El papel del microbioma en la artrosis
El microbioma intestinal puede ser importante en el desarrollo de esta forma común de artritis.
Por Linda Rath | 7 de diciembre de 2023
Durante décadas, la artrosis (OA) se consideró erróneamente una enfermedad de desgaste en la que el cartílago se iba rompiendo gradualmente como resultado de toda una vida de uso. Ahora se sabe que la inflamación sistémica crónica de bajo grado, así como la inflamación de la membrana sinovial y otras partes de la articulación, son responsables de gran parte del desarrollo, la evolución y el dolor de la artrosis.
En la conferencia anual del American College of Rheumatology celebrada en noviembre de 2023, Liubov Arbeeva, bioestadística del Thurston Arthritis Research Center de la University of North Carolina, y Matlock Jeffries, MD, director del Arthritis Research Center de la University of Oklahoma, analizaron los últimos hallazgos sobre el microbioma y la OA.
El envejecimiento y la obesidad se consideran los factores de riesgo más importantes de la artrosis, aunque las las lesiones previas también preparan el terreno para ello. El exceso de grasa es un problema particular, no solo porque el peso ejerce una presión adicional sobre las articulaciones, sino porque también es un tejido activo que libera proteínas inflamatorias que se depositan en el líquido sinovial y dañan el cartílago, incluso en las articulaciones que no soportan peso. La evidencia también muestra cada vez más que uno de los principales factores causantes de inflamación en la artrosis y en la mayoría de las otras enfermedades crónicas es un microbioma desequilibrado.
Conceptos básicos
El microbioma está formado por billones de virus, bacterias y hongos, en su mayoría beneficiosos, que viven sobre y dentro del cuerpo. Casi cada centímetro cuadrado tiene su propio microbioma, pero el microbioma intestinal es, con mucho, el más grande e importante. En las últimas décadas, los investigadores han aprendido que estas vastas colonias de microorganismos tienen una enorme influencia en la salud física y mental. La reducción o el desequilibrio en la cantidad y los tipos de microbios, una alteración llamada "disbiosis", se ha relacionado con muchas enfermedades crónicas, entre ellas enfermedades cardíacas, diabetes, afecciones autoinmunes como artritis reumatoide y lupus, y enfermedades cerebrales como la de Alzheimer y Parkinson.
Cómo la disbiosis desencadena la inflamación
Una sola capa de células estrechamente entrelazadas con proteínas actúa como guardián entre el intestino y el resto del cuerpo. Esta barrera intestinal permite la entrada de agua y nutrientes, a la vez que mantiene alejadas las bacterias y toxinas dañinas. La salud de la barrera es mantenida por el microbioma, por lo que incluso pequeñas alteraciones en su composición pueden hacer que la membrana se vuelva más permeable o tenga "fugas". Es posible que haya escuchado el término "intestino permeable". Esto ocurre cuando las endotoxinas que deberían permanecer en el intestino escapan al torrente sanguíneo. Su sistema inmunitario los ve como invasores extraños, por lo que ataca y causa inflamación en todo el cuerpo, así como inflamación localizada en algunos órganos y articulaciones.
Arbeeva destaca uno de los estudios más amplios sobre la composición del microbioma intestinal en personas con artrosis. Los investigadores, que estudiaron a más de 1,400 pacientes con OA y sobrepeso, encontraron que el microbioma desempeñaba un "papel directo" en el dolor y la inflamación de rodilla por OA. La causa era la sobreabundancia de una especie microbiana intestinal llamada Streptococcus. Pudieron replicar estos resultados en otro estudio grande y, al igual que otros expertos, sugieren que modificar el microbioma podría ser clave para prevenir y tratar la OA.
Cambiar el microbioma
Algