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Síndrome de dolor regional complejo

Una vieja lesión que todavía duele acompañada por cambios en el color de la piel pueden ser signos de síndrome de dolor regional complejo.

El síndrome de dolor regional complejo (SDRC) es una forma de dolor crónico que puede desarrollarse después de una lesión. Generalmente afecta un brazo, mano, pierna o pie. El SDRC varía en intensidad y duración. Algunos casos leves desaparecen con el tiempo. Los casos más graves pueden generar una discapacidad a largo plazo.

El SDRC puede producirse a cualquier edad, con un pico a los 40 años. Es más frecuente en las mujeres que en los hombres y en las personas con otras enfermedades inflamatorias y autoinmunes.

Los expertos no saben con certeza qué hace que algunas personas desarrollen SDRC y otras no. En más del 90% de los casos, el SDRC es desencadenado por un traumatismo, como fracturas, esguinces/distensiones, procedimientos médicos o quirúrgicos, e infecciones. Se cree que la lesión hace que parte del sistema nervioso funcione mal, lo cual provoca el síndrome.
 

Síntomas

El principal síntoma del SDRC es un dolor intenso continuo que se ha descrito como "dolor urente", "pinchazos" o como si alguien estuviera estrujando la parte del cuerpo afectada. 

Hay tres etapas distintas del SDRC:

Etapas

En la primera etapa, los signos y síntomas incluyen:
•    Dolor, hinchazón y rigidez en las áreas afectadas.
•    Cambios en la temperatura de la extremidad (más caliente o más fría).
•    Cambios en el color de la extremidad afectada (se ve manchada, pálida, azul, púrpura o roja).
•    Crecimiento rápido de las uñas y el pelo.

La segunda etapa se produce después de semanas o meses, con síntomas que suelen incluir:
•    Dolor urente.
•    Piel fría.
•    Uñas frágiles.
•    Hinchazón
•    Espasmos musculares.

La tercera etapa puede provocar cambios permanentes y se caracteriza por:
•    Dolor intenso.
•    Cambios en la textura de la piel (piel brillosa y delgada).
•    Debilidad muscular o problemas para coordinar los movimientos.
•    Disminución del movimiento articular y la función de las extremidades.

No existe una prueba específica que pueda diagnosticar o confirmar el SDRC. Una revisión minuciosa de las lesiones pasadas, los síntomas y los antecedentes médicos y familiares ayudará a realizar el diagnóstico. Los análisis de laboratorio pueden ayudar a descartar otras causas de los síntomas.
 
Diagnosticarlo y tratarlo de manera temprana puede ayudar a reducir y prevenir daños permanentes. Los tratamientos pueden incluir:
•    Biorretroalimentación:
•    Medicamentos. 
•    Fisioterapia. 
•    Terapia ocupacional.
•    Psicoterapia. 
•    Cirugía.
•    Estimulación nerviosa.
•    Bloqueos nerviosos.

Obtenga más información acerca de los medicamentos utilizados para tratar el SDRC en la guía de medicamentos para la artritis.
Vivir con una enfermedad que provoca dolor crónico puede ser agotador. Cuidar su cuerpo, mente y espíritu ayuda a sanar el cuerpo y le permitirá vivir mejor. Coma una dieta nutritiva, mantenga un peso saludable, mueva el cuerpo, equilibre la actividad y el descanso, medite y pase tiempo con amigos. 

 

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