Beneficios del ejercicio para la artrosis
Obtenga consejos de ejercicios para la artritis y aprenda por qué la actividad física es el mejor tratamiento no farmacológico para mejorar el dolor y la función articular cuando se tiene artrosis.
Aunque le preocupe que hacer ejercicio con artrosis (OA) pueda dañar sus articulaciones y causar más dolor, las investigaciones demuestran que las personas pueden y deben hacer ejercicio cuando tienen artrosis. De hecho, el ejercicio se considera el tratamiento no farmacológico más eficaz para reducir el dolor y mejorar el movimiento de los pacientes con artrosis.
¿Qué ejercicios funcionan mejor para la artrosis?
Cada uno de los tipos de ejercicios que se describen a continuación desempeña un papel fundamental a la hora de mantener y la mejorar la capacidad de movimiento y funcionamiento. Caminar y los ejercicios acuáticos son particularmente buenos para la mayoría de las personas con artrosis.
Ejercicios para la artrosis
La amplitud de movimiento se refiere a la capacidad de mover las articulaciones según el rango de movimiento para el que fueron diseñadas. Estos ejercicios incluyen estiramientos y movimientos suaves que llevan a las articulaciones a su máxima extensión. Hacer estos ejercicios con regularidad puede ayudar a mantener y mejorar la flexibilidad de las articulaciones.
Estos ejercicios fortalecen el corazón y mejoran la eficiencia de los pulmones. El ejercicio aeróbico también reduce la fatiga y aumenta la resistencia, al tiempo que ayuda a controlar el peso aumentando el número de calorías que el cuerpo utiliza. Algunos ejemplos de este tipo de ejercicio son caminar, correr de forma suave, montar en bicicleta, nadar o utilizar una caminadora.
Estos ejercicios ayudan a mantener y mejorar la fuerza muscular. Los músculos fuertes pueden sostener y proteger las articulaciones afectadas por la artritis.
Caminar, además de ser un ejercicio suave para las articulaciones, tiene muchos beneficios. Una de las principales ventajas es que mejora la circulación y previene las enfermedades cardíacas, reduce la presión arterial y, como ejercicio aeróbico, fortalece el corazón. También reduce el riesgo de fracturas (al detener o ralentizar la pérdida de masa ósea) y tonifica los músculos que sostienen las articulaciones.
Son especialmente útiles para las personas que acaban de empezar a hacer ejercicio, así como para las que tienen sobrepeso. Cuando se realizan ejercicios acuáticos no se nada, sino que se está de pie con el agua a la altura de los hombros. La flotabilidad que aporta el agua ayuda a aliviar la presión del peso de su cuerpo sobre las articulaciones afectadas (caderas y rodillas en particular), a la vez que proporciona resistencia para que sus músculos se fortalezcan. El ejercicio acuático regular puede ayudar a aliviar el dolor y mejorar la función diaria de las personas con artrosis de cadera y rodilla.
Siga siempre los consejos de su médico o fisioterapeuta. En general, los ejercicios de amplitud de movimiento deben realizarse todos los días.
La recomendación semanal para quienes realizan ejercicio aeróbico es de 150 minutos con una intensidad moderada o 75 minutos con una intensidad alta, o una combinación equivalente. Esto equivale a dar un paseo rápido de 30 minutos caminando o en bicicleta, cinco veces por semana. También puede correr de forma suave, nadar o andar en bicicleta. Realizar estas actividades durante 25 minutos tres veces a la semana, o cualquier combinación de estos según su capacidad y preferencia, hace que su corazón trabaje y se fortalezca.
"El ejercicio es bueno. Pero hágalo de forma inteligente", dice Bashir Zikria, MD, profesor asistente de Medicina Deportiva en el Centro Médico de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore. "Los ejercicios de bajo impacto, como caminar, montar en bicicleta o usar una máquina elíptica son buenas opciones", afirma el Dr. Zikria. "Si corre, juega al baloncesto o realiza otras actividades de alto impacto, evite las superficies duras y no lo haga todos los días".
Cree un plan de ejercicios personalizado
Múltiples estudios demuestran que el ejercicio de leve a moderado es beneficioso para las personas con artritis. Sin embargo, las circunstancias de cada persona son diferentes, por lo que es importante hablar con su médico o fisioterapeuta sobre la actividad física. Junto con su equipo de atención médica puede diseñar un plan de ejercicios que sea el mejor para usted.
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