como un potente agente antiinflamatorio, bloqueando la misma enzima promotira de la inflamación que el celecoxib, un fármaco inhibidor de la COX-2. 

En un estudio de 367 personas con artrosis de rodilla, una dosis diaria de 1,500 mg de extracto de curcumina fue igual de eficaz que 1,200 mg diarios de ibuprofeno, sin los efectos colaterales gastrointestinales. Este suplemento también parece aliviar la hinchazón y la sensibilidad de la AR. 

Una desventaja de la curcumina es que al cuerpo le cuesta absorberla. "Conviene ingerirla con una fuente de grasas. Algunos de los suplementos tendrán una base aceitosa, lo cual es muy importante", indica D'Adamo.  

La pimienta negra también aumenta la absorción. Algunos suplementos agregan el extracto de la pimienta negra, piperina. Sin embargo, la piperina potencialmente podría causar daño hepático y puede aumentar la absorción de medicamentos como la carbamazepina (Tegretol) y la fenitoína (Dilantin), haciéndolos más potentes. 

Vitaminas 

Se han estudiado varias vitaminas para ver sus efectos en la artritis, incluidas las vitaminas antioxidantesA, C y E y las vitaminas D y K. Hasta ahora no hay evidencias de que consumir vitaminas antioxidantes mejore los síntomas de artritis, aunque comer una dieta rica en estos nutrientes es sano en general. Las vitaminas D y K son importantes para la fortaleza de los huesos y la vitamina K está involucrada en la estructura de los cartílagos. Puede ser útil suplementar estos dos nutrientes si tiene una deficiencia. 

Riesgos de los suplementos 

Cuando los suplementos se consumen según las instrucciones del médico y bajo su supervisión, en general son seguros. Pero, aunque digan "naturales" en la etiqueta, a veces los suplementos pueden causar efectos colaterales o interactuar con los medicamentos que usted toma. Por ejemplo, los suplementos con una alta dosis de aceite de pescado pueden hacer que la sangre esté menos espesa e interactuar con medicamentos anticoagulantes como la warfarina (Coumadin). 

A veces se puede exagerar y consumir demasiado, especialmente cuando se trata de vitaminas. Algunas vitaminas, como la B y C, son solubles en agua. Eso significa que si ingiere demasiadas, el cuerpo eliminará el extra. Pero las vitaminas solubles en grasa, como la A, D, E y K, pueden acumularse en el organismo hasta el punto de ser perjudiciales, por eso debe consultar a su médico para saber las cantidades seguras.   

Finalmente, los suplementos no pasan por el mismo proceso riguroso de aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos que reciben los fármacos. La FDA tiene que revisar y aprobar cada medicamento para garantizar que funcione y que sea seguro. En el caso de los suplementos, los ingredientes indicados en la etiqueta pueden no ser los mismos que se encuentran en el frasco.  

Cómo tomar suplementos de manera segura 

Si quiere probar los suplementos, úselos como un agregado a los fármacos para la artritis, no como un reemplazo. Nunca deben ocupar el lugar de los medicamentos, que son la única manera comprobada de ralentizar el daño articular.  

Siempre consulte a su médico antes de probar cualquier suplemento nuevo para estar seguro de que es lo correcto para usted y de que está tomando una dosis segura. "Les recomiendo a los consumidores que estén pensando en usar muchos suplementos que busquen un médico integrativo que pueda ayudarlos o que inviertan en una [suscripción a una] compañía independiente de análisis, como Consumer Labs, y que consulten a su médico" aconseja Marvasti. También revise su lista completa de suplementos y medicamentos con su farmacéutico para buscar posibles interacciones.