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Secretos para una buena relación médico-paciente 

Obtenga consejos de cinco personas con artritis y sus médicos sobre lo que hace que su relación funcione. 

Su médico puede ser un genio educado en Harvard y ganador del Premio Nobel de la Paz, pero si tiene malos tratos con el paciente, lo más probable es que su relación esté condenada al fracaso, y es posible que su salud no vaya mucho mejor. 

Decenas de estudios muestran que los pacientes tienen mejores resultados de salud cuando sus médicos son comunicadores empáticos y eficaces. "Poder hablar con su médico genera confianza. Y cuando confía en su médico, es más probable que siga sus instrucciones. Eso aumenta notablemente sus probabilidades de tener un buen resultado", sostiene Allan Hamilton, MD, director ejecutivo del Arizona Simulation Technology and Education Center, en Tucson. 

El problema es que puede ser difícil para los médicos implementar sus habilidades de comunicación, afirma Catherine Lucey, MD, vicedecana de Educación de la Universidad de California, San Francisco.  

"Todos los médicos van a la facultad de Medicina con la intención de ayudar a las personas, y creo que casi todos los médicos se levantan por la mañana con el mismo nivel de compromiso", sostiene la Dra. Lucey. "Pero desafortunadamente, nuestro sistema médico actual plantea muchas barreras que impiden que los médicos brinden la atención que pretenden". 

La principal de las barreras de comunicación, dice la Dra. Lucey, es la falta de tiempo. Los pacientes se sienten mejor si los médicos no tienen prisa, y cuando los pacientes tienen más tiempo, pero, afirma, "los médicos tienen que ver a decenas de pacientes en un solo día, y si uno toma más tiempo del asignado, ese reduce el tiempo que el médico tiene con sus próximos pacientes". 

Hablamos con cinco personas inspiradoras con artritis y los increíbles médicos que han utilizado la comunicación positiva para marcar una diferencia en su salud.  
5 personas

Lucille Braha y Norman Gaylis, MD

"Cuando me diagnosticaron artritis reumatoide (AR) en 1987, había pocas opciones de tratamiento y la mayoría tenía efectos colaterales que eran rivales de la propia enfermedad. Mi enfermedad me aniquiló y tuve que abandonar mi carrera, muchos de mis pasatiempos y gran parte de mi vida social. Pero cuando comencé a ver al Dr. Gaylis, me dijo: 'Sé que podemos hacer que se sienta mejor'. En 2000, me convenció de inscribirme en un ensayo clínico de Humira y, en un mes, mis síntomas mejoraron tanto que pude inscribirme en clases de actuación, comenzar a pintar y salir con mis amigos nuevamente. Actualmente, tengo una vida plena y asombrosa que no podría haber imaginado hace 22 años. Pero cuando empiezo a cojear, noto que mis manos se vuelven especialmente rígidas o mi energía disminuye, el Dr. Gaylis me dice: 'Lucille, sé que le duele, así que no finja. Ajustemos su tratamiento y hagamos que se sienta mejor de nuevo'. Me recuerda constantemente que no tengo que sufrir". 

"No a todo el mundo le gusta un médico tan proactivo, pero Lucille y yo realmente nos complementamos. A ella le gusta que mi misión sea ayudarla a mantenerse saludable, sin importar lo que cueste. Y ella es realmente una paciente modelo, ya que se da cuenta de que la AR es una enfermedad de por vida que requiere paciencia y un compromiso a largo plazo. Controlar la AR implica muchas visitas al médico, análisis de sangre, inyecciones y medicamentos, pero los pacientes que entienden eso y lo convierten en una prioridad y una meta, como lo hace Lucille, suelen tener los mejores resultados". 
 

Ken Brisbane y Christian Rhea, DO

"Me diagnosticaron AR a los 19 años, y he tenido muchos reumatólogos desde entonces. Algunos eran un completo desastre: médicos que entraban y salían de sus consultorios en tres minutos, que apenas esperaban para saber si sus medicamentos estaban funcionando. Pero supe desde mi primera visita con el Dr. Rhea que él era un cuidador. No solo quiere saber si me duelen las articulaciones; me pregunta si las largas horas de trabajo, donde a menudo estoy de pie, me están afectando, y si todavía puedo seguir el ritmo de mis dos hijos adolescentes. Lo mejor de todo es que sé que puedo ser honesto con él. No dudo en decirle si estoy frustrado con los efectos colaterales del tratamiento, o si simplemente estoy deprimido por el hecho de que he tenido AR durante tanto tiempo. Pero el Dr. Rhea siempre es optimista y nunca me regaña. 'Ken, tenemos más opciones', me dice, y antes de que me dé cuenta, tanto mi estado de ánimo como mi salud volverán a encaminarse". 

"Me resulta gratificante involucrarme en la vida de mis pacientes. Más importante aún, como señala Ken, saber si alguien puede hacer cosas como pasar a buscar a su nieto, jugar un partido de golf o hacer ejercicio me brinda información fundamental sobre si el tratamiento está funcionando. Además, no se gana nada regañando a los pacientes si no están tomando sus medicamentos o haciendo otros cambios saludables. Soy médico, no niñero. El médico y el paciente tienen que trabajar juntos como un equipo, y Ken y yo hacemos precisamente eso". 

