Aproveche al máximo las citas de su hijo.

Por Linda J. Brown | Revisado el 29 de abril de 2022

A la hora de tratar la artritis juvenil, usted, su hijo y el médico de su hijodeben ponerse de acuerdo sobre el plan de tratamiento. La comunicación efectiva y el trabajo en equipo pueden ayudar a que eso suceda. Aprenda cómo aprovechar al máximo las citas médicas de su hijo para que pueda obtener la mejor atención para su hijo.

Llevar las pruebas de laboratorios y los resultados de otras citas

Asegúrese de que el médico de su hijo tenga toda la información que necesita para tratarlo con éxito, como los resultados de las pruebas de laboratorio y las radiografías de las citas con otros médicos. Si su hijo es un paciente nuevo, verifique si el consultorio del nuevo médico los ha solicitado a otros médicos o si necesita llevarlos a su próxima cita.  

Tomar notas

Tenga un cuaderno y anote los detalles para que usted y su hijo puedan recordar todo lo relacionado con la cita. Los estudios han demostrado que se olvida del 20% al 50% de lo que se dice en el consultorio médico. Además, anote en su cuaderno cualquier pregunta o inquietud que surja entre las visitas. 

Permitir que su hijo participe

Asegúrese de que el médico también conozca las inquietudes de su hijo. Dependiendo de la edad del niño, es posible que también deseen tener un cuaderno para realizar un seguimiento de los nuevos síntomas, medicamentos y dosis, resultados de laboratorio y cambios en la dieta.

Comprender las opciones de tratamiento

Asegúrese de que su hijo comprenda que puede haber flexibilidad en algunos tratamientos médicos. Si un medicamento en particular realmente les molesta, puede haber un sustituto, dice Deborah Rothman, MD, directora de pediatría y reumatología en el Hospital Pediátrico Shriners en Springfield, Massachusetts. "Pero si no informa el problema al médico de su hijo, no podrá ayudarlo", dice ella.

Negociar, cuando sea necesario

No dude en negociar con el médico algo que su hijo realmente quiera hacer. Por ejemplo, si su hijo tiene artritis pero realmente quiere tomar clases de baile, pídale a su médico que le explique las restricciones y luego comuníqueselas a los instructores de baile. Asimismo, anime a su hijo a seguir los consejos del médico y enséñele a estar atento a los signos de un brote. 

Dejar que su hijo dé su opinión

Anime a su hijo a expresar opiniones e inquietudes desde pequeño, para que se vuelva natural a medida que crezca. Como padre, usted brinda información esencial sobre la salud de su hijo, pero el diálogo entre el niño y el médico también es importante. "He descubierto que incluso los niños muy pequeños (de 5, 6 y 7 años) pueden decirme lo que les molesta", dice la Dra. Rothman. "Es muy importante que ellos empiecen a hablar directamente conmigo porque incluso sus padres a veces se sorprenden con lo que dicen".

Mejorar la comunicación con el médico

Siga estos consejos si la comunicación entre usted, su hijo y el médico de su hijo no funciona:  

• Lleve una lista de preguntas a la cita de su hijo e incluya sus mayores inquietudes al principio. De esa manera, si el médico no tiene tiempo para responderlas todas, al menos obtendrá respuestas a las preguntas prioritarias. 
• Para cualquier otra pregunta o resultados de laboratorio, pregunte al médico si el correo electrónico es una opción. 
• Tenga la confianza suficiente para pedir más explicaciones si no entiende o no está de acuerdo con algo. 
• Anime a su hijo a que también haga preguntas, porque sin importar cuán insignificante crea que es una pregunta, marcará la diferencia.
• Si algo no está funcionando, infórmele al médico y bríndele sugerencias para mejorar la situación. Debido a que los reumatólogos pediátricos son escasos, es mejor tratar de encontrar soluciones y puntos en común antes de cambiar de médico. 

Usted, su hijo y su médico son un equipo. Trabajar juntos de manera efectiva requiere comunicación, compromiso y negociación. Y cuando el objetivo del equipo es la vida más saludable y plena posible para su hijo, ciertamente vale la pena tomarse el tiempo para aprender cómo hacer que funcione para todos.