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Artritis juvenil en el campus universitario  

Obtenga recomendaciones para facilitar la transición de su hijo con artritis en su incorporación a la universidad. 

Por Sonya Collins

La búsqueda de una universidad y la transición a la vida universitaria son un gran acontecimiento para un joven adulto. Usted y su hijo querrán analizar todos los aspectos (los aspectos académicos, la ubicación y el costo de la universidad) que la mayoría de los estudiantes de secundaria y sus padres tienen en cuenta. Pero, cuando su flamante estudiante universitario vive con artritis, también hay otros factores que considerar y planes que hacer. 

Visite el campus con antelación 
Antes de que su hijo se comprometa con cualquier centro educativo, asegúrese de que puede desplazarse por él, y que el alojamiento de los estudiantes esté lo suficientemente cerca de los edificios de las aulas o que haya transporte disponible.  

Regístrese en los servicios para personas con discapacidades 
Una vez que su hijo haya elegido una universidad, asegúrese de que se inscriba inmediatamente en la Oficina para Estudiantes con Discapacidades. Si, por ejemplo, su estudiante universitario se inscribe en los servicios después de faltar a un examen debido a un brote, la ausencia podría no estar justificada.  

"Las adaptaciones no son retroactivas", dice la doctora Terri Massie-Burrell, directora de los servicios para estudiantes con discapacidades del campus de Homewood de la Universidad Johns Hopkins. "Es mejor estar inscrito en los servicios y no necesitarlos que no tenerlos cuando los necesite".  

Los servicios por los que pueden optar los estudiantes universitarios son los siguientes: 

  • Inscripción prioritaria, que podría ayudar a su hijo a elegir clases cercanas entre sí o a crear un horario que incluya un amplio tiempo de traslado entre las clases. 
  • Acceso al alojamiento en una ubicación preferencial, como en la primera planta o cerca de donde tome clases su hijo o hija. 
  • Servicios de toma de notas. 
  • Ausencias justificadas por discapacidad.  
  • Posibilidad de abandonar un semestre o una clase por problemas de salud sin penalización. 

"Si los estudiantes nos informan de su discapacidad por adelantado, podemos ayudarlos", explica Massie-Burrell, "pero una vez que se han asignado las clases y las aulas, no siempre es posible cambiar las cosas". Registrarse para utilizar los servicios simplemente garantiza la protección de sus derechos. "Es privado y confidencial. El estudiante decide si quiere compartirlo con los miembros de la facultad o no". 

Puede obtener más información sobre los derechos legales de su hijo a través de la Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Educación de EE. UU.

Cree un plan de salud 
Antes de que su estudiante universitario se traslade al campus, si ese fuera el plan, sepa a dónde irá para recibir atención médica y conseguir recetas. Si la facultad se encuentra fuera de la ciudad, busque con antelación un médico de atención primaria y un reumatólogo cerca. "Es probable que sea en la ciudad universitaria donde [su hijo o hija] necesite más ayuda, no cuando esté en casa durante las vacaciones o el verano", afirma Jennifer Ziegler, directora de Transiciones de AJ de la Arthritis Foundation.  

Conozca los servicios de salud disponibles en el campus. Consulte el seguro médico para estudiantes por si ofrece beneficios y ventajas que su plan actual no ofrece. 

Prepare a su hijo/a para que sea su propio defensor/a 
Durante su paso por la escuela secundaria, los padres, profesores y consejeros escolares abogan por los estudiantes con necesidades especiales. En la universidad, los estudiantes deben defenderse a sí mismos. De hecho, la ley federal prohíbe a las universidades compartir cierta información de los estudiantes con sus familiares.  

"Trabajamos con los familiares si el estudiante decide que quiere ese sistema de apoyo, pero la clave es que los estudiantes puedan expresar sus necesidades. Tendrán que hacerlo numerosas veces a lo largo de su experiencia de educación superior", afirma Massie-Burrell.  

Es decir, los padres no pueden enviar un correo electrónico a los profesores para explicarles que su hijo faltó a clase debido a un brote de artritis. El estudiante tiene que hacerlo. En ese sentido, su hijo debería escribir esos correos electrónicos por adelantado, sugiere Massie-Burrell. Si el dolor de su hijo es tan intenso que no puede ir a clase, es posible que tampoco pueda escribir un correo electrónico. Recomendamos que los estudiantes con discapacidades guarden un correo electrónico en sus borradores que solo requiera que pulsen enviar.  

Los estudiantes ni siquiera tienen que revelar cuál es su discapacidad. Simplemente pueden decir: "Tengo una discapacidad que me ha impedido asistir a clase hoy. Estoy inscrito en la Oficina para Estudiantes con Discapacidades. Iré al horario de oficina para hablar al respecto". 

Respire profundo 
La universidad sin duda traerá todo tipo situaciones estresantes nuevas, y eso podría desencadenar un brote. "Uno de mis mayores brotes fue durante mi primer año en la universidad", cuenta Ziegler. Recuérdele a su estudiante universitario que debe mantener el estrés bajo control. "Deben encontrar algo que los relaje en el campus: yoga, meditación o simplemente un paseo sin dispositivos tecnológicos", afirma, "Hay que tomarse tiempo para respirar".  

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