Tendinitis 

La tendinitis es la inflamación de un tendón, un cordón de tejido grueso y flexible que une los músculos a los huesos. Los tendones ayudan a los músculos a mover los huesos. La tendinitis se produce mayormente en el hombro, el bíceps, el codo, la mano, la muñeca, el pulgar, la pantorrilla, la rodilla o el tobillo.  Dado que el dolor de la tendinitis se produce cerca de una articulación, a veces se la confunde con artritis. La enfermedad es más frecuente en adultos mayores de 40 años y en atletas. Algunas formas de tendinitis reciben su nombre de determinados deportes (por ejemplo, codo de tenista, codo de golfista, hombro de lanzador, hombro de nadador y rodilla de saltador).  
 

La tendinitis suele producirse a raíz de lesiones deportivas o movimientos repetitivos. Pero también puede ser causada por:

• Una mala postura o malos hábitos al caminar.
• Una infección.
• Esfuerzo de los tejidos blandos debido a una anomalía o una mala posición de una articulación o un hueso (como diferencias en la longitud de las piernas o deformidades articulares).
• Algunos tipos de artritis y enfermedades relacionadas (artritis reumatoide, artrosis y gota).
• Enfermedades metabólicas, como diabetes.
• Efectos colaterales de determinados medicamentos (como los antibióticos con fluoroquinolonas y los medicamentos con estatinas), aunque esto es muy infrecuente.
   

La tendinitis causa inflamación, sensibilidad y dolor en la zona que rodea una articulación, como los tendones, ligamentos y músculos. Algunos tipos pueden producirse repentinamente y durar unos días o más. El dolor empeora con el movimiento y generalmente mejora con el reposo o tratamiento. Los síntomas de tendinitis pueden reaparecer en la misma zona del cuerpo. 

La tendinitis puede desaparecer con el tiempo. De no ser así, el médico recomendará tratamientos para reducir el dolor y la inflamación y preservar la movilidad. Los síntomas severos pueden requerir el tratamiento especializado de un reumatólogo, un cirujano ortopédico o un fisioterapeuta. Con el tratamiento adecuado, la mayoría de las tendinitis no provocan discapacidad ni daño articular permanente. Las opciones de tratamiento incluyen:

• Reposo, hielo, compresión, elevación: muchas enfermedades del tejido blando son causadas por la sobreexigencia muscular, de modo que el primer tratamiento puede incluir reposo, terapia con frío, un vendaje ajustado y elevar la zona afectada.
• Fisioterapia o terapia ocupacional. Un fisioterapeuta puede brindar tratamientos con calor/frío; terapia con ultrasonido (ondas de sonido), láser y agua; movilización del tejido blando o la articulación (terapia manual); órtesis o dispositivos para aliviar la presión; un programa de ejercicio personalizado; análisis de la postura y el caminar; y educación acerca de las actividades apropiadas. Un terapeuta ocupacional puede recomendar dispositivos de asistencia, modificaciones para las actividades cotidianas y hábitos laborales para evitar nuevas lesiones y facilitar las actividades diarias.
• Férulas, dispositivos ortopédicos o cabestrillos: estos dispositivos de asistencia permiten que el área afectada repose hasta que se alivie el dolor.
• Medicamentos de venta libre y recetados: estos medicamentos incluyen analgésicos, como el acetaminofeno, o un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (NSAID), como la aspirina, el ibuprofeno o el naproxeno, que están disponibles en forma de píldora, gel, crema o parche. Según la gravedad de los síntomas, puede recetarse una versión en píldora más fuerte de un analgésico o NSAID.
• Inyecciones de corticoesteroides. Estos potentes medicamentos antiinflamatorios se inyectan directamente en una articulación en el consultorio del médico.
• Cirugía. Esta puede ser una opción si el tendón se desgarra (un desgarro del tendón de Aquiles en la parte inferior de la pantorrilla) o si hay lesiones en los tendones.
   

Dado que la tendinitis suele producirse por un uso excesivo, la mejor manera de prevenir que se repita es evitar o modificar las actividades que causen el problema. Un fisioterapeuta o terapeuta ocupacional pueden brindar sugerencias para modificar las actividades diarias. Los ejercicios para la amplitud del movimiento pueden ayudar a mejorar la flexibilidad y reducir la rigidez.