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El efecto de la AR en el cerebro

Conozca los posibles vínculos entre la artritis reumatoide y los efectos cognitivos, y cómo controlarlos.

Por Linda Rath

Muchas personas con artritis reumatoide (AR) afirman tener problemas de memoria, atención y concentración mental. Por ejemplo, olvidan nombres y citas, les cuesta encontrar las palabras correctas y tienen dificultades para hacer planes y llevarlos a cabo. Algunos sostienen que la pérdida de claridad mental, a menudo denominada "niebla mental", es casi tan preocupante como la artritis en sí.

Investigación limitada

Es difícil determinar con exactitud qué tan común es la pérdida de claridad mental en pacientes con AR porque los investigadores la han ignorado en gran medida.

"Tenemos bibliografía relativamente buena sobre los problemas cognitivos asociados al lupus y a la fibromialgia, en los que la niebla mental se ha comprobado, pero nadie ha estudiado realmente la AR", explicó Patti Katz, PhD, profesora de Medicina en la Universidad de California, San Francisco.

Katz y sus colegas analizaron 15 estudios sobre AR y cognición publicados entre 1994 y 2016. Algunos se limitaban a grupos pequeños (menos de 100 pacientes) y no todos eran de alta calidad. Sin embargo, la mayoría mostraba que las personas con artritis reumatoide tenían un desempeño más deficiente en las pruebas cognitivas que sus pares o controles. La memoria, la comunicación verbal, la atención, la concentración y la resolución de problemas parecían ser las áreas más problemáticas.

¿A quiénes afectan y por qué?

Existen varias teorías de por qué los problemas cognitivos pueden ser más comunes en pacientes con AR y otros tipos de artritis inflamatoria.

Algunos científicos, incluido Mark Swain, MD, profesor en la Universidad de Calgary, Canadá, creen que la inflamación es la causa principal. Hace más de una década, Swain y sus colegas demostraron que la inflamación crónica en el cuerpo —el resultado de citocinas como el factor de necrosis tumoral (FNT)— puede cambiar la forma en la que funciona el cerebro. El cerebro no sufre cambios estructurales, pero las redes de nervios comienzan a comunicarse entre sí de manera diferente. Esto puede contribuir a la presencia de muchos síntomas asociados con la enfermedad, incluida la niebla mental.

Algunos investigadores suecos llegaron a la misma conclusión después de hacer un seguimiento de casi 1,500 pacientes con diversos trastornos articulares durante dos décadas. Descubrieron una tasa significativamente mayor de deterioro cognitivo en las personas con AR y sugirieron que la inflamación crónica "desempeñó un papel importante en el aumento del riesgo".

Pero Katz piensa que el problema podría no ser tan simple.

"La AR es una enfermedad que comprende muchos aspectos, y debemos pensar en todos ellos porque realmente afectan a las personas", dijo Katz.

Algunos de los factores que pueden contribuir a la niebla mental incluyen los siguientes:

• Dolor. Se sabe con certeza que el dolor crónico puede afectar el pensamiento. Algunos de los centros de procesamiento del dolor del cerebro se superponen con áreas relacionadas con la memoria y la atención. Cuando compiten por recursos de procesamiento limitados, el dolor suele ganar. El dolor también puede reconfigurar el funcionamiento del cerebro.

• Depresión: La depresión es común en pacientes con AR. Algunos síntomas incluyen problemas con la planificación, la toma de decisiones, la memoria y la claridad mental (los mismos síntomas que describen las personas con niebla mental). Según Katz, uno de los desafíos de estudiar los problemas cognitivos es la dificultad para distinguirlos de la depresión. Algunos investigadores, aunque no Katz, consideran la niebla mental como un síntoma de la depresión y no como una enfermedad distinta.

• Enfermedad cardiovascular. Las personas con AR son más propensas a tener arterias estrechadas o bloqueadas en el cerebro, como resultado de una inflamación sistémica. Esto puede causar problemas relacionados con la memoria, el pensamiento y el razonamiento.

