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Vaya a la piscina para aliviar el dolor articular

Haga ejercicio en el agua para tener un mayor soporte y menos dolor.

¿Recuerda cómo era caminar sin dolores? Recupere esa sensación realizando ejercicios en el agua.

"Hacer ejercicio en una piscina alivia el dolor y la rigidez de forma casi instantánea", afirma Mary Sanders, PhD, fisióloga clínica del ejercicio de Nevada y directora del programa WaterFit. "Incluso si no se siente cómodo caminando fuera del agua, flotar en una piscina le da libertad de movimiento y al mismo tiempo le proporciona apoyo".

Póngase el traje de baño y pruebe estos consejos de entrenamiento acuático de Sanders.

Usar la piscina para aliviar el dolor articular:

Comience con algo sencillo. Comience con una caminata básica hacia adelante, con los hombros alineados con las caderas y las manos a los costados. Apoye primero el talón, luego el tercio anterior, y a continuación empújese con los dedos del pie. Agite los brazos frente a las piernas, empujando y arrastrando el agua hacia los lados.

Marcha atrás. Las investigaciones realizadas en Japón demuestran que caminar hacia atrás en el agua hace que se activen más músculos, sobre todo en torno a la columna vertebral, los cuádriceps y las espinillas, al tiempo que aumenta el ritmo cardíaco. También puede mejorar su equilibrio. Empiece de puntillas, luego empuje hacia abajo sobre el tercio anterior de los pies y rote hacia los talones, moviendo el brazo y la pierna opuestos mientras empuja el agua detrás de usted con las manos.

Vaya a la parte más profunda. Cuanto más sumergido esté el cuerpo, más liviana será la carga para las articulaciones. Si tiene artritis en los hombros o en la columna vertebral, mantener la parte superior del cuerpo bajo el agua aumenta los beneficios de la actividad física, ayudando a quemar más calorías a la vez que mejora la movilidad y el rango de movimiento. Utilice un cinturón de flotación para mantenerse erguido.

Tenga cuidado. El calzado para el agua evita los resbalones, los guantes con membrana añaden resistencia a su entrenamiento y el cinturón de flotación ayuda a su estabilización.

La temperatura del agua recomendada para el ejercicio en aguas cálidas es de 83 a 90 grados. La mayoría de las personas consideran que las temperaturas en este rango son confortables y alivian las articulaciones y los músculos doloridos, lo que facilita el ejercicio. En general, cuanto más lentos sean los movimientos del ejercicio, más cálida debe ser el agua para la mayoría de las personas.

Puede buscar clases acuáticas para personas con artritis en YMCA, clubes de salud, hospitales y centros de rehabilitación. Además, consulte a un fisioterapeuta titulado que pueda orientarlo sobre los niveles adecuados de intensidad, duración y frecuencia de las clases.

 

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