Potenciadores del estado de ánimo

Mantenerse optimista no siempre es fácil. Un atasco, plazos imposibles en el trabajo o el estrés generado por tener que vivir con una enfermedad crónica pueden hacer que su estado de ánimo caiga en picada. Afortunadamente, le ofrecemos algunas formas sencillas de levantar el ánimo.
 

Busque a un amigo o familiar que siempre esté de buen humor. Según una investigación basada en Ciencia de la Psicología Clínica, puede contagiarse el mal humor de forma similar a como se contagia un resfriado. Por eso, si desea levantar el ánimo, permanezca cerca de personas optimistas.

Numerosas investigaciones demuestran que el ejercicio ayuda a aliviar la depresión. Intente transformarlo en un hábito. Haga ejercicio de forma moderada cinco veces a la semana, durante 30 minutos. Incluso podría dividirlo en tres sesiones de 10 minutos. ¿No es de los que van al gimnasio? Dé un paseo por su barrio o por un parque cercano.

Múltiples estudios demuestran que la música puede levantar el ánimo. Un estudio descubrió que escuchar música alegre no solo mejoró el estado de ánimo a corto plazo, sino que incrementó la felicidad general durante un periodo de dos semanas. Otro estudio reportó que varias personas con fibromialgia informaron una disminución en los niveles de dolor luego de escuchar su música favorita.
 

La comida reconfortante puede hacer que se sienta mejor a corto plazo. Esta clase de alimentos elevan su nivel de azúcar en sangre y activan los centros de placer en el cerebro. Pero esas delicias pueden provocar un bajón más tarde. Por lo tanto, apéguese a una dieta completa que contenga muchas frutas, verduras, cereales y proteínas.

Centrarse en la gratitud lo distraerá del dolor que puede estar sintiendo a causa de su artritis. Numerosas investigaciones afirman que mostrar gratitud puede ayudar a aliviar la depresión y reducir los niveles de estrés. Pruebe escribir en un diario o practicar una meditación guiada centrada en la gratitud.

El voluntariado y las donaciones a su comunidad pueden hacer que se sienta bien en el momento en el que lleva a cabo la acción y también pueden aportar beneficios duraderos. Según la Fundación de Salud Mental, varias pruebas demuestran que el hecho de ayudar a los demás potencia su propia salud y bienestar al reducir el estrés, mejorar su bienestar emocional e incluso su salud física.

Según el Centro Médico de la Universidad de Rochester, los dueños de mascotas hacen más ejercicio y tienen más contacto social que los que no las tienen. Si adoptar o visitar a la mascota de otra persona no es una opción, intente ver un video de perros o gatos. Un estudio efectuado por la Universidad de Indiana demostró que las personas se sentían más positivas luego de ver videos relacionados con gatos.
 

Cuando se tiene dolor crónico, una buena noche de sueño puede ser difícil de conseguir. Según una investigación publicada en la revista Sleep, el sueño interrumpido está relacionado con el mal humor. Intente acostarse siempre a la misma hora, dormir en una habitación fresca y oscura, y alejarse de las pantallas una hora antes de ir a dormir.

Distráigase de sus pensamientos y salga al exterior. Contemple las vistas y los sonidos de su barrio, charle con sus vecinos o arranque algunas malezas de su jardín. El simple hecho de sentir el viento en el cabello y tomar un poco de sol lo ayudará a levantar el ánimo.
 

Puede parecer una tontería sonreír si está de mal humor, pero un estudio publicado en Psychological Science sugiere que sonreír puede influir en la forma en la que nos sentimos físicamente. Sonreír durante un momento de estrés realmente puede ayudar a reducir la respuesta corporal al estrés.