Fiebre reumática

La fiebre reumática es una complicación que se produce al no tratar la faringitis estreptocócica y que puede ser mortal. Gracias a los antibióticos, la fiebre reumática es infrecuente en los Estados Unidos y otros países desarrollados. Puede causar daños permanentes en el corazón e insuficiencia cardíaca. Es más frecuente en los niños de 5 a 15 años.

La fiebre reumática es una inflamación en el corazón, las articulaciones, la piel y el sistema nervioso central, que puede producirse después del tratamiento inadecuado de una faringitis estreptocócica o una escarlatina. Estas enfermedades son provocadas por una infección a causa de la bacteria estreptococo del grupo A. El tratamiento adecuado de la faringitis estreptocócica puede prevenir la fiebre reumática.

Los médicos no saben con seguridad a qué se debe el vínculo entre la bacteria estreptococo y la fiebre reumática. La bacteria estreptococo parece engañar al sistema inmunitario para que ataque determinados tejidos corporales, lo cual provoca fiebre. La inflamación resultante puede causar problemas a largo plazo, como enfermedad cardíaca reumática.

La fiebre reumática suele producirse entre dos y cuatro semanas después de una infección por estreptococo en la garganta, y puede ser tan leve que ni siquiera nos damos cuenta. 
Los síntomas varían y pueden incluir:

• Fiebre
• Dolor y sensibilidad en las articulaciones, mayormente en los tobillos, las rodillas, los codos o las muñecas.
• Dolor que pasa de una articulación a otra.
• Enrojecimiento, calor o hinchazón en las articulaciones.
• Nódulos indoloros pequeños debajo de la piel.
• Dolor de pecho.
• Soplo cardíaco.
• Fatiga
• Sarpullido indoloro liso o con un leve relieve.

La fiebre reumática también puede causar un trastorno temporal del sistema nervioso. Los síntomas incluyen:

• Movimientos corporales espasmódicos incontrolables en las manos, los pies y el rostro.
• Brotes de una conducta inusual, como llorar o reírse inadecuadamente.

Los médicos diagnostican la fiebre reumática realizando un examen físico. El médico revisará si hay fiebre, inflamación articular, sarpullido o nódulos debajo de la piel, soplo cardíaco o ritmos cardíacos anormales y signos de inflamación nerviosa, lo cual se realiza con unas simples pruebas de movimientos.

Si se ha diagnosticado y tratado previamente una faringits estreptocócica, el médico pedirá un análisis de sangre para evaluar la presencia de anticuerpos relacionados con la infección en la sangre. La función cardíaca puede examinarse con un electrocardiograma (ECG) y un ecocardiograma.
 

Las metas del tratamiento son destruir las bacterias, aliviar los síntomas y prevenir recaídas. El tratamiento suele incluir:

• Antibióticos, como penicilina, para eliminar cualquier bacteria estreptocócica remanente.
• Tratamiento prolongado con antibióticos para prevenir recaídas.
• Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID), como naproxeno o ibuprofeno, para reducir la inflamación y el dolor.
• Pueden usarse corticoesteroides, como prednisona, si la inflamación es severa.
• Pueden administrarse otros medicamentos para reducir los movimientos involuntarios intensos.

Si el tejido cardíaco se ve afectado por la inflamación, es necesario realizar un reposo estricto en cama por unas semanas o unos meses hasta que los síntomas mejoren. Es necesario realizar un seguimiento prolongado, ya que pueden aparecer daños cardíacos permanentes bastante después de finalizada la fase de fiebre aguda de la enfermedad. Si su hijo tuvo fiebre reumática, es importante incluirlo en su historia clínica incluso cuando llegue a la adultez, ya que necesitará realizarse exámenes cardíacos regulares.