Un estudio clasifica los tratamientos para la artrosis de rodilla
Un nuevo estudio analiza cuáles son los mejores abordajes para aliviar a las personas con artrosis de rodilla, una afección que padece aproximadamente el 20 por ciento de las personas de más de 45 años en Estados Unidos.
La artrosis de rodilla puede ser extremadamente dolorosa y limitar la capacidad de movimiento de las personas. Si bien no hay una cura, hay muchos tratamientos disponibles para reducir los síntomas, incluidos los medicamentos con receta y los de venta libre. El ejercicio y la pérdida de peso en el caso de pacientes con sobrepeso u obesidad también puede ayudar. La cirugía de reemplazo de toda la rodilla es efectiva, pero solo se realiza en casos en los que la enfermedad se encuentra en un estadio avanzado y se hace médicamente necesario realizarla.
Así que, ¿cuál es el mejor tratamiento? Para ayudarnos a encontrar la mejor opción, un grupo de investigadores se propuso evaluar cómo se clasificaban entre sí los tratamientos no quirúrgicos basados en medicamentos para aliviar el dolor y mejorar la función física. Los autores no abordaron los cambios en el estilo de vida, como la pérdida de peso y el ejercicio. Este estudio se publicó recientemente en la revista Journal of American Academy of Orthopaedic Surgeons (JAAOS).
Los investigadores utilizaron una técnica llamada metaanálisis en red para analizar y clasificar los resultados de 56 estudios que comparaban dos o más de los siguientes tratamientos intraarticulares (que se inyectan en una articulación) y orales: ácido hialurónico intraarticular (IA), corticoesteroides intraarticulares, plasma rico en plaquetas intraarticular, placebo intraarticular, acetaminofeno, diclofenaco, ibuprofeno, naproxeno, celecoxib LINK diclofenaco ibuprofeno naproxeno, celecoxib y placebo oral.
Después de hacer los cálculos, los investigadores hallaron que el naproxeno estaba por encima de todos los demás tratamientos en cuanto al alivio del dolor y la mejora de la función física (seguido del corticoesteroide IA, el plasma rico en plaquetas IA, el celecoxib y el ibuprofeno). El naproxeno también ocupó el primer lugar en cuanto a la mejora de la función física solamente (seguido por el diclofenaco, el celecoxib, el ibuprofeno y el plasma rico en plaquetas IA). Y la inyección de corticoesteroides IA ocupó el primer lugar en cuanto al alivio del dolor solamente (seguido por el ibuprofeno, el plasma rico en plaquetas, el naproxeno y el celecoxib).
"Los pacientes con artritis de rodilla pueden usar esta información para decidir a qué tratamiento recurrir", explica el autor principal del estudio David S. Jevsevar, MD, director del departamento de Ortopedia del Dartmouth-Hitchcock Medical Center, en Lebanon, New Hampshire. "Hay varios tratamientos disponibles para controlar la artrosis de rodilla. Algunos funcionan mejor que otros. Algunos controlan bien el dolor, y otros son mejores para la función física. Nuestro estudio demostró que el naproxeno funciona mejor para controlar el dolor y mejorar la función física, y es uno de los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos más económicos".
Este análisis también demostró que las inyecciones con ácido hialurónico no fueron mejores que el placebo en cuanto al control del dolor y la mejora de la función física (si bien algunas directrices recomiendan este tratamiento controvertido para la artrosis de rodilla, otras tienen una opinión neutral al respecto, y otras recomiendan no utilizarlo). "Los estudios publicados han demostrado claramente que el ácido hialurónico IA no es tan efectivo como otros tratamientos, aunque hemos visto que hay pacientes que juran lo contrario", dice el Dr. Jevsevar. "Muchas personas que sufren de un brote de artrosis de rodilla normalmente se mejorarán aun si no hacen nada al respecto. El ácido hialurónico tiene un efecto solo apenas mejor que las inyecciones con placebo, y no lo ofrezco rutinariamente a mis pacientes nuevos".
¿Algún otro tratamiento que no funcionó bien? El acetaminofeno quedó casi último en la lista de tratamientos para controlar el dolor y mejorar la función física.
Este estudio tiene algunas limitaciones. Una de ellas es que los investigadores no describieron cuán bien funcionó cada tratamiento por sí mismo, sino que el estudio clasificó cómo los tratamientos funcionaban en comparación con los otros y creó una jerarquía que iba desde el tratamiento más efectivo hasta el menos efectivo. Tampoco dieron detalles sobre los efectos colaterales. Por ejemplo, los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), como el ibuprofeno, diclofenaco, celecoxib y naproxeno, tienen reconocidos efectos colaterales, entre los que se incluyen problemas gastrointestinales y cardiovasculares.
"Aunque el uso rutinario de AINE para las afecciones artríticas crónicas debe realizarse con precaución, el naproxeno parece (de acuerdo a numerosos estudios) estar asociado a un menor riesgo de eventos cardíacos en comparación con los demás medicamentos de su clase", explica el Dr. Jevsevar.
