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Espondilitis anquilosante juvenil 

La espondilitis anquilosante juvenil afecta principalmente la columna y los lugares donde los tendones se unen a los huesos.

La espondilitis anquilosante juvenil (EAJ) es un tipo de artritis inflamatoria que afecta mayormente la columna, pero también las entesis. Estos son los lugares donde los tendones, los músculos y los ligamentos se unen a los huesos. La EAJ también es una enfermedad sistémica, lo que significa que puede afectar otras partes del cuerpo y los órganos. La enfermedad tiende a ser hereditaria y es más frecuente en varones que en mujeres. 

La causa exacta de la espondilitis anquilosante juvenil no está clara. La enfermedad está fuertemente asociada con un gen llamado HLA-B27. Alrededor del 80-90% de los niños con EAJ tienen el gen HLA-B27. Pero tener el gen no significa que alguien desarrollará EA.

Los investigadores creen que la enfermedad se desencadena cuando los niños que tienen el gen están expuestos a un virus, una bacteria u otro factor externo. 
Los síntomas suelen desarrollarse lentamente durante varias semanas o meses. Al principio, los síntomas pueden asemejarse a la artritis relacionada con las entesis, o la artritis que afecta los lugares donde los tendones, los ligamentos y los músculos se unen a los huesos. Puede sentirse dolor en la cadera, las rodillas o los talones primero, y luego en la parte inferior de la espalda y los glúteos. Los síntomas incluyen:
  • Dolor, hinchazón, enrojecimiento y calor en los dedos de los pies, los talones, los tobillos, los glúteos, las rodillas, la caja torácica, la parte superior de la columna, los hombros y el cuello. 
  • Dolor de espalda durante la noche o a primeras horas de la mañana. 
  • Rigidez por la mañana o después de largos períodos de inactividad.
  • Falta de aire. 
  • Postura encorvada. 
  • Fatiga
  • Fiebre leve.
  • Pérdida de apetito. 
Con el tiempo, las articulaciones y los huesos de la columna (vértebras), incluido el sacro (el hueso con forma de triángulo en la parte inferior de la columna), pueden crecer juntos (fusionarse). Esto hace que la columna se ponga más rígida y difícil de mover. La caja torácica puede fusionarse, lo cual dificulta la respiración. 

La EAJ puede afectar otras partes del cuerpo, como por ejemplo:
  • Ojos. Sequedad, dolor, enrojecimiento, sensibilidad a la luz y dificultades para ver a causa de la inflamación ocular crónica (uveítis o iritis). 
  • Tubo digestivo. La inflamación crónica puede provocar enfermedad intestinal inflamatoria, que causa dolor abdominal y diarrea.
Dado que la columna recién puede verse afectada años después del inicio de otros síntomas, diagnostar la EAJ puede ser difícil. Pero es importante consultar a un médico en cuanto el dolor articular inicie. Quizás consulte primero a un médico de atención primaria, pero es probable que lo remita a un médico especializado en el tratamiento de la artritis inflamatoria (reumatólogo). 

No existe una única prueba para diagnosticar la EAJ. El médico le preguntará sobre su historia clínica, realizará un examen físico y pedirá análisis de laboratorio para descartar otras causas del dolor articular.  
  • Historia clínica. El médico le hará preguntas sobre sus síntomas, cuándo empezaron, si aparecen y desaparecen, si tiene otros problemas médicos actualmente, si toma medicamentos y si algún miembro de su familia tiene artritis.
  • Examen físico. El médico evaluará si hay signos de sensibilidad, hinchazón y dolor en las articulaciones, incluidos la columna, las muñecas, las rodillas y los pies. Es posible que el médico también revise los ojos. 
  • Análisis de sangre. El médico puede pedir una prueba de detección del gen HLA-B27, una prueba de proteína C reactiva (PCR), una prueba del índice de sedimentación eritrocitaria (ISE) y un perfil metabólico completo. 
  • Pruebas de diagnóstico por imágenes. Es posible que el médico pida radiografías, ecografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas de la pelvis y la columna para observar si hay signos de daño. 
No existe una cura para la EAJ, pero el tratamiento se centra en lo siguiente:
  • Aliviar el dolor y la rigidez.
  • Prevenir la deformación de la columna.
  • Prevenir que se dañen las articulaciones y los órganos.
  • Preservar la función y la movilidad articular.
  • Mejorar la calidad de vida.

