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Ragú de cordero bajo en sodio 

Deje que los sabores aparezcan lentamente con esta receta de ragú de cordero bajo en sodio con un sabor delicioso gracias a las hierbas, las especias y el tiempo de preparación.  

45 min.

Aproximadamente 45 minutos para preparar y cocinar, sin incluir el tiempo de horno.

464 cal

464 calorías por porción.

3 porciones

Rinde 3 porciones.

Descripción general

La clave de un delicioso ragú es darle tiempo de cocción para que aparezcan los sabores. Esta no es una receta rápida, tómese el tiempo necesario para cocinar con calma y disfrutar el proceso. Por suerte, la mayor parte del tiempo se la lleva la cocción en el horno. La ventaja de las recetas que obtienen su sabor de los ingredientes frescos, las especias y el tiempo de cocción es que no es necesario potenciar el sabor con un exceso de sal.  La autora de la receta, Jessica Goldman, cambió su dieta para consumir menos sodio y así mejorar su insuficiencia renal y su vida con lupus. 

Para preparar esta receta, necesitará un cuchillo afilado, una cacerola, una sartén, un bol pequeño y una olla mediana.  

Información nutricional (por porción)*: grasa total (17 g); carbohidratos (43 g); sodio (147 mg); azúcar (11 g); fibra (7 g); colesterol (93 mg); proteína (29 g) 

Ingredientes 

2 chuletas de cordero y 1/2 libra de carne de cordero guisada 

1/2 libra de pappardelle (o consultar al vendedor la cantidad adecuada) 

1 bulbo de hinojo cortado en cubos 

1 nabo pequeño cortado en cubos 

1 cebolla morada cortada en cubos finos 

4 dientes de ajo picados en trozos 

1 cda. de harina 

1 vaso de vino blanco 

3 tomates corazón de buey (pueden ser más fáciles de cortar) 

Ralladura de una naranja 

2 cdas. de perejil fresco picado 

2 cdas. de romero fresco picado 

2 cdas. de aceite de oliva 

Comino molido, hojuelas de pimiento rojo, pimienta negra o blanca y nuez moscada recién rallada, a gusto 

Preparación

Ajustar la temperatura del horno a 350 °F. 

En la cacerola, calentar 1 cucharada de aceite de oliva a fuego medio. 

Una vez que el aceite esté caliente, agregar la cebolla y el ajo y revolver, de vez en cuando, hasta que la cebolla se ablande y el ajo se dore. Si comienza a pegarse a la cacerola, agregar un poco de vino blanco o vinagre de cava para desglasar; y recolectar y reservar esos sabores asados para la salsa. 

Agregar el nabo y el hinojo, y seguir cocinando a fuego medio hasta que se ablanden y se doren.

Agregar los tomates en cubos, el romero, el vino, el comino, las hojuelas de pimiento y la pimienta. Subir el fuego hasta que la mezcla comience a hervir. 
 

En una sartén, calentar la segunda cucharada de aceite de oliva. Cuando esté caliente, dorar las chuletas de cordero, aproximadamente 3 minutos de cada lado, y agregarlas al caldo de ragú. 

En la misma sartén, dorar la carne de cordero para guisar durante unos 5 minutos y agregarla al caldo de ragú. 

Tapar la cacerola y colocarla en el horno durante 1 1/2 hora o 2 horas hasta que el cordero se desprenda del hueso. 

Unos 10 minutos antes de comer, sacar el ragú de cordero del horno y colocarlo nuevamente en la estufa, a fuego medio o alto.  

Poner a calentar una segunda olla de agua hirviendo para la pasta. 

En un bol aparte, mezclar el jugo del ragú con la harina. Batir hasta que no queden grumos y volver a agregar la salsa espesada a la olla. 

Una vez que el agua de la pasta hierva, poner los pappardelle y cocinar de 3 a 5 minutos. Escurrir y añadir un poco de aceite de oliva si la pasta se pega. 

Cuando quiera servir, emplatar la pasta y verter la salsa por encima. Decorar con el perejil fresco y la ralladura de naranja. 

Consejos y beneficios sobre los ingredientes

Reducir el consumo de sal puede disminuir el riesgo de tener presión arterial alta, que puede provocar accidentes cerebrovasculares, enfermedades renales y ataques al corazón. Comer menos sal también puede disminuir la pérdida de calcio de los huesos, reduciendo la osteoporosis y el riesgo de fracturas. 

Las personas con artritis reumatoide (AR) pueden sentir aún más los efectos de la sal. Los corticoesteroides, utilizados habitualmente para tratar la AR, hacen que el cuerpo retenga más sodio. Lo ideal es tener un consumo de sal de menos de 1,500 mg por día. 

El hinojo fresco no solo aporta sabor a la receta y ayuda a la digestión, sino que es realmente bueno para las personas con artritis. Colabora con la salud ósea y contiene un nutriente llamado "colina" que ayuda a disminuir la inflamación crónica.  

 

*Descargo de responsabilidad: Toda la información nutricional proporcionada es aproximada y se basa en las medidas del USDA. Las cantidades reales pueden variar en función de los ingredientes exactos utilizados, la forma de preparación y el tamaño de la porción.  

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