Imágenes guiadas para el dolor de artritis
Su mente puede ser un instrumento poderoso para reducir el estrés, la ansiedad y el dolor.
Las imágenes guiadas (una técnica de mente y cuerpo que también se conoce como visualización) es una manera bien reconocida y validada científicamente de aliviar el dolor, el estrés, la ansiedad y la depresión. Está respaldada por la idea de que si puede visualizar que su dolor está cediendo, puede hacer que eso se concrete. Por ejemplo, en lugar de tomar el frasco más cercano de analgésicos, puede cerrar sus ojos, respirar profundamente y visualizar el dolor como una esfera brillante que se aleja de su cuerpo flotando serenamente.
Cómo funcionan las imágenes guiadas
"Las imágenes guiadas ayudan al cuerpo a bajar los niveles circulantes de las hormonas del estrés, en especial el cortisol", explica Patrice Rancour, RN, terapeuta de imágenes guiadas del departamento de medicina integrativa del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio.
En el momento de estrés, se activa el mecanismo de lucha o huida del cuerpo. El organismo libera una ráfaga de cortisol y otras hormonas de estrés que lo preparan para correr o bien para enfrentar lo que nos amenaza. Esta ráfaga de hormonas es útil en el corto plazo, pero cuando sigue activándose día tras día, puede aumentar los niveles de inflamación del cuerpo. "Las prácticas de mente y cuerpo pueden calmar el sistema nervioso simpático, que es nuestro sistema nervioso del estrés", explica Rancour.
Durante las imágenes guiadas, usted puede imaginarse una escena que le genere paz y que abarque todos sus sentidos, desde lo que ve, oye, saborea, toca y huele hasta lo que piensa y siente. También es útil visualizar su cuerpo como le gustaría que fuera. Por ejemplo, podría imaginarse corriendo por un campo, con sus articulaciones ágiles y sin dolor. Mientras corre a velocidad, siente el susurro del viento en su cabello, el sudor en la frente y el movimiento de sus brazos impulsándolo hacia adelante. Se imagina feliz y despreocupado.
Sumergirse en una escena lo coloca en un profundo estado de relajación y baja sus niveles de cortisol y ansiedad. Como resultado, "se reduce la percepción del dolor", agrega Rancour.
¿Las imágenes guiadas son realmente efectivas?
La investigación demuestra que las imágenes guiadas pueden brindar alivio a enfermedades dolorosas como la artritis. Los estudios también muestran que puede disminuir los niveles circulantes de cortisol, aliviar el estrés y la ansiedad, mejorar la función física y reducir el dolor.
Un estudio de 2015 publicado en Pain Management Nursing hizo una revisión de siete ensayos controlados y aleatorizados sobre imágenes guiadas para la artritis y otras enfermedades articulares. Los siete estudios mostraron reducciones estadísticamente significativas del dolor. La revisión también mostró que las imágenes guiadas mejoraron el movimiento y la función y redujeron la necesidad de los pacientes de usar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) y otros medicamentos para el dolor.
Incorporar la meditación guiada a su plan de tratamiento de la artritis puede reducir la necesidad de intervenciones médicas. "Cuanto mejor se logra hacer esto, menos se necesita tomar muchos medicamentos para el dolor resistente, o se puede empezar a dormir mejor de noche sin pastillas para dormir", asevera Rancour.
Cómo comenzar con las imágenes guiadas
Otra ventaja de las imágenes guiadas es que es muy fácil de implementar. Solo lleva 10 minutos y puede hacerlo donde quiera.
Hay muchas sesiones pregrabadas de imágenes guiadas disponibles en línea o en CD. Para encontrar prácticas de visualización para distintas enfermedades, visite el sitio web de Medicina Integrativa del Estado de Ohio. También puede encontrar un terapeuta local para que guíe la práctica. Pídale a su médico o profesional de salud mental que le recomiende a alguien de su zona capacitado en imágenes guiadas. Si necesita más opciones, consulte Imagery International para encontrar podcasts y un listado de terapeutas.
Practicar las imágenes guiadas puede convertirse en un hábito diario que derive en grandes recompensas de salud. "Es como comer las cinco porciones de vegetales todos los días", compara Rancour. "Es otra práctica de bienestar que puede incorporar a su régimen diario y actúa como un tónico".
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