Comorbilidades en la artritis inflamatoria

Las personas con artritis suelen tener también otras enfermedades. Cuando dos enfermedades se presentan juntas, se denominan comorbilidades. Algunas de estas afecciones pueden empeorar el dolor, mientras que otras dificultan el control de la enfermedad. Dado que las comorbilidades pueden suponer un desafío para la salud general y la calidad de vida, hace que un buen plan de tratamiento del dolor sea aún más importante. 

Estas son solo algunas de las afecciones relacionadas con el dolor que pueden ser más habituales en las personas con artritis:

Las personas con formas inflamatorias de artritis tienen hasta dos veces más probabilidades de desarrollar enfermedades cardíacas y vasculares (cardiovasculares) que las personas sin artritis inflamatoria. La inflamación puede estrechar los vasos sanguíneos, lo que dificulta que la sangre llegue al corazón. Cuando el músculo cardíaco no recibe suficiente sangre con alto contenido de oxígeno, se puede sufrir un dolor en el pecho, llamado angina de pecho.

En los hombres, la angina de pecho puede sentirse como si algo les oprimiera o apretara el pecho o los brazos. Las mujeres son más propensas a sentir un dolor agudo en el pecho. También pueden tener dolor en la espalda, el abdomen, el cuello, la mandíbula o la garganta. En el caso de los hombres, el dolor tiende a empeorar cuando están levantados y activos, mientras que las mujeres pueden tener dolor mientras descansan. Tanto en el caso de los hombres como en el de las mujeres, el dolor puede empeorar o ser más frecuente a medida que avanza la enfermedad cardíaca.

Las personas con formas inflamatorias de artritis tienen aproximadamente 1.5 más probabilidades de tener diabetes que las que no tienen artritis. Alrededor del 60-70% de las personas con diabetes tienen alguna forma de neuropatía, o daño nervioso. El tipo más frecuente es la neuropatía periférica. Los síntomas, como el entumecimiento, el hormigueo, el ardor y los calambres, comienzan en las piernas y los pies y se trasladan a las manos y los brazos. Estos síntomas pueden empeorar durante la noche.

En esta condición, el hueso viejo se rompe más rápido de lo que se puede construir el hueso nuevo. Esto hace que los huesos se vuelvan frágiles y se rompan con facilidad. Las personas con artritis inflamatoria tienen un mayor riesgo de padecer osteoporosis debido a la inflamación y a algunos de los fármacos utilizados para tratarla (por ejemplo, los corticoesteroides). Aunque la osteoporosis en sí no provoca síntomas, las fracturas óseas que pueden derivarse de ella pueden ser bastante dolorosas.

Varias afecciones pulmonares, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), son más frecuentes en las personas con artritis reumatoide (AR) que en la población general. La EPOC hace referencia a un par de enfermedades, enfisema y bronquitis crónica, que reducen el flujo de aire que entra y sale de los pulmones. Aunque la EPOC no causa dolor directamente, las personas que la padecen pueden experimentar dolor en el pecho debido a la presión en los pulmones o a ataques de tos que pueden tensar los músculos del pecho o incluso quebrar una costilla. Además, esforzarse por respirar puede provocar ansiedad, lo que puede intensificar el dolor en otras partes del cuerpo.

La artritis está relacionada o puede ser la causa de muchas otras afecciones, como problemas de visión, pérdida de audición y depresión. Es importante informarse sobre las comorbilidades de la artritis para prestar atención a los síntomas y buscar la orientación de su médico si es necesario.