Ir directamente al contenido principal

EN

Cómo salir adelante con artrosis

Para Tonya Horton, el conocimiento es poder y la clave para vivir lo mejor posible con artritis y, al mismo tiempo, ayudar a otros a hacer lo mismo. 

Por Aileen Dodd | 30 de enero de 2025

Tonya Horton, de Cherry Hill, New Jersey, tenía 40 años cuando descubrió por qué cocinar, limpiar e incluso ir al trabajo le causaba un dolor insoportable. Sus rodillas ya no cooperaban. Tenía artritis no diagnosticada. 

Su casa suburbana de tres pisos, con la lavadora-secadora en el sótano y el dormitorio principal en el piso superior, pronto se convirtió más en una carrera de obstáculos que en un refugio. 

"Todas esas cosas cotidianas que estaba tan acostumbrada a hacer ya no podía hacerlas más", recuerda Horton, vicepresidenta ejecutiva de una organización educativa sin fines de lucro. "Era muy doloroso subir y bajar las escaleras para lavar la ropa y entrar y salir de los autos". 

La sensación palpitante y punzante en las rodillas era constante. Solo el reposo y el paracetamol le brindaban un respiro temporal. Además de eso, ya no podía usar sus lindos zapatos de tacón alto y botas. 

"Fue horrible. Solía viajar mucho por trabajo y tenía problemas para sentarme en el avión durante mucho tiempo", dice. "Y el dolor era tan fuerte que no podía hacer ejercicio". 

En 2019, Horton acudió a su médico de atención primaria en busca de ayuda. El médico solicitó radiografías de sus rodillas y la derivó a un cirujano ortopédico, un profesional que se especializa en tratar problemas musculoesqueléticos que afectan los huesos y los tejidos blandos del cuerpo. 

El ortopedista le dio una noticia sorprendente a Horton. "Tienes las rodillas de una mujer de 70 años", recuerda que le dijo. Esperaba ver a una persona mayor cuando entró en la habitación. "Tenía 45 años". 

Diagnóstico de Horton: artrosis (OA). "Dijo que era bastante grave, con contacto entre los huesos, y que necesitaría una cirugía de reemplazo de rodilla a los 50 años", relata Horton. 

Horton no podía creer lo que oía. ¿Artrosis? Su madre y su abuela tenían artritis, pero era lo último que esperaba que el médico le dijera. "Pensé que me había torcido o desgarrado algo en la rodilla", cuenta. 

El ortopedista analizó las opciones de Horton y dijo que podría vivir una vida plena con artrosis si controlaba el dolor, perdía peso y, finalmente, consideraba la cirugía. Ignorarlo podría causar deformidad articular. Horton cuenta que no era candidata para una cirugía de reemplazo de rodilla en ese momento debido a su peso, por lo que probó con ejercicios aeróbicos acuáticos, hasta que la pandemia de COVID-19 interrumpió las lecciones grupales. 

Luego, Horton optó por la cirugía bariátrica para disminuir su masa corporal y aliviar la presión sobre sus rodillas. Pero antes de que pudiera programar el procedimiento, sus citas prequirúrgicas revelaron un problema médico más apremiante: tenía grandes pólipos en el apéndice y el colon que debían extirparse de inmediato. 

Durante el tiempo de inactividad después de la cirugía, Horton investigó un poco sobre cómo vivir con artrosis. Una amiga que tenía artritis juvenil le habló de la Arthritis Foundation. Es donde Horton encontró una comunidad de personas que la entendían. 

"No sabía que existía la Arthritis Foundation", dice. "Me dio un lugar para conectarme y aprender de personas que comparten experiencias similares". 

 
Horton, que no es de las que se quedan al margen, se inscribió como voluntaria para la Arthritis Foundation como defensora de los pacientes para poder ayudar a otros en sus procesos. Comenzó a participar como integrante de la Junta de Liderazgo de la sede de New Jersey de la Arthritis Foundation, y actualmente forma parte del Panel de Perspectivas de los Pacientes de la Fundación y es miembro de la junta nacional de la Arthritis Foundation.

Unos años después de su diagnóstico, Horton ha evolucionado. Perdió más de 50 libras sin someterse a cirugía ni morir de hambre. "A veces me duelen las rodillas, pero no todos los días", dice. "Cada 10 libras que pierdes tienes alrededor de 40 libras de presión menos en tus rodillas". 

Y ha hecho algunas otras modificaciones en su estilo de vida. Horton compró una casa estilo rancho, una vivienda de un solo piso con un sótano. Las escaleras ya no le molestan tanto como antes. Y ha apostado por un calzado cómodo

"Siempre opto por unos lindos zapatos planos y zapatillas porque los tacones son demasiado para mis rodillas", dice. 

Horton comparte su historia con mujeres negras y otras mujeres de color cada vez que puede. 

"Lo que más me sorprendió cuando me diagnosticaron artrosis fue enterarme de que los afroamericanos son uno de los grupos más grandes que la padecen", señala. "No lo sabía. La información es poder. Es importante que las personas negras investiguen y busquen tratamiento para su dolor". 

 
Historias sobre decir sí

¡Diga sí! Comparta su historia

Una de las cosas más poderosas que puede hacer para ayudar a otras personas con artritis es compartir su historia. Si tiene artritis, cuida a alguien que la tiene o está teniendo un impacto en la comunidad de la artritis, sus experiencias pueden ayudar a alguien que puede sentirse solo. Si usted es paciente, cuidador, donante, voluntario o investigador, puede inspirar a otros compartiendo su historia sobre decir sí.

Comparta su historia
¡Diga sí! Comparta su historia
Widget de interacción

Manténgase informado. Viva en el sí.

Participe en la comunidad de la artritis. Cuéntenos un poco acerca de usted y, de acuerdo a sus intereses, recibirá correos electrónicos con la información más reciente y los recursos necesarios para vivir una vida plena y para conectarse con otras personas.

 
 
Sign up to get an email packed with the latest resources and information.






We use this information only to better understand how to communicate with you.