Por otra parte, las dos intervenciones más efectivas, la pérdida de peso y el ejercicio, no se incluyeron en la comparación. "No incluimos tratamientos no quirúrgicos como los ejercicios aeróbicos de bajo impacto y de fortalecimiento, la fisioterapia y la pérdida de peso. Existen distintos abordajes en cuanto al tratamiento con ejercicio y la pérdida de peso, por lo que sería difícil comparar estas estrategias en un estudio como el nuestro, y estas estrategias ya han demostrado ser beneficiosas para el control de la artritis de rodilla", dijo el Dr. Jevsevar.
"Este estudio es un buen comienzo, y el metaanálisis en red es un buen método para comparar múltiples terapias", dice Stuart Silverman, MD, profesor clínico de Medicina en Cedars-Sinai y UCLA en Los Angeles. "Pero no utilizaría este estudio como una hoja de ruta para tratar a los pacientes, ni les diría a mis pacientes que lo usen para elegir una terapia. El tratamiento de la artrosis de rodilla debe ser específico para cada paciente. Este artículo no analizó otros abordajes no farmacéuticos recomendados y efectivos como el ejercicio y la pérdida de peso. Tampoco incluyó un análisis de los efectos colaterales, como los efectos gastrointestinales y cardiovasculares, otras enfermedades coexistentes que puedan tener los pacientes, la edad del paciente, la duración del efecto de cada tratamiento y la relación costo-beneficio", explica.
"Yo y muchos reumatólogos estamos al tanto de los posibles efectos colaterales de los AINE y, por lo tanto, normalmente empezamos con un gel tópico con AINE, que no fue estudiado. Recién después de ver que no hay una respuesta al gel tópico, consideramos un inhibidor de la COX2 o AINE oral", cuenta el Dr. Silverman, y luego agrega que él usa el control farmacológico para que sus pacientes puedan hacer ejercicio para mejorar su función física y perder peso.
Karen Sutton, MD, cirujana de Medicina Deportiva del Hospital for Special Surgery en Stamford, Connecticut, tiene una opinión diferente respecto de este estudio. "El metaanálisis en red ayuda a guiar el régimen del tratamiento de nuestros pacientes con artrosis. Se les enseña a los pacientes sobre la atención médica que reciben, y si les podemos dar una progresión probada formal de un esquema para su tratamiento, se sentirán mejor si está basada en una investigación".
Autora: Alice Goodman
La artrosis de rodilla puede ser extremadamente dolorosa y limitar la capacidad de movimiento de las personas. Si bien no hay una cura, hay muchos tratamientos disponibles para reducir los síntomas, incluidos los medicamentos con receta y los de venta libre. El ejercicio y la pérdida de peso en el caso de pacientes con sobrepeso u obesidad también puede ayudar. La cirugía de reemplazo de toda la rodilla es efectiva, pero solo se realiza en casos en los que la enfermedad se encuentra en un estadio avanzado y se hace médicamente necesario realizarla.
Así que, ¿cuál es el mejor tratamiento? Para ayudarnos a encontrar la mejor opción, un grupo de investigadores se propuso evaluar cómo se clasificaban entre sí los tratamientos no quirúrgicos basados en medicamentos para aliviar el dolor y mejorar la función física. Los autores no abordaron los cambios en el estilo de vida, como la pérdida de peso y el ejercicio. Este estudio se publicó recientemente en la revista Journal of American Academy of Orthopaedic Surgeons (JAAOS).
Calificación de las distintas opciones
Los investigadores utilizaron una técnica llamada metaanálisis en red para analizar y clasificar los resultados de 56 estudios que comparaban dos o más de los siguientes tratamientos intraarticulares (que se inyectan en una articulación) y orales: ácido hialurónico intraarticular (IA), corticoesteroides intraarticulares, plasma rico en plaquetas intraarticular, placebo intraarticular, acetaminofeno, diclofenaco, ibuprofeno, naproxeno, celecoxib LINK diclofenaco ibuprofeno naproxeno, celecoxib y placebo oral.
Después de hacer los cálculos, los investigadores hallaron que el naproxeno estaba por encima de todos los demás tratamientos en cuanto al alivio del dolor y la mejora de la función física (seguido del corticoesteroide IA, el plasma rico en plaquetas IA, el celecoxib y el ibuprofeno). El naproxeno también ocupó el primer lugar en cuanto a la mejora de la función física solamente (seguido por el diclofenaco, el celecoxib, el ibuprofeno y el plasma rico en plaquetas IA). Y la inyección de corticoesteroides IA ocupó el primer lugar en cuanto al alivio del dolor solamente (seguido por el ibuprofeno, el plasma rico en plaquetas, el naproxeno y el celecoxib).
