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Seguimiento de ensayos

Lily Waddell coordina los ensayos clínicos, entre ellos, la investigación sobre la artrosis financiada por la Arthritis Foundation, para garantizar que sigan en curso. 

20 de noviembre de 2023.

Lily Waddell
Lily Waddell

Lily Waddell, asistente de investigación clínica en Brigham and Women's Hospital, está trabajando en el primer ensayo clínico dirigido por la Arthritis Foundation. El ensayo PIKASO (Prevención de artrosis en rodillas lesionadas: evolución de la gravedad) investigará si el fármaco metformina, que generalmente se usa para tratar la diabetes, podría ayudar a prevenir el desarrollo de la artrosis después de una lesión en la rodilla, como la rotura del ligamento cruzado anterior.

P: Cuéntenos acerca de usted.

Mi padre estaba en el ejército durante mi infancia, por lo que mi familia se mudaba bastante. Mi padre es cirujano oncólogo y mi mamá es anestesista. A mi padre lo enviaron al extranjero varias veces, por lo que ver a mi madre (una supermujer si alguna vez las hubo) criar sola a dos niñas mientras trabajaba a tiempo completo como médica fue sin duda mi primera inspiración para dedicarme a la medicina.

Nos mudamos a Maine en 2009 y es el lugar que considero mi hogar. Fui a Dartmouth College en Hanover, NH, donde jugué en el equipo de rugby femenino. (Estoy muy orgullosa de que nuestro equipo haya ganado dos campeonatos nacionales de la División I de la NCAA durante mi estancia en Dartmouth).

Estudié Biología, pero también hice cursos relacionados con la lingüística. En Dartmouth, me dediqué a la investigación durante varios años con una profesora de la Facultad de Medicina de Geisel, la Dra. Ruth Craig, sobre las causas históricas de muerte en el área de Hannover. Trabajamos junto con la biblioteca Rauner Special Collections, de Dartmouth, para transcribir y digitalizar un manuscrito del siglo XVIII con registros de defunción detallados, de Hannover y las ciudades circundantes. Los registros de defunción detallados eran poco comunes en ese momento, lo que hizo que la tarea fuera aún más interesante. Al analizar registros de defunción como estos, la Dra. Craig y otros investigadores como ella pueden analizar cómo las causas de muerte van cambiando con el tiempo.

Me gradué de la universidad en junio de 2022 y, desde entonces, vivo y trabajo en Boston.

P: ¿Qué la atrajo de la ciencia e investigación y, particularmente, de la investigación sobre la artritis? Y ¿qué espera lograr profesionalmente?

Lo primero que me llevó a la ciencia e investigación fue la oncología. Hice una investigación de laboratorio en la escuela secundaria durante dos años y medio en Cancer Care of Maine. Trabajé con líneas celulares de cáncer de mama, donde probé un tratamiento combinado de dos inhibidores de la reparación del ADN. Disfruté mucho del trabajo en el laboratorio, pero descubrí que quería tener una participación más directa en la atención al paciente. Luego hice una pasantía en Maine Cancer Genomics Initiative (MCGI) durante la universidad. MCGI es una colaboración increíble entre Jackson Laboratory y los proveedores de oncología de Maine, que trabaja para brindar atención oncológica gratuita a los pacientes con cáncer de las zonas rurales de Maine. Trabajé con una base de datos de resultados de pruebas genómicas de tumores de más de 1,000 pacientes para investigar si el acceso a las pruebas de tumores tenía un impacto significativo en el curso del tratamiento.

Actualmente, estoy solicitando el ingreso a la escuela de medicina con el objetivo de hacer prácticas médicas en un centro médico académico. Todavía falta bastante para poder elegir una especialidad, pero la reumatología y la ortopedia me atraen mucho.

La investigación de la artritis era un campo completamente nuevo para mí cuando comencé a trabajar como asistente de investigación clínica en Orthopedic and Arthritis Center for Outcomes Research (OrACORe), en Brigham and Women's Hospital. Me atrajo porque tengo antecedentes familiares de artritis bastante importantes.