• Medicamentos para la artritis El metotrexato es el medicamento más común para el tratamiento de la AR y los corticoesteroides a veces se usan para aliviar el dolor a corto plazo. Ambos pueden causar problemas cognitivos, cambios en el estado de ánimo y confusión. Un pequeño estudio publicado en Toxicology and Applied Pharmacology en 2017 halló que los pacientes con AR tratados con metotrexato y otras drogas antirreumáticas modificadoras de la enfermedad (DMARD) convencionales presentaban un mayor riesgo de desarrollar demencia que los pacientes que tomaban otros medicamentos. Las dosis moderadas a altas de corticoesteroides pueden provocar problemas cognitivos en algunas personas, más comúnmente en las mujeres.

• Falta de ejercicio. Pocas cosas tienen un vínculo demostrado con la salud del cerebro más fuerte que el ejercicio. Existen miles de estudios que demuestran los beneficios a largo plazo, pero hay nuevas investigaciones que sugieren que el ejercicio puede tener un efecto inmediato también. Carson Smith, MD, y sus colegas de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Maryland hallaron que la memoria de los adultos mayores mejoraba considerablemente después de una única sesión de 30 minutos de ejercicio. Un estudio francés reveló que un trote de solo 15 minutos aumentaba la energía y la claridad mental.

Qué dicen los CDC

En 2017, investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) publicaron un estudio que comparaba la cognición en más de 6,000 personas, con y sin artritis. A diferencia de otros estudios anteriores más pequeños, no se hallaron diferencias entre los dos grupos en cuanto a la función cerebral. Los investigadores dicen que obtuvieron diferentes resultados porque consideraron el dolor, la depresión, la falta de ejercicio, la edad y otros factores asociados tanto a la niebla mental como a la AR. Una vez que estos se identificaron, las personas con AR no mostraron más problemas cognitivos que otros adultos mayores. Lo que se asoció con elementos de deterioro de la función cerebral fue el estilo de vida sedentario, la depresión y tener un nivel socioeconómico más bajo. Esto implica que la AR en sí no causa niebla mental, pero los factores asociados a ella sí pueden hacerlo.

Apuntar a varios factores de riesgo

Si los problemas cognitivos son complejos, la solución debe ser compleja también. Esta es la idea que subyace a un ensayo clínico innovador realizado en Finlandia llamado estudio FINGER. ​​​​​​​ En este ensayo controlado aleatorizado de dos años en el que participaron más de 1,200 adultos mayores con un riesgo elevado de demencia, los cambios en el estilo de vida, incluida una dieta antiinflamatoria, el ejercicio y el entrenamiento cerebral, redujeron el deterioro cognitivo en un 30%. ​​​​​​​ Apuntar a varios factores de riesgo permitirá lograr beneficios óptimos.

Estos son algunos consejos que pueden ayudarlo a mantener su cerebro en forma:

• Duerma bien. El sueño profundo y reparador ayuda a despejar la mente. Desarrolle una rutina de sueño saludable y cúmplala. Asegúrese de que su habitación esté fresca y oscura, evite la cafeína al final del día y apague las pantallas al menos una hora antes de acostarse.

• Hable con su médico sobre los medicamentos. Si toma DMARD convencionales o corticoesteroides a largo plazo, aborde las ventajas y las desventajas de cambiar a otro medicamento. También hable sobre otros medicamentos que tome. Algunos, incluidos los anticolinérgicos (usados ​​para tratar la vejiga hiperactiva, la EPOC y otras enfermedades) también pueden causar niebla mental.

• No se saltee los entrenamientos. No hay casi nada para lo que el ejercicio no sea útil. El dolor, la movilidad, el estado de ánimo, la fatiga y la claridad mental pueden mejorar en una sola sesión, pero los mayores beneficios se obtienen con el tiempo.

• Observe los patrones de niebla mental. Sus síntomas pueden empeorar por la mañana o cuando está cansado o estresado. Trate de programar tareas que requieran concentración y atención cuando esté en su mejor momento.

• Viva el presente. Es fácil preocuparse por el futuro, especialmente cuando se tiene una enfermedad crónica. Pero la preocupación por cosas que todavía no han sucedido ocupa un valioso espacio mental. En su lugar, Ashira Blazer, MD, reumatóloga y profesora asistente en NYU Langone Health en New York recomienda concentrarse en el momento presente.

En conclusión, ya sea que padecer AR contribuya directamente al deterioro cognitivo o no, llevar un estilo de vida saludable y mantener la enfermedad bajo control puede ayudar a evitar la niebla mental.

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