Artrosis de rodilla

La rodilla es una de las articulaciones más afectadas por la artrosis (OA), y puede afectar gravemente a la movilidad, la calidad de vida y los medios de subsistencia. El dolor, la hinchazón y la rigidez provocados por el daño y la pérdida de cartílago pueden dificultar incluso caminar o subir escaleras. Y si tiene un trabajo que le exige estar de pie y en movimiento, un agravamiento de la artrosis de rodilla lo dificultará o impedirá. Por eso un reemplazo de rodilla es una de las cirugías ortopédicas más comunes que se realizan en Estados Unidos, y cada vez se hace a edades más tempranas, ya que la gente vive más y procura prolongar sus actividades y su calidad de vida.

Aunque se está investigando mucho para saber más y buscar nuevos y mejores tratamientos para la OA de rodilla, sus causas no están claras.

Causas de la artrosis de rodilla

• Edad: la artrosis puede ocurrir en cualquier momento de la vida, pero es más común en adultos mayores.
• Sexo: las mujeres tienen más probabilidades de tener artrosis de rodilla que los hombres.
• Obesidad: tener sobrepeso agrega tensión a las rodillas. Las células grasas también elaboran proteínas que pueden causar inflamación en las articulaciones y alrededor de estas.
• Lesiones: cualquier lesión en la rodilla, incluso las antiguas, puede dar lugar a artrosis de rodilla.
• Tensión repetida: la tensión frecuente en la rodilla por el trabajo o la práctica de deportes puede aumentar el riesgo de artrosis.
• Genética: es posible heredar una tendencia a desarrollar artrosis.
• Deformidades óseas: si tiene articulaciones o huesos torcidos, tiene mayor riesgo.
• Algunas enfermedades metabólicas: la diabetes y la hemocromatosis, una afección en la que la sangre tiene demasiado hierro, se han vinculado con la artrosis.

Síntomas de la artrosis de rodilla

Diagnóstico de la artrosis de rodilla

Para diagnosticar la OA, su médico controlará:

• Hinchazón, calor, enrojecimiento o dolor en la articulación o a su alrededor.
• Amplitud de movimiento: cuánto puede mover la rodilla.
• Inestabilidad de la articulación: qué tan suelta está la articulación.
• Dolor por el peso que soporta la rodilla.
• Problemas de marcha: cómo camina.
• Cualquier signo de lesión.
   

Lo más probable es que su médico indique radiografías de una o de ambas rodillas. El cartílago no aparece en las radiografías, pero la pérdida de cartílago se ve porque el espacio entre los huesos es delgado. En las radiografías se pueden ver espolones óseos (puntos óseos en los bordes de la articulación). A veces, puede utilizarse la resonancia magnética para obtener una imagen de la rodilla que incluya tanto hueso como tejido blando.

El médico puede sacarle sangre o extraer líquido de la rodilla con una aguja para descartar otras formas de artritis.

Tratamientos para la artrosis de rodilla

La artrosis de la rodilla no puede detenerse ni revertirse. Pero los tratamientos pueden reducir el dolor y ayudarlo a moverse mejor.

Tratamientos sin medicamentos
Use estas estrategias básicas de autocuidado para controlar sus síntomas:

• Aplique hielo o calor para ayudar a aliviar la rigidez, el dolor y la hinchazón.
• Pierda peso (si es necesario) para ayudar a reducir la tensión en las rodillas.
• Manténgase en movimiento con actividades como nadar, andar en bicicleta o caminar.
• Pruebe la fisioterapia. Un terapeuta puede darle ejercicios para aumentar la fuerza, la amplitud de movimiento y la flexibilidad.
• Considere la posibilidad de la acupuntura o los masajes para aliviar el dolor.
• Use un bastón, unas plantillas que brinden amortiguación o un aparato ortopédico.
• Pruebe una crema tópica que incluya ingredientes como capsaicina, mentol, alcanfor o CBD.

Tratamientos con medicamentos
Hay varios medicamentos disponibles que pueden ayudar a aliviar sus síntomas de artrosis. 

• Los medicamentos orales que incluyen paracetamol (Tylenol) y antiinflamatorios no esteroideos (NSAID; Advil, Aleve) pueden ayudar a aliviar el dolor.
• Geles o cremas que incluyen NSAID (Voltaren), lidocaína (Aspercame) y salicilatos que pueden frotarse en la rodilla.
• Las inyecciones de esteroides (glucocorticoides) ofrecen alivio de la inflamación y el dolor. Se puede aplicar solo tres o cuatro por año.
• Las inyecciones lubricantes (ácido hialurónico) ayudan a aliviar el dolor y a mejorar la movilidad en algunas personas.
• La duloxetina (Cymbalta) a veces se usa para tratar el dolor crónico de la artrosis.

Tratamientos quirúrgicos
Si nada más lo ayuda con su dolor, usted y su médico pueden decidir que necesita una cirugía. 

• La artroscopia no suele recomendarse para la artrosis de rodilla. Sin embargo, puede obtener cierto alivio mediante la eliminación de los espolones óseos y las piezas sueltas de cartílago.
• El injerto de cartílago podría ser una opción para los pacientes más jóvenes que tienen pequeñas áreas de daño en el cartílago. Se usa cartílago sano para llenar un agujero en el cartílago de la rodilla con el problema. 
• La osteotomía de rodilla se realiza si solo un lado de la articulación de la rodilla está dañado. Se corta la tibia o el fémur y se le da nueva forma. Esto ayuda a desplazar el peso del lado dañado de la articulación y puede aliviar el dolor y mejorar la función.
• Puede ser necesario un reemplazo total o parcial de rodilla (artroplastia). Su médico retira el cartílago y hueso dañados, y luego coloca nuevas superficies articulares de metal o plástico para restablecer la función de la rodilla.