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Ashley Nicole: Más fuerte que la AR

 Aprendió a salir adelante con artritis reumatoide. Ahora empodera a otras mujeres con AR.

Por Allison Wilcosky | 7 de febrero de 2023

Cuando Ashley Nicole tenía 21 años, comenzó a tener dolor en las manos. Lo atribuyó a trabajar en el comercio minorista y a tocar el saxofón durante varios años, a pesar de haber visto síntomas similares en su madre y su abuela, ambas con artritis reumatoide (AR). Pero cuando se levantó un día con dolor en todo el cuerpo, su madre le insistió en que fuera a la sala de urgencias. Allí, le indicaron que solo usara medicamentos de venta libre para controlar el dolor, aunque no le habían hecho ningún estudio.

Duran los siguientes seis años, el dolor se extendió a otras articulaciones y, a los 27 años le diagnosticaron AR y tenía daño articular grave en las muñecas. Supo por su reumatóloga que el daño no podía repararse, pero que se podía evitar que la enfermedad avanzara. Ashley, que ahora tiene 39 años, ha estado trabajando con ella desde entonces.

"Tuve la bendición de mantener esa relación con ella", dice Ashley. "Pudimos detener el avance". Tuvimos algunas pruebas y errores para encontrar el medicamento correcto. Ahora, llevo cinco o seis años con [un medicamento biológico] y funciona a las mil maravillas".

En los años transcurridos desde su diagnóstico, ha desarrollado un amor por la salud y el fitness y se ha propuesto convertirse en entrenadora personal. "Obtuve una Certificación de Entrenador Maestro de la Federación Nacional de Entrenadores Profesionales en 2018, pero alguien cercano a mí en ese momento no me apoyaba en esto. Me decía 'Tienes AR. ¿Cómo vas a ayudar a alguien a hacer algo que tú no puedes? Ni siquiera puedes hacer una flexión de brazos'. Así que dije: 'Mírame cómo lo hago'".

Lanzó RA Warrior Fitness en marzo de 2020 tras perder su trabajo a tiempo completo. "'Tal vez consiga que un puñado de personas se unan a mi programa'", pensó, "y 60 personas se sumaron". La misión de RA Warrior Fitness es empoderar a las personas que viven con AR para mejorar su calidad de vida a través de la fe, los alimentos y el fitness. "Esas son las tres cosas en las que me basé para llegar a donde estoy hoy, que es salir adelante", señala.

Ashley se concentra en ayudar a sus clientes a ejercitar su mentalidad, reconocer su AR e identificar obstáculos. Educa a sus clientes acerca de los alimentos antiinflamatorios para ayudar a controlar los síntomas. En cuanto al fitness, Ashley entiende los desafíos. "Me encuentro con la persona justo donde está porque recuerdo que hubo un tiempo en el que no podía levantar una pesa. Incluso sostener una taza era muy difícil", comenta.

"Debo ser la persona que yo necesitaba cuando recibí el diagnóstico", dice, "porque cuando recibí el diagnóstico y estaba atravesando todos esos síntomas horribles, no había nadie que hablara de manera positiva sobre eso. Ciertamente no había ningún ejemplo de alguien que realmente estuviera saliendo adelante. Sentí que debía convertir mi dolor en un propósito para ayudar a otras mujeres. Quiero mostrarles a los guerreros de la artritis reumatoide que 'Sí, tengo mis días malos, también. Pero aun así se puede salir adelante con esto'". 

Y ella está saliendo adelante. El año pasado, cumplió el sueño de participar en su primera competencia de fisiculturismo, y obtuvo el primer puesto.

"Mi reumatóloga y yo tenemos una relación muy buena, pero cuando fui para mi control aproximadamente cuatro meses antes de la competencia, ella tenía dudas de que debiera participar. Le preocupaban mis muñecas, pero creé mis propias muñequeras para mantenerlas seguras y fui cuidadosa. Cuando volví para mi seguimiento, me puse mi corona y mi medalla y dije '¡Lo logré!'".
 
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