A mi abuela paterna le diagnosticaron artritis reumatoide cuando tenía poco más de 30 años, y luchó contra la enfermedad durante unos 50 años, hasta que falleció en 2021. Cuando la diagnosticaron, en 1975, la trataron con oro inyectable. En la década de 1980, fue una de las primeras pacientes con artritis reumatoide en ser tratada con metotrexato. Finalmente, en el siglo XXI, pudo encontrar cierto alivio mediante el tratamiento con DMARD (medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad) de segunda generación como el rituximab, pero aún sufría mucho dolor y deformaciones físicas en las manos y pies a medida que la condición empeoraba. Es difícil no preguntarse, si ella tuviera la edad de mis padres y la hubieran diagnosticado 30 años después, cuántos años más de vida podría haber tenido con menos dolor y mejor calidad de vida. Ella es un poderoso testimonio de cuánto ha mejorado el tratamiento para la artritis reumatoide en los últimos 50 años, y la extraño mucho.

¿Podría describir lo que hace, especialmente con PIKASO?

Trabajo como asistente de investigación clínica para un grupo de investigación multidisciplinario enfocado en el tratamiento y prevención de la artritis y otras afecciones musculoesqueléticas. Como asistente de investigación, mi trabajo consiste en ayudar a los investigadores clínicos, concretamente a los Dres. Morgan Jones, Cale Jacobs, Jeff Katz y Elena Losina, que planifican, ejecutan y analizan sus ensayos clínicos. Ayudo con muchas de las tareas diarias que son necesarias para que los ensayos clínicos se lleven a cabo sin problemas. En este momento, estoy trabajando con cinco ensayos clínicos diferentes, y PIKASO es mi mayor compromiso. Todos los ensayos en los que trabajo se encuentran en diferentes etapas. PIKASO todavía estará en planificación un par de meses más, por lo que coordino con la Junta de Revisión Institucional (IRB) para garantizar que obtengamos la aprobación regulatoria, redacto protocolos y los organizo en un manual de procedimientos operativos para que todo el personal de estudio en los nueve sitios trabaje a partir de un conjunto estandarizado de procedimientos. Cuando los ensayos inscriben activamente a pacientes (como el ensayo CoMeT, otro ensayo financiado por la Arthritis Foundation en el que trabajo para el Dr. Jones), me comunico con los pacientes para inscribirlos en el estudio y coordino cualquier procedimiento que requiera el estudio específico: organizo las citas para las imágenes, me encargo de los exámenes físicos, administro los cuestionarios y recolecto muestras biológicas de sangre y orina, por nombrar algunas tareas. Finalmente, una vez finalizada la prueba, ayudo a preparar los datos para el análisis. A veces también ayudo a los investigadores a redactar manuscritos para enviarlos a revistas académicas o a preparar presentaciones para conferencias o reuniones.

¿Espera que PIKASO tenga efecto en los pacientes, ya sea directa o indirectamente? Si es así, ¿de qué manera?

¡Por supuesto! Creo que PIKASO tiene un potencial extraordinario para tener efecto en los pacientes, tanto directamente, para aquellas personas que participan en el ensayo, como indirectamente, al mejorar el tratamiento estándar después de la reconstrucción del ligamento cruzado anterior. La metformina es muy prometedora porque puede retrasar la aparición de la artrosis postraumática. Aunque espero estar profundamente inmersa en mi formación médica y ya no trabajar directamente en PIKASO cuando se publiquen los resultados del ensayo, a finales de la década de 2020, estoy muy entusiasmada de ver los hallazgos que surjan de esta investigación: tanto de los resultados primarios de los niveles de dolor y daño estructural en la resonancia magnética, como también de los muchos resultados secundarios increíbles que estamos analizando en PIKASO, como los resultados biomecánicos y el análisis de biomarcadores.

P: ¿Qué más le gustaría compartir sobre su participación en la investigación de la artritis?

Antes de comenzar a trabajar en la investigación de las lesiones del ligamento cruzado anterior y la prevención de la artrosis postraumática, no tenía idea de que las mujeres somos mucho más susceptibles a los desgarros del ligamento cruzado anterior que los hombres. Como anécdota, sabía que era cierto, ya que había practicado deportes durante la escuela secundaria y la universidad, y había visto a más compañeras con lesiones del ligamento cruzado anterior que a compañeros hombres. Pero no tenía idea de que, como atleta joven, tenía entre 3 y 8 veces más de probabilidades de lesionarme que mis compañeros masculinos. En la misión de ganarle a la artritis, espero que los futuros investigadores consideren hacer una investigación dedicada, no solo para entender por qué existe esta disparidad de género, sino para trabajar activamente en intentar reducirla.