Pruebas de artritis reumatoide

Por Mary Anne Dunkin | 12 de junio de 2022

Diagnosticar la artritis reumatoide (AR) puede llevar tiempo. Al igual que otras formas de artritis, el diagnóstico se basa en gran medida en los resultados de un examen médico y en los síntomas del paciente. Estos pueden incluir hinchazón, sensibilidad y dolor articular en la misma articulación o en articulaciones en ambos lados del cuerpo (como ambas muñecas o ambas rodillas); fatiga y fiebre. Las pruebas de laboratorio y las pruebas de diagnóstico por imágenes pueden ayudar a su médico a realizar el diagnóstico.

Pruebas de laboratorio para diagnóstico

La evidencia de AR se puede detectar en la sangre, por lo que los análisis de sangre juegan un papel importante al realizar el diagnóstico. Las siguientes son algunas de las pruebas que su médico puede indicar.

• Índice de sedimentación eritrocitaria (ISE). El ISE puede determinar cuánta inflamación hay en su cuerpo al medir la rapidez con la que los glóbulos rojos (eritrocitos) se separan de otras células presentes en la sangre y se depositan como sedimento en el fondo de un tubo de ensayo. Debido a que la inflamación puede ser provocada por enfermedades distintas de la AR, los resultados deben considerarse junto con los de otras pruebas al hacer un diagnóstico de AR.
• Proteína C reactiva (PCR). Esta mide los niveles de PCR, una proteína producida por el hígado que indica inflamación. Los niveles altos de PCR son comunes en la AR y otras formas inflamatorias de artritis. Debido a que son varias las enfermedades y afecciones que pueden presentar niveles altos de PCR, estos por sí solos no indican que usted tenga artritis ni identifican qué forma de artritis padece. Los resultados deben interpretarse en función de sus síntomas y de los resultados de otras pruebas.
• Factor reumatoide (FR). El factor reumatoide es una proteína producida por el sistema inmunitario que puede atacar los tejidos sanos. Los niveles altos de factor reumatoide pueden ayudar a su médico a diagnosticar la AR. Sin embargo, los niveles de FR también pueden ser altos en el caso de otras enfermedades autoinmunes. Por consiguiente, una prueba de FR por sí sola no puede utilizarse para diagnosticar la AR.
• Prueba de anticuerpos anti-PCC (APCC o PCC). Esta prueba busca detectar los anticuerpos péptidos cíclicos citrulinados (PCC), que pueden encontrarse en la sangre del 60% al 80% de las personas con artritis reumatoide. Generalmente se realiza junto con una prueba de FR.
• Prueba de anticuerpos antinucleares (ANA). Los anticuerpos antinucleares (ANA) son un tipo de anticuerpo, una proteína que ataca los propios tejidos de su cuerpo. La presencia de ANA puede indicar una enfermedad autoinmune, incluida la AR.

Pruebas de diagnóstico por imágenes

Las pruebas de diagnóstico por imágenes, junto con el examen físico y las pruebas de laboratorio, pueden ayudar a identificar la AR. Estas pruebas de diagnóstico por imágenes pueden utilizarse para diagnosticar la AR.

• Radiografía. Las radiografías pueden mostrar daño óseo, característico de la AR, donde los huesos se unen en las articulaciones. Son una herramienta común en el diagnóstico; sin embargo, debido a que el daño provocado por la inflamación se desarrolla con el tiempo y es posible que no se observe en radiografías desde el principio, pueden no ser útiles para diagnosticar la AR en una etapa temprana.
• Resonancia magnética La resonancia magnética es un procedimiento en el que se usan ondas de radio y un potente imán conectado a una computadora para crear una imagen en 3D de las estructuras internas del cuerpo. La resonancia magnética puede mostrar cambios en los cartílagos y en los huesos que indican la presencia de AR.
• Ecografía. La ecografía usa ondas sonoras para crear imágenes de las estructuras internas del cuerpo. Se puede utilizar para ver cambios en los huesos y en los cartílagos que sugieran AR antes de que aparezcan cambios en la radiografía. Otros beneficios de la ecografía incluyen su costo relativamente bajo y el hecho de que no expone el cuerpo a la radiación, como la radiografía.
• Tomografía computarizada (TC). Una TC es un procedimiento de diagnóstico por imágenes que combina una serie de radiografías para crear imágenes transversales de distintas partes del cuerpo. Los estudios demuestran que las TC pueden ser efectivas para ver las primeras erosiones óseas que ocurren con la AR.