El tratamiento agresivo temprano es la clave para prevenir el daño articular y complicaciones a largo plazo. Un plan de tratamiento integral incluye medicación, terapias sin medicamentos, hábitos saludables y, rara vez, cirugía. 
 
Tratamientos

Medicamentos

Los medicamentos para la espondilitis anquilosante vienen en forma de píldora o inyección. Estos incluyen:  

•    Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) 
Estos son los medicamentos más utilizados para tratar la EAJ y ayudar a aliviar el dolor. Incluyen medicamentos de venta libre como el ibuprofeno (Advil) y el naproxeno (Aleve), y medicamentos recetados como la indometacina, el diclofenac o el celecoxib.

•    Drogas antirreumáticas modificadoras de la enfermedad (DMARD)
A muchos niños se les recetarán DMARD para reducir la actividad de la enfermedad, aliviar el dolor y la rigidez y reducir la hinchazón. Las DMARD tradicionales, como la sulfasalazina y el metotrexato, suprimen el sistema inmunitario para que no ataque las articulaciones. 

•    Productos biológicos
Los productos biológicos, un tipo de DMARD, apuntan a determinados pasos o sustancias químicas del proceso inflamatorio para controlar la actividad de la enfermedad. Los productos biológicos se autoinyectan o se administra a través de una vena en un establecimiento médico.  

•    Corticoesteroides
Estos medicamentos antiinflamatorios de rápida acción (como la prednisona) se utilizan durante el menor tiempo y a las dosis más bajas posibles debido a sus efectos colaterales, como problemas de crecimiento en los niños. A veces, los médicos los usan para controlar la enfermedad hasta que otros medicamentos comiencen a actuar. Funcionan mejor para la artritis en lugares que no sean la espalda, porque no reducen el dolor o la rigidez en la columna. 

Fisioterapia y dispositivos de asistencia

Un fisioterapeuta puede armar un programa para fortalecer y estirar el cuerpo, con el fin de ayudar a preservar la función articular, mantener la flexibilidad de la columna y reducir el dolor. Los terapeutas ocupacionales pueden recetar dispositivos de asistencia y brindar consejos para proteger las articulaciones y facilitar las actividades cotidianas. 

Ejercicio

Hacer actividad física regularmente es un componente fundamental para el control de la EAJ. Ayuda a prevenir la rigidez y preservar la amplitud de movimiento en la columna y otras articulaciones. Siga el programa indicado por el fisioterapeuta.

Los ejercicios de bajo impacto, como caminar, nadar, andar en bicicleta y hacer yoga, son los mejores. Los ejercicios de estiramiento, en especial después de un baño o una ducha con agua tibia, también pueden ayudar a aliviar el dolor y la rigidez.

Cirugía

La mayoría de los niños con EAJ no necesitan cirugía, pero un reemplazo articular o una cirugía correctiva de la columna para aliviar los síntomas de la fusión articular pueden ayudar con el dolor. 
Cuidados personales

No existe una dieta especial para la EAJ. Sin embargo, comer alimentos antiinflamatorios como los incluidos en una dieta mediterránea (pescados grasos, frutas, verduras, granos integrales y aceite de oliva extra virgen) y limitar los alimentos grasos, azucarados y procesados puede ayudar. 

Una buena postura puede ayudar a aliviar el dolor y la rigidez. Ajuste la silla del escritorio o el monitor de la computadora para que queden al nivel de los ojos. Alterne entre estar de pie y sentado, y use un almohadón para apoyar la espalda si le duele. Tenga cuidado con la posición del cuello al usar el teléfono celular (no incline el cuello hacia abajo para leer los mensajes de texto). 

Vivir con una enfermedad crónica puede provocar problemas emocionales e incluso depresión, pero los amigos y familiares pueden brindar apoyo en momentos difíciles. Los niños con EAJ pueden conocer a otros niños iguales a ellos en diversos eventos relacionados con la EA llevados a cabo por la Arthritis Foundation durante todo el año.

Los adolescentes también pueden participar en el programa iPeer2Peer de la fundación, que une a un mentor adulto joven que tiene artritis con un adolescente que padece la misma enfermedad. Los terapeutas y psicólogos también pueden ayudar a los niños a enfrentar las emociones difíciles y enseñarles estrategias positivas para lidiar con la enfermedad.

2x

La espondilitis anquilosante juvenil afecta aproximadamente 2 a 3 veces más a los varones que a las mujeres

90%

Las personas con espondilitis anquilosante tienen el gen HLA-B27

10%

Del 10 al 20% de los casos de espondilitis anquilosante comienzan en la niñez

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