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De qué manera la AJ puede afectar el sueño

 La artritis juvenil puede tener un impacto en la calidad del sueño de su hijo. Aprenda cómo ayudar a su hijo a descansar mejor. 

Dormir lo suficiente es importante para el desarrollo y bienestar de cualquier niño. Pero para los niños con artritis juvenil (AJ), dormir lo suficiente para estar bien descansados puede ser difícil. 

En comparación con los niños que no tienen esta enfermedad, las investigaciones indican que los niños con artritis tienen más dificultades para conciliar el sueño y dormir, señala Sharron Docherty, enfermera practicante pediátrica y profesora adjunta de la Facultad de Enfermería de la Universidad Duke en Durham, Carolina del Norte. También es más probable que se despierten demasiado temprano por la mañana y tengan dificultades para volver a dormirse, explica. 

Docherty fue parte de un estudio de investigación que descubrió que los niños con artritis tuvieron menos sueño de ondas lentas que los niños sin artritis.

El sueño de ondas lentas, también conocido como "sueño profundo", es la fase reparadora en un ciclo de sueño. No dormir lo suficiente puede causar niebla mental y problemas de memoria.  Para los niños, el sueño de ondas lentas es especialmente importante para un normal crecimiento y desarrollo, explica Docherty.  

Causas de los problemas para dormir

Existen diversas razones por las que los niños con artritis podrían experimentar problemas para dormir. Un grupo de investigadores de psicología de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill descubrió que un estado de ánimo deprimido estaba vinculado con una mala calidad de sueño en los niños con artritis idiopática juvenil (AIJ).

Los niños que informaron sentirse tristes o angustiados durante el día informaron una mala calidad de sueño por la noche, señala Maggie Hood Bromberg, PhD, líder del estudio y psicóloga clínica de niños y adolescentes de Seattle, Washington.

El estudio también descubrió una fuerte relación entre el dolor y la calidad de sueño. En promedio, los niños que experimentaron más dolor también informaron un sueño deficiente. Curiosamente, otros factores, como la cantidad de articulaciones afectadas y la intensidad general de la enfermedad, no tuvieron una correlación con la calidad de sueño, comenta Bromberg. 

Lo que el estudio no explica es si el dolor y el estado de ánimo deprimido son la causa o el resultado del sueño deficiente. Bromberg sospecha que probablemente sea una combinación de ambas cosas. Los niños con dolor y tristeza pueden tener una peor calidad de sueño, lo que a su vez puede provocar aún más dolor y tristeza al día siguiente, explica Bromberg. Pero es necesario investigar más para comprender mejor esta relación compleja, comenta Bromberg.  

Además, los adolescentes que tienen horarios agitados repletos de clases exigentes, mucha tarea o actividades después de la escuela pueden tener problemas para dormir. 

"Los adolescentes pueden entrar en un ciclo en el que lleguen a su casa exhaustos después de la escuela, duerman una siesta de dos o tres horas, luego se queden levantados hasta tarde y no duerman lo suficiente", explica Marisa Klein-Gitelman, MD, profesora de pediatría de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern y directora de la división de reumatología del Hospital de Niños de Chicago.

De qué manera pueden ayudar los padres

Para ayudar a su hijo a descansar mejor, Bromberg recomienda probar lo siguiente:

  • Evite que su hijo duerma siestas durante el día.
  • Prohíbale el consumo de cafeína por la mañana y por la noche.
  • Fomente una rutina relajante a la hora de acostarse, como tomar un baño tibio o escuchar una música relajante, en lugar de ver la televisión, jugar a un videojuego o mirar las redes sociales o el teléfono.
  • Asegúrese de que su hijo haga ejercicio cardiovascular regularmente, que se ha demostrado que mejora el sueño, el estado de ánimo y el dolor. Pero Bromberg advierte: "Si su hijo tiene limitaciones con respecto a la actividad, consulte a su médico sobre el tipo de ejercicio apropiado y la cantidad indicada".

Otros consejos incluyen:

  • Fomente que su hijo se vaya a dormir y se levante a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana.
  • Convierta la habitación de su hijo en una zona sin dispositivos electrónicos. Algunas investigaciones indican que el uso de dispositivos electrónicos antes de irse a dormir puede interferir en la calidad del sueño.
  • Evite servirle a su hijo grandes comidas poco antes de acostarse.
  • De ser posible, haga que su hijo tome los medicamentos que alteren el sueño (como la prednisona y la hidroxicloroquina) más temprano durante el día, en lugar de tomarlos a la noche.

Si parece que usted y su hijo lo han intentado todo y los problemas de sueño persisten, hable con el médico de su hijo sobre otras maneras de lograr descansar mejor.

Revisado el 3/15/22

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