Arteritis de células gigantes
La arteritis de células gigantes es una enfermedad de los vasos sanguíneos, generalmente en la cabeza/el cuero cabelludo y el cuello.
La arteritis de células gigantes (ACG), o arteritis temporal, es una enfermedad inflamatoria que afecta los vasos sanguíneos grandes del cuero cabelludo, el cuello y los brazos. La inflamación provoca el estrechamiento o la obstrucción de los vasos sanguíneos, lo cual interrumpe la circulación sanguínea. La enfermedad suele estar asociada con la polimialgia reumática.
Las mujeres caucásicas mayores de 50 años (más frecuentemente entre los 70 y los 80 años) tienen un mayor riesgo de desarrollar arteritis de células gigantes. Si bien las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar ACG, las investigaciones sugieren que los hombres tienen más probabilidades de sufrir ceguera a causa de esta enfermedad.
Causas
La causa de la ACG es incierta, pero se cree que es un enfermedad autoinmune, en la que el propio sistema inmunitario del cuerpo ataca los vasos sanguíneos, incluso las arterias temporales, que suministran sangre a la cabeza y el cerebro. Se cree que los factores genéticos y ambientales (como las infecciones) tienen un rol importante. Dado que es infrecuente en personas menores de 50 años, su desarrollo podría estar asociado con el proceso de envejecimiento.
Síntomas
Los primeros síntomas de la arteritis de células gigantes podrían asemejarse a los síntomas gripales, como fatiga, pérdida de apetito y fiebre. Los síntomas específicamente relacionados con la inflamación de las arterias de la cabeza incluyen:
- Dolores de cabeza, a menudo intensos.
- Sensibilidad en el cuero cabelludo o las sienes.
- Visión doble.
- Pérdida temporal o permanente de la visión (como tener una cortina que cubre parte del ojo).
- Mareos o problemas de coordinación y equilibrio.
- Dolor de mandíbula al comer o hablar.
- Dolor persistente en la garganta o dificultad para tragar.
- Dolor ocasional en el pecho.
Diagnóstico
El diagnóstico de arteritis de células gigantes se basa mayormente en los síntomas y un examen físico. El examen puede revelar que la arteria temporal está inflamada y sensible al tacto, y que tiene un pulso reducido.
Se realiza una biopsia de la arteria temporal si el examen sugiere la presencia de ACG. Este procedimiento consiste en extraer un diminuto pedazo de tejido de arriba y delante de la oreja y examinarlo con un microscopio. Una biopsia positiva mostrará células anormales en las paredes arteriales. A veces puede ser necesario realizar más de una biopsia para llegar a un diagnóstico.
Tratamiento
El tratamiento inmediato con altas dosis de corticoesteroides reduce el pequeño pero definitivo riesgo de ceguera. Al igual que con la polimialgia reumática, los síntomas de arteritis de células gigantes desaparecen rápidamente con el tratamiento, pero la terapia con corticoesteroides puede ser necesaria durante meses o años para mantener baja la inflamación.
A veces, la ACG puede tratarse con otros medicamentos inmunodepresores, como el metotrexato.
Autocuidados
Una vez que los síntomas desaparecen y los marcadores inflamatorios en la sangre se normalizan, el riesgo de ceguera disminuye enormemente. Una nutrición apropiada, la actividad física, el descanso y seguir el régimen de medicamentos recetado son importantes para controlar la enfermedad y combatir cualquier posible efecto colateral de la terapia con corticoesteroides. La ACG se ha asociado con un mayor riesgo de aneurismas (una zona hinchada y debilitada de una arteria), que pueden producirse años después del diagnóstico. Los médicos y cuidadores deben estar atentos a esta posibilidad.
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