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Investigación: demoras en el diagnóstico de la espondilitis anquilosante

Una beca DEI otorgada a la Dra. Maureen Dubreuil la ayudará a determinar si el tiempo transcurrido desde la aparición del dolor de espalda hasta el momento del diagnóstico de espondilitis anquilosante difiere entre los grupos raciales y étnicos.

Por Vandana Suresh | 3 de octubre de 2023

La mala postura y el estilo de vida sedentario hacen que el dolor de espalda sea algo común en todo el mundo. En algunos casos, sin embargo, el dolor de espalda no es causado por una lesión y no se resuelve por sí solo en pocas semanas. Este dolor de espalda podría deberse a la espondilitis anquilosante, un tipo de artritis inflamatoria, y se sabe poco sobre las disparidades en la atención entre las diferentes comunidades para esta dolorosa enfermedad reumática.
Maureen Dubreuil
Maureen Dubreuil, MD


Para llenar este vacío de información, la Arthritis Foundation le otorgó una beca de diversidad, igualdad e inclusión (DEI) a Maureen Dubreuil, MD, profesora asistente de Reumatología en el Boston University Medical Campus. La beca la ayudará a identificar si la raza y el origen étnico influyen en el tiempo que transcurre entre la aparición de los primeros síntomas de dolor de espalda y el momento del diagnóstico de espondilitis anquilosante.

Alrededor de 3.3 millones de personas en los EE. UU. padecen espondiloartritis axial, una familia de enfermedades artríticas que incluye la espondiloartritis axial no radiológica y la espondilitis anquilosante. Normalmente, a los hombres se los diagnostica unos seis años después de la aparición del dolor de espalda, mientras que a las mujeres se las diagnostica ocho años después. Aunque el malestar es similar entre ambos sexos, los hombres tienden a tener una forma de espondiloartritis axial que es más común que se detecte mediante rayos X, lo que puede facilitar un diagnóstico más temprano.

Si bien se siguen revelando diferencias entre los géneros en la espondiloartritis axial, hay datos limitados sobre las diferencias raciales y étnicas entre las personas que la padecen. Por ejemplo, la presencia del gen HLA-B27 está altamente relacionada con la espondilitis anquilosante en personas de ascendencia europea. Sin embargo, no se ha revelado una base genética clara para la espondilitis anquilosante en personas de ascendencia no europea. Otra incógnita es si se necesita aún más tiempo para diagnosticar la espondilitis anquilosante en comunidades no blancas.

"Suponemos que el tiempo que transcurre hasta que se llega al diagnóstico puede ser incluso mayor en las personas de color debido a la precaria historia de la educación médica, donde los conceptos de diagnóstico se detallaban principalmente para los blancos", dice la Dra. Dubreuil. 

Según señala la Dra. Dubreuil, esta dificultad para comprender las posibles necesidades insatisfechas de las personas con espondilitis anquilosante se puede abordar de manera única utilizando datos del Boston Medical Center, que atiende a una diversa población de pacientes. Con el apoyo de la beca DEI, su equipo utilizará datos de los registros médicos electrónicos del hospital para evaluar si el tiempo transcurrido hasta el diagnóstico de espondilitis anquilosante desde el primer dolor de espalda informado clínicamente difiere según el género, la raza y el origen étnico. También evaluará si el género, la raza y el origen étnico interactúan con otros determinantes sociales de la salud para retrasar el diagnóstico de la espondilitis anquilosante.

"Es muy importante que la Arthritis Foundation nos facilite este trabajo", dice la Dra. Dubreuil. "No podemos mejorar los resultados de ninguna enfermedad reumática sin el apoyo de organizaciones como la Arthritis Foundation".
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