Marian Shelton y Alex Bodenstab, MD

"Mi artrosis fue bastante grave durante varios años, y sabía en el fondo que tendría que someterme a reemplazos de rodilla. Por supuesto, no quería someterme a una cirugía, y cuando fui a ver al Dr. Bodenstab por primera vez, se lo dije. Tomó radiografías de mis rodillas y me mostró cuán grave era el daño. 'Necesita prótesis articulares', me dijo de manera categórica. Pero agregó que había otras alternativas, y aunque él no creía que fueran particularmente eficaces, estaba dispuesto a probarlas si eso era lo que yo quería. El hecho de que me contara la historia sin ser insistente hizo que me fuera más fácil aceptar la verdad, y terminé realizando el reemplazo de ambas rodillas en el transcurso de dos años. Hoy en día, no tengo absolutamente ningún dolor en ninguna de las rodillas y puedo moverme más fácilmente que en años. Doy crédito no solo a las habilidades quirúrgicas del Dr. Bodenstab, sino también a su excelente trato con los pacientes, lo que me convirtió en una paciente más tranquila e informada". 

"Gran parte del éxito de Marian con sus reemplazos de rodillas se debe a su paciencia. Sus reemplazos tardaron un poco más que el promedio en sanar, y hubo momentos durante su recuperación posoperatoria en los que se sintió frustrada, y con razón. A pesar de que hemos recorrido un largo camino en la cirugía de prótesis articulares, todavía es difícil para el cuerpo y puede ser doloroso. Y, sin embargo, Marian estaba dispuesta a perseverar. Trabajó incansablemente con sus fisioterapeutas y conmigo para llegar a un buen nivel de funcionamiento y, al final, obtuvo el mejor resultado posible". 

LaRita B. Jacobs y Susan Zito, DO, MPH

"Como educadora en artritis y alguien a quien le gusta estar al día con las últimas investigaciones, necesito un médico que quiera que yo sea una participante dispuesta en el manejo de mi artritis psoriásica y el síndrome de Sjögren. No parece una tarea difícil, pero no puedo decir cuántos médicos han sido condescendientes o francamente ofensivos cuando llegué con una lista de preguntas o pedí más información antes de aceptar tomar un medicamento. Es por eso que la Dra. Zito es la médica de mis sueños. No solo tiene un gran conocimiento y es una excelente diagnosticadora, sino que también me alienta a hacer preguntas y hacer mi propia investigación. Y es tan minuciosa como yo: mi primera visita con ella duró una hora y media, y mis controles regulares, a menudo, se acercan a esa duración. Nunca me siento apurada ni como si fuera una paciente más para tachar de su lista del día". 

"Ojalá más pacientes fueran como LaRita. Cada vez que viene a mi consultorio, nos sentamos y tenemos una conversación inteligente y reflexiva sobre su afección. Eso es maravilloso, porque cuanto más sepa sobre su enfermedad, más fácil será comprender cómo funciona el tratamiento, lo que significa que es mucho más probable que lo siga. Realmente creo que a los pacientes informados les va mejor en general. Se sienten como aliados, en lugar de participantes pasivos en su enfermedad, por lo que hacen preguntas, se dan cuenta y les dicen a sus médicos cuando algo anda mal, y toman más medidas para mejorar su salud". 
 

Lori Stoltz y Eric Matteson, MD

"He sido paciente del Dr. Matteson desde que me diagnosticaron AR en 1991. Probé muchos tratamientos, con diversos grados de éxito. Pero tengo plena confianza en el Dr. Matteson. Está a la vanguardia de la investigación de la artritis, pero también es realista y nunca insiste con nada con lo que no me sienta cómoda. Por ejemplo, cuando mi último medicamento dejó de funcionar, el Dr. Matteson sugirió Enbrel. Vio que dudaba en ponerme inyecciones por mi cuenta, así que dijo: 'Escuche, podemos hacer que una enfermera lo haga por usted si eso puede ayudar, y puede ver si es lo suficientemente eficaz como para que valga la pena'. Eso me ayudó a superar el miedo, y ahora puedo ponerme las inyecciones por mi cuenta, y mis síntomas están nuevamente bajo control. También me gusta que el Dr. Matteson esté completamente abierto a las terapias alternativas. Por ejemplo, tomo suplementos, hago ejercicio y medito regularmente para mejorar mi salud. Nunca dudo en decirle al Dr. Matteson sobre cualquier cosa que esté considerando, y él lo evaluará con mente abierta y verá si podemos incluirlo en mi plan de tratamiento". 

"Lori es una persona maravillosa con una enfermedad grave, y realmente admiro su voluntad de hacer de su salud una prioridad. Nuestra relación médico-paciente funciona bien porque, desde el primer día, ambos hemos estado muy abiertos a ideas sobre su tratamiento. Lori tiene mucho interés en las terapias alternativas. Algunos médicos tienen una visión negativa de cosas como los suplementos herbarios y la acupuntura, pero se llama "medicina complementaria" por una razón: las investigaciones muestran que puede funcionar junto con un régimen tradicional e incluso mejorarlo". 

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