Pruebas de laboratorio para control

Algunas de las mismas pruebas de laboratorio y de diagnóstico por imágenes que se usan para diagnosticar la AR también se emplean para controlar la evolución de la enfermedad y la respuesta al tratamiento. Es posible que su médico le indique otras pruebas para detectar los efectos colaterales de los medicamentos utilizados para tratar la AR o los efectos de la enfermedad en sí. Es posible que su médico le indique algunas de estas pruebas de laboratorio durante el tratamiento.

• Índice de sedimentación eritrocitaria (ISE). Un índice de sedimentación reducido es un indicio de que la inflamación está siendo controlada.
• Proteína C reactiva (PCR). Al igual que con el índice de sedimentación, los niveles más bajos de PCR indican que se está controlando la inflamación.
• Prueba MBDA (Vectra DA). Este análisis de sangre verifica 12 proteínas, hormonas y factores de crecimiento. Le da a su médico un puntaje único de actividad de la enfermedad que puede indicar qué tan agresiva es, qué tan probable es que tenga un brote al suspender los medicamentos y qué combinaciones de medicamentos pueden funcionar mejor para usted.
• Hemograma completo (CBC). Si bien el CBC no necesariamente le dirá a su médico qué tan activa es su enfermedad, los componentes de la prueba pueden ayudar si la AR o su tratamiento producen complicaciones. Por ejemplo, los niveles bajos de glóbulos rojos indican anemia, que es común en personas con AR. Un bajo recuento de glóbulos blancos, que son necesarios para combatir infecciones, y un bajo recuento de plaquetas, que son necesarias para hacer que la sangre coagule, a veces pueden ocurrir en personas que toman productos biológicos.
• Enzima hepática (SGOT, SGPT, bilirrubina, fosfatasa alcalina). Medir los niveles de enzimas hepáticas en la sangre puede ayudar a su médico a determinar si hay daño hepático, el cual puede estar asociado al tratamiento de la AR, una enfermedad autoinmune relacionada o la AR en sí.
• Hematocrito (HCT) y hemoglobina (HGB). Estas pruebas miden la cantidad y la calidad de los glóbulos rojos. Los recuentos más bajos de glóbulos rojos pueden significar que los medicamentos, como los NSAID o los corticoesteroides, están causando hemorragia gastrointestinal.
• Perfil lipídico. Debido a que algunos medicamentos para la AR, como los inhibidores de la interleucina y los inhibidores de JAK, pueden aumentar los niveles de triglicéridos y colesterol, su médico puede controlar esos niveles durante el tratamiento de la AR y recetar medicamentos para reducir los niveles de lípidos, si es necesario.
• Pruebas de la función renal. Las pruebas de laboratorio de sangre y orina pueden indicarle a su médico la efectividad con la que los riñones eliminan los productos de desecho del cuerpo. El daño renal puede ocurrir debido a la AR en sí o a los medicamentos utilizados para tratarla, incluidos los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID), las drogas antirreumáticas modificadoras de la enfermedad (DMARD), los corticoesteroides y los productos biológicos.

Pruebas de diagnóstico por imágenes para control

Existen diversas pruebas de diagnóstico por imágenes que se pueden utilizar para controlar el daño articular que se produce como resultado de la inflamación. Estas pueden coincidir con las que se usan para diagnosticar la AR, e incluyen las siguientes:   

• Radiografía
• Resonancia magnética
• Ecografía
• Tomografía computarizada (TC)