"Los pacientes con artritis de rodilla pueden usar esta información para decidir a qué tratamiento recurrir", explica el autor principal del estudio David S. Jevsevar, MD, director del departamento de Ortopedia del Dartmouth-Hitchcock Medical Center, en Lebanon, New Hampshire. "Hay varios tratamientos disponibles para controlar la artrosis de rodilla. Algunos funcionan mejor que otros. Algunos controlan bien el dolor, y otros son mejores para la función física. Nuestro estudio demostró que el naproxeno funciona mejor para controlar el dolor y mejorar la función física, y es uno de los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos más económicos".
Este análisis también demostró que las inyecciones con ácido hialurónico no fueron mejores que el placebo en cuanto al control del dolor y la mejora de la función física (si bien algunas directrices recomiendan este tratamiento controvertido para la artrosis de rodilla, otras tienen una opinión neutral al respecto, y otras recomiendan no utilizarlo). "Los estudios publicados han demostrado claramente que el ácido hialurónico IA no es tan efectivo como otros tratamientos, aunque hemos visto que hay pacientes que juran lo contrario", dice el Dr. Jevsevar. "Muchas personas que sufren de un brote de artrosis de rodilla normalmente se mejorarán aun si no hacen nada al respecto. El ácido hialurónico tiene un efecto solo apenas mejor que las inyecciones con placebo, y no lo ofrezco rutinariamente a mis pacientes nuevos".
¿Algún otro tratamiento que no funcionó bien? El acetaminofeno quedó casi último en la lista de tratamientos para controlar el dolor y mejorar la función física.
Qué no consideró este estudio
Este estudio tiene algunas limitaciones. Una de ellas es que los investigadores no describieron cuán bien funcionó cada tratamiento por sí mismo, sino que el estudio clasificó cómo los tratamientos funcionaban en comparación con los otros y creó una jerarquía que iba desde el tratamiento más efectivo hasta el menos efectivo. Tampoco dieron detalles sobre los efectos colaterales. Por ejemplo, los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), como el ibuprofeno, diclofenaco, celecoxib y naproxeno, tienen reconocidos efectos colaterales, entre los que se incluyen problemas gastrointestinales y cardiovasculares.
"Aunque el uso rutinario de AINE para las afecciones artríticas crónicas debe realizarse con precaución, el naproxeno parece (de acuerdo a numerosos estudios) estar asociado a un menor riesgo de eventos cardíacos en comparación con los demás medicamentos de su clase", explica el Dr. Jevsevar.
Por otra parte, las dos intervenciones más efectivas, la pérdida de peso y el ejercicio, no se incluyeron en la comparación. "No incluimos tratamientos no quirúrgicos como los ejercicios aeróbicos de bajo impacto y de fortalecimiento, la fisioterapia y la pérdida de peso. Existen distintos abordajes en cuanto al tratamiento con ejercicio y la pérdida de peso, por lo que sería difícil comparar estas estrategias en un estudio como el nuestro, y estas estrategias ya han demostrado ser beneficiosas para el control de la artritis de rodilla", dijo el Dr. Jevsevar.
No hay una "hoja de ruta" para el tratamiento
"Este estudio es un buen comienzo, y el metaanálisis en red es un buen método para comparar múltiples terapias", dice Stuart Silverman, MD, profesor clínico de Medicina en Cedars-Sinai y UCLA en Los Angeles. "Pero no utilizaría este estudio como una hoja de ruta para tratar a los pacientes, ni les diría a mis pacientes que lo usen para elegir una terapia. El tratamiento de la artrosis de rodilla debe ser específico para cada paciente. Este artículo no analizó otros abordajes no farmacéuticos recomendados y efectivos como el ejercicio y la pérdida de peso. Tampoco incluyó un análisis de los efectos colaterales, como los efectos gastrointestinales y cardiovasculares, otras enfermedades coexistentes que puedan tener los pacientes, la edad del paciente, la duración del efecto de cada tratamiento y la relación costo-beneficio", explica.
"Yo y muchos reumatólogos estamos al tanto de los posibles efectos colaterales de los AINE y, por lo tanto, normalmente empezamos con un gel tópico con AINE, que no fue estudiado. Recién después de ver que no hay una respuesta al gel tópico, consideramos un inhibidor de la COX2 o AINE oral", cuenta el Dr. Silverman, y luego agrega que él usa el control farmacológico para que sus pacientes puedan hacer ejercicio para mejorar su función física y perder peso.
Karen Sutton, MD, cirujana de Medicina Deportiva del Hospital for Special Surgery en Stamford, Connecticut, tiene una opinión diferente respecto de este estudio. "El metaanálisis en red ayuda a guiar el régimen del tratamiento de nuestros pacientes con artrosis. Se les enseña a los pacientes sobre la atención médica que reciben, y si les podemos dar una progresión probada formal de un esquema para su tratamiento, se sentirán mejor si está basada en una investigación".
Autora: Alice Goodman