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Menopausia con una enfermedad reumática

Los síntomas de la artritis inflamatoria y la menopausia pueden ser sorprendentemente similares. También lo son muchas de las mejores formas de enfrentarse a ellas.

Por Linda Rath | 23 de septiembre de 2022

La menopausia es el fin natural de la menstruación, que se define como 12 meses seguidos sin regla ni manchado. La edad promedio, según a quién consulte, es de 50 o 51, pero puede llegar antes o después. En las investigaciones más recientes, se sugiere que las formas inflamatorias de la artritis, como la artritis reumatoide (AR) o la artritis psoriásica tienen poco efecto en el momento o la forma de pasar la menopausia. Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de datos, la ciencia sobre la relación entre ambos no está del todo clara.

Ciencia inestable

Los científicos asumieron durante mucho tiempo que el descenso de los niveles hormonales en la menopausia aumentaba el riesgo o empeoraba los síntomas de artritis. Esto se debe, en parte, a que los altibajos hormonales de la perimenopausia (la larga transición a la menopausia) y la propia menopausia son similares a los cambios hormonales durante el embarazo y después de él.

Al comienzo del embarazo, cuando los niveles de estrógeno son elevados, el dolor y la hinchazón articular pueden mejorar o incluso desaparecer, para rebrotar después del parto cuando los niveles hormonales disminuyen. Otro factor significativo es que muchas enfermedades inflamatorias autoinmunes, como la AR y el lupus, afectan a muchas más mujeres que hombres (2 a 1 y 9 a 1, respectivamente). Se cree que las hormonas desempeñan una función importante en esta disparidad.

No obstante, los estudios sobre la menopausia y la artritis son contradictorios, y los resultados varían de una enfermedad a otra. Por ejemplo, en algunos estudios menores se informó que la actividad de la enfermedad y los brotes disminuyeron después de la menopausia en personas con lupus, un hallazgo sorprendente, aunque estos estudios no pudieron demostrar una relación definitiva entre la disminución de las hormonas y la reducción de los brotes. En otras investigaciones se ha demostrado que el terapia de reemplazo hormonal (TRH) puede aumentar el riesgo de brotes leves o moderados en pacientes con lupus.

Por otro lado, en algunos estudios se ha descubierto que la disminución de los niveles hormonales durante la menopausia aumenta las proteínas inflamatorias que se sabe que contribuyen a la AR. En otros se informa que la función es peor en las pacientes posmenopáusicas con AR que en las premenopáusicas. Sin embargo, en un estudio de 2020 que involucraba a más de 1.3 millones de mujeres no se encontró ninguna asociación entre la AR y los factores reproductivos como la menopausia, aunque sí se encontró un pequeño aumento de la AR con la TRH. En un estudio de 2021 tampoco se encontró relación entre la AR y la menopausia, la edad de la primera regla o el embarazo.

Síntomas comunes y soluciones

Algo cierto sobre la artritis y la menopausia es que pueden causar síntomas similares, incluyendo fatiga, problemas gastrointestinales (GI), pérdida de hueso y problemas de sueño.  Puede ser un desafío averiguar si la artritis o la menopausia están causando ciertos síntomas, pero se puede ayudar a ambos con lo siguiente:

  • Ejercicio diario. El ejercicio aeróbico y el entrenamiento de resistencia son cruciales para aliviar el dolor de artritis, mejorar la movilidad, controlar el peso y aliviar la depresión y la ansiedad (gracias en parte a una sustancia química del cerebro contra la ansiedad llamada neuropéptido Y, que se libera durante el ejercicio y también puede ayudar a dormir). El ejercicio tiene los mismos beneficios durante y después de la menopausia, cuando también ayuda a prevenir la pérdida ósea relacionada con la menopausia y mejora la calidad de vida. Los expertos dicen que hay que elegir un ejercicio que sea desafiante pero posible. Demasiado difícil y se desanimará; demasiado fácil y no obtendrá los beneficios.
  • Alimentos saludables. Décadas de investigación han demostrado que el patrón de alimentación mediterráneo basado en las plantas, con su énfasis en las verduras, algunas frutas, una pequeña cantidad de pescado y grasas saludables, especialmente el aceite de oliva, ofrece poderosos beneficios tanto para la artritis como para las complicaciones de la menopausia, incluyendo las enfermedades cardiovasculares, los sofocos y los sudores nocturnos.  Reducir la cafeína por sí sola puede ayudar a prevenir los sofocos y los brotes de AR.
  • No fumar. El tabaquismo no solo es uno de los principales factores de riesgo de la AR, sino que también aumenta los síntomas vasomotores, como los sofocos y los sudores nocturnos. Si fuma, aprenda las mejores maneras de dejar de fumar. Si no fuma, no empiece a hacerlo.
  • Meditación de atención plena. En varios estudios se ha demostrado que la meditación de atención plena, que se centra en prestar atención en el momento presente sin juzgar, alivia muchos síntomas habituales de la menopausia y la artritis, como el insomnio y la depresión.
  • HRT. Hace veinte años, los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) pusieron fin de manera abrupta a su investigación a gran escala sobre la terapia de reemplazo hormonal (TRH) para mujeres posmenopáusicas, por considerar que existía una relación entre la THS y el cáncer de mama y algunos tipos de enfermedades cardíacas. Esa relación se ha desmentido desde entonces, o al menos se ha demostrado que es mucho más matizada. En la actualidad, las directrices del American College of Rheumatology (ACR) recomiendan la THS para la mayoría de las personas posmenopáusicas con enfermedades reumáticas. Las excepciones son las personas con lupus o con anticuerpos antifosfolípidos, que aumentan el riesgo de formación de coágulos. El ACR recomienda de forma condicional la TRH para aquellas personas con lupus que no tengan anticuerpos antifosfolípidos, y menciona un pequeño riesgo de aumento de los brotes. Una recomendación condicional significa que no hay suficientes pruebas para emitir un juicio firme en uno u otro sentido. No debe tomar TRH si tiene el síndrome antifosfolípido o está en tratamiento con medicamentos anticoagulantes, como la warfarina o la heparina.

Para algunas personas, la THS puede ayudar a aliviar muchos de los síntomas de la menopausia, como la sequedad cutánea y vaginal y el descenso de la libido. Si cumple los requisitos y cree que le gustaría probarlo, hable con su médico. Sin embargo, no hay que descuidar los cambios en el estilo de vida, que no tienen efectos colaterales y pueden beneficiar a la artritis, a los síntomas de la menopausia y a su salud en general.

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