Cómo controlar las emociones y la artritis

Las emociones que acompañan el dolor, la fatiga y otros síntomas físicos propios de la artritis pueden ser sorprendentes e incluso abrumadoras. Es natural y comprensible que las personas con artritis experimenten altibajos de resiliencia y ansiedad. La etapa de la vida en la que se encuentra, la imagen de sí mismo, las relaciones, las responsabilidades, la seguridad económica y el estado de la enfermedad afectarán sus emociones mientras maneja su enfermedad.

«Las formas de reaccionar ante las crisis son sumamente individuales y variadas. Se puede experimentar una gama de diversas emociones —a veces contradictorias—- de forma simultánea», afirma Kenneth J. Doka, PhD, profesor de psicología y asesoramiento en la Universidad de Nueva Rochelle, en New York.

Algunas de las emociones que puede experimentar durante su viaje viviendo con artritis son:

Estas emociones no se encuentran solas. Su mente y su cuerpo están estrechamente vinculados. Sus síntomas físicos influirán en los sentimientos que experimente. Y sus emociones pueden cambiar la forma en la que percibe los síntomas físicos, y empeorarlos. Por ejemplo, si siente dolor puede ponerse de mal humor o alejarse de sus amigos y familiares. Por otro lado, el hecho de centrarse en algo bueno de su vida puede hacer que sus dolores sean más fáciles de sobrellevar. Esta es la razón por la cual el cuidado de su salud emocional es una parte fundamental de un plan de tratamiento integral.

Hay medidas que puede tomar para mejorar su bienestar emocional, entre las que se incluyen:

• Trabajar con su médico para tener su enfermedad bajo control y minimizar los efectos colaterales de la medicación es un primer paso importante.  
• Hacer lo posible para mantener a raya las emociones negativas mediante el autocuidado físico y emocional. Entre las opciones de autocuidado se incluyen las prácticas que involucran mente y cuerpo, la musicoterapia y la terapia artística, el ejercicio, una dieta saludable, los masajes y la programación gradual de actividades. 
• Participar en actividades sociales para evitar la sensación de aislamiento y descubrir salidas para poder reír y jugar.
• Buscar asesoramiento profesional o un grupo de apoyo específico para la artritis puede brindarle una salida para hablar de sus emociones y proporcionarle mecanismos de afrontamiento. 

Doka recomienda: «cultive las fortalezas que siempre ha tenido. Mire hacia atrás para ver cómo ha manejado las crisis en el pasado y pregúntese cómo eso podría ser útil para usted ahora». Además, sostiene que debería hacerse estas preguntas: 
« ¿Qué recursos personales tengo? 

• ¿Cómo me habla mi fe? 
• ¿A quién conozco que me brinde mucho apoyo? 
• ¿Con quién puedo hablar?».

Sin importar en qué punto de su viaje emocional con la artritis se encuentre, cuenta con una gran cantidad de opciones para controlar su bienestar físico y emocional. Recuerde que no está solo con sus sentimientos y tenga en cuenta estas estrategias cuando necesite ayuda para afrontar el dolor y las emociones.