10 consejos para el cuidado de manos y pies para la artritis psoriásica

Tener artritis psoriásica puede ocasionar problemas en las manos y los pies: dedos inflamados, cambios en las uñas y dolor en los pies y los talones. Junto con los medicamentos para tratar la enfermedad subyacente, pruebe estas estrategias para ayudar a que sus manos y pies se sientan y se vean mejor.

Aplique compresas frías en las manos y los pies si le duelen o están inflamados. Un paquete de verduras congeladas o una bolsa con cubos de hielo pueden servir. La regla de oro es aplicar la compresa durante 10 y quitarla durante 10 minutos. Use una barrera protectora, como una toalla, entre la compresa fría y la piel para evitar que se irrite.

Para la fascitis plantar (la inflamación del ligamento delgado largo que se extiende desde el frente del pie hasta el talón y sostiene el arco del pie), haga rodar la planta del pie hacia adelante y atrás sobre una botella de agua. Funciona mejor si la botella está bien fría o congelada.

Un tercio de las personas con psoriasis tienen infecciones micóticas en las uñas. Es posible que su médico pida una biopsia del tejido ungueal para identificar el tipo de infección. Las opciones de tratamiento incluyen antimicóticos orales, como terbinafina (Lamisil) e itraconazol (Sporanox). Los tratamientos tópicos para las infecciones en las uñas incluyen ciclopirox (Penlac) y pasta o crema de urea.

Las lesiones en el tejido que rodea las uñas pueden hacer que la enfermedad cutánea se exacerbe. Mantenga las uñas de las manos cortas para evitar rasguñarse. Tener las uñas de los pies cortas reducirá las probabilidades de que se enganchen en los calcetines y el lecho de la uña se irrite. Pero no las corte tanto que las haga sangrar.

No empuje ni arranque las cutículas (ni deje que lo hagan en el salón de belleza). La manipulación de las cutículas puede causar heridas diminutas en el tejido y hacer que la psoriasis en las uñas empeore. Lesionar la piel que rodea las uñas también podría aumentar su riesgo de sufrir una infección si está tomando un medicamento que suprime el sistema inmunitario.

Si bien reposar las manos y dejarlas en remojo puede hacerle sentir muy bien, dejarlas en agua demasiado tiempo puede quitarle humedad a la piel y empeorar la psoriasis. Al hacerse la manicura o la pedicura, limite el tiempo de remojo a unos minutos u omítalo. Huméctese bien después del procedimiento.

Los esmaltes de uñas suelen ser seguros para las uñas, pero los médicos no recomiendan las uñas de acrílico porque quitarlas puede lesionar la lámina ungueal vulnerable. Los esmaltes de color dificultan ver los cambios debajo de las uñas que podrían dar señales de actividad de la enfermedad. Si tiene signos de infección en las uñas, como enrojecimiento e hinchazón, no use esmalte hasta que la infección se cure.

Los cambios en las uñas se tratan con los mismos medicamentos orales que se usan para controlar la psoriasis, pero su médico puede recomendarle una terapia con luz UV, cremas con corticoesteroides e inyecciones con corticoesteroides que se aplican debajo de la uña.

Elegir el calzado adecuado puede ayudar a aliviar el dolor de pies. El calzado de punta abierta o amplia ayuda a evitar el apiñamiento y la presión en los dedos inflamados. Los tacos altos pueden empujar los pies hacia adelante y acalambrar los dedos. Agregue una plantilla acolchonada o una talonera de silicona para un mayor soporte.

Los hongos proliferan en lugares húmedos y oscuros, así que elija calzado hecho de materiales transpirables naturales, como cuero o lona, y calcetines hechos de materiales sintéticos que eliminen la humedad. Si suele usar calzado deportivo, tenga al menos dos pares y altérnelos para evitar ponerse un calzado que todavía está húmedo por la transpiración del día anterior.