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Aspectos para tener en cuenta al decidir realizarse una cirugía de reemplazo total de la rodilla

Obtenga más información sobre las ventajas y desventajas de la cirugía de reemplazo total de la rodilla para aliviar su dolor y recuperar su estilo de vida.

Así como los tratamientos médicos cambian, también cambian los pacientes. En los últimos años, ha aumentado considerablemente la cantidad de personas menores de 60 años que se someten a reemplazos totales de rodilla (RTR), y se espera que las cifras sigan aumentando. 

Eso no significa que tenga que lanzarse a hacerlo. Algunas personas desean operarse las rodillas porque tienen dolor y quieren recuperar su vida activa. Otras, en cambio, prefieren retrasar la cirugía el mayor tiempo posible. Analice estas ventajas y desventajas con la ayuda de su médico. 

El lado positivo del reemplazo de la rodilla 

Se acabó (casi todo) el dolor. “La razón número 1 para someterse a un RTR es para controlar el dolor”, afirma Brian S. Parsley, MD, profesor clínico adjunto del Departamento de Cirugía Ortopédica de Baylor College of Medicine de Houston. En pacientes jóvenes, el RTR tiene éxito entre alrededor del 90% al 95% de los casos.

Una solución duradera. Un implante puede durar de 15 a 25 años. El doctor Parsley asegura que “si tiene menos de 60 años, es probable que tenga que someterse a una revisión (o a una nueva cirugía), pero lo más habitual es que cuando lo revisen solo le cambien la pieza de plástico”. Esto significa que la mayor parte del implante original se mantiene, y no es necesario que el cirujano extraiga más hueso.  

Volver a hacer lo que le gusta.Andrew Glassman, MD, jefe del Departamento de Cirugía Reconstructiva para Adultos del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio en Columbus, opina que a los 60 años uno es demasiado joven para renunciar a las actividades que le gustan a causa de un dolor incapacitante. “Si un procedimiento puede [prolongar] su capacidad de hacer esas cosas durante 25 años, es razonable hacerlo”. 

El lado negativo del reemplazo de la rodilla 

Compromiso con la recuperación. Someterse a cualquier tipo de cirugía, especialmente una cirugía articular, requiere tiempo, dinero y compromiso para que funcione. Tendrá que hacer los preparativos antes de la cirugía y respetar rigurosamente su tratamiento y programa de recuperación después de esta. Si está dispuesto a mantener un peso saludable y a cumplir con su rutina de fisioterapia, las posibilidades de que su articulación mejore a largo plazo son mucho mayores. 

Una segunda cirugía, o de revisión. El doctor Parsley asegura que “los pacientes más jóvenes tienen un mayor índice de problemas y de revisiones tempranas debido a que tienen una mayor tendencia a la obesidad, a ser más activos y porque viven más tiempo que los pacientes de más edad". El grado de revisión depende de la parte del implante que haya fallado. Por ejemplo, los restos del desgaste del implante pueden dañar el hueso. “Por lo tanto, si no se hace un seguimiento con el médico durante 10 a 15 años y luego se produce un daño óseo, es posible que haya que retirar los componentes antiguos y reemplazarlos por otros nuevos”, explica el doctor Glassman. 

Peligros de la cirugía. Como en cualquier cirugía, existe el riesgo de que se produzca una infección y se formen coágulos de sangre. También puede fallar el propio implante si, por ejemplo, se fractura un hueso o se afloja el implante. 

Expectativas poco realistas. El doctor Parsley cuenta que “muchos pacientes piensan que volverán a llevar un estilo de vida normal, que no tendrán dolor o que podrán volver a un nivel de actividad más alto del que recomendamos”. “Su rodilla estará mejor, pero nunca volverá a la normalidad”. 

 

Conclusión 

Primero pruebe todo lo demás. El doctor Parsley recomienda hacer una evaluación exhaustiva y explorar las opciones conservadoras. “Por ejemplo, si recupera la fuerza y la flexibilidad de los músculos que rodean la rodilla, se reducirá el dolor y se mejorará la función”.

Otros tratamientos no quirúrgicos son los medicamentos para el dolor, la pérdida de peso y las inyecciones de esteroides o lubricantes.

Comprenda que la cirugía no es una cura. Aunque el RTR aliviará algunos síntomas de la artritis, no es una cura para esta enfermedad progresiva. Incluso si se somete a una cirugía articular, tendrá que seguir controlando su artritis manteniendo un peso saludable, manteniéndose fuerte y flexible con el ejercicio, tomando los medicamentos recetados y cuidando su salud general. 

Reconozca el riesgo. Es posible que tengan que hacerle una cirugía de revisión, cosa que no ocurre con las personas mayores, en parte porque es probable que usted sea más activo. Las revisiones en pacientes jóvenes se hacen con el doble de frecuencia que en pacientes mayores.

Considere la posibilidad de un reemplazo parcial de la rodilla. Según el doctor Glassman, esta es una buena opción para alguien con artritis en solo una parte o en uno de los tres compartimentos de la rodilla. Es una cirugía más pequeña, con una recuperación posiblemente más rápida y menos dolorosa. Eso sí, las prótesis parciales suelen desgastarse en 10 a 12 años. También está la posibilidad de que desarrolle artritis en los otros dos compartimentos de la rodilla y que necesite un reemplazo completo.

Acuda al cirujano con más experiencia. El doctor Glassman recomienda que le pida a su internista que lo remita a un cirujano ortopédico que se dedique principalmente a los reemplazos de la rodilla, y que se asegure de que ese cirujano también tratará las complicaciones. 

 

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