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Discriminación en la atención médica

Una reumatóloga demuestra la mala atención y evolución médica de los pacientes afroamericanos.

Por Linda Rath | 24 de marzo de 2022

La medicina tiene antecedentes de descuidar o subestimar a grupos marginados de personas. Históricamente, la mayoría, si no todos, los médicos occidentales han sido hombres, generalmente hombres de raza blanca. Y durante siglos, las afecciones médicas específicas de las mujeres fueron diagnosticadas como "histeria", un diagnóstico médico real y común. (El nombre, no por casualidad, deriva del término griego para "matriz" o "útero"). Incluso hoy en día, algunos médicos no consideran que la fibromialgia y la fatiga crónica, trastornos que afectan principalmente a las mujeres, sean verdaderas afecciones médicas.

Pero mientras que las mujeres han luchado para obtener equidad médica con los hombres, los afroamericanos han enfrentado obstáculos aún mayores para obtener atención y tratamiento médicos equitativos y de calidad.

Ashira Blazer, MD, reumatóloga en el Hospital for Special Surgery y profesora adjunta de Medicina en el Weill Cornell Medical College, en New York City, ha investigado este tema ampliamente. Como reumatóloga afroamericana, científica y experta en lupus, trata a personas que tienen enfermedades reumáticas, como lupus y artritis inflamatoria, especialmente a personas de ascendencia africana. Su investigación se centra en los factores genéticos y ambientales que ayudan a explicar la evolución de enfermedades y comorbilidades en personas de ascendencia africana, que son peores que para las personas de raza blanca. (También abrió el camino para establecer bases de datos de ascendencia africana con información de pacientes, en colaboración con reumatólogos en Accra, Ghana y Lagos, Nigeria).

Las discrepancias en la atención y la evolución médica, sostiene la Dra. Blazer, se deben, en gran medida, al racismo y al "gaslighting" médicos: negar la realidad de alguien para invalidarlo o descartarlo. El "gaslighting" médico explota las diferencias de poder entre el médico y el paciente, y en el interés o la intención: preservar el statu quo frente al logro de la equidad en salud y socioeconómica. Ella sostiene que es la mayor herramienta de opresión. Cuando las personas están confundidas, temerosas y dudan de su propia realidad, se sienten impotentes.  

Racismo médico

La noción de que los afroamericanos son mental y físicamente inferiores a los blancos, inventada para "justificar la esclavitud, la subyugación y el genocidio", fue legitimada en las revistas médicas durante siglos, afirma la Dra. Blazer.

A mediados del siglo XIX, el respetado médico sureño Samuel Cartwright escribió un artículo ampliamente leído en el que afirmaba que los afroamericanos tenían cerebros más pequeños, piel más gruesa y pulmones más débiles que los blancos, y que eran insensibles al dolor. La creencia de que los pacientes afroamericanos no sienten dolor de la misma manera que los blancos se ha mantenido en la educación y el tratamiento médicos modernos, según una encuesta de 2016 de estudiantes de Medicina y residentes de raza blanca.  Este mito está tan arraigado en la medicina estadounidense que las investigaciones han demostrado que los pacientes afroamericanos tienen menos probabilidades de recibir analgésicos opiáceos que los pacientes de raza blanca, incluso para lesiones o enfermedades similares.

La Dra. Blazer sostiene que tales creencias refuerzan el argumento de que el racismo sistémico no existe y que la mala evolución de la salud en comunidades desatendidas son el resultado de la biología y no de siglos de desinformación, discriminación y racismo estructural. También sugiere que los médicos de todas las razas "están inmersos en una cultura que ignora deliberadamente la dinámica racial".

Las facultades de Medicina para afroamericanos importan

A principios del siglo XX, la Asociación Médica Estadounidense contrató a un docente llamado Abraham Flexner para estudiar y mejorar la educación médica del país. El Informe Flexner resultante recomendó cerrar las facultades que no cumplieron con los estándares rigurosos y menospreció a los médicos afroamericanos al llamarlos "indisciplinados" y "faltos de capacitación real". El informe condujo al cierre de muchas instituciones académicas, incluidas cinco de las siete facultades de Medicina históricamente para afroamericanos.

En los últimos 100 años, el porcentaje de médicos afroamericanos apenas ha aumentado, de 1.3% en 1900 a 5.4% en 2018, según la Association of American Medical Colleges, aunque los afroamericanos constituyen el 13% de la población. (Sin embargo, el porcentaje puede ser un poco más alto; el 13.7% de los encuestados son de raza desconocida). Históricamente, las facultades de Medicina para afroamericanos Howard University, Meharry Medical College y Morehouse School of Medicine capacitaron a alrededor del 25% de los médicos afroamericanos en las últimas dos décadas. La Dra. Blazer, quien se graduó del Baylor College of Medicine, señala que ninguna de estas facultades tiene un programa de reumatología, a pesar de que los afroamericanos y los hispanos se ven afectados de manera desproporcionada por el lupus y tienden a tener una enfermedad más agresiva. Los afroamericanos también tienen tasas más altas de enfermedades crónicas, como diabetes, presión arterial alta y asma que los estadounidenses de raza blanca, y es menos probable que reciban atención preventiva.

Los estudios muestran que los pacientes afroamericanos, a menudo, evitan el sistema médico porque los médicos de raza blanca los han ignorado, no les han creído o porque han recibido una atención deficiente. Es más probable que busquen atención médica, acepten el tratamiento y obtengan mejores resultados cuando los atiende un médico afroamericano. Los estudios también han demostrado que las muertes de recién nacidos afroamericanos se reducen a la mitad cuando los médicos afroamericanos los atienden.  

Desmantelar el racismo

"Cuando medimos las diferencias raciales en la medicina, estamos midiendo, en gran medida, los efectos del racismo", afirma la Dra. Blazer. "Y debemos reconocer que el racismo estructural no desaparecerá con el tiempo". En cambio, sostiene: "tenemos que estar activos en este proceso [de desmantelar el racismo] si queremos promover la salud de las minorías y otras personas marginadas". Ella sugiere varios pasos clave:

  • Investigar para entender el alcance del problema
  • Escuchar los desafíos únicos que enfrentan los pacientes afroamericanos
  • Instruir a médicos y estudiantes de Medicina sobre la competencia cultural y el sesgo implícito
  • Garantizar que los pacientes tengan la capacidad de defenderse a sí mismos y ser verdaderos socios médicos
  • Centrarse en contratar una fuerza laboral médica diversa e inclusiva, especialmente en reumatología y especialidades como cirugía ortopédica, que sigue estando formada en un 85% por médicos de raza blanca y mayoritariamente hombres

Jill Tyrer contribuyó con este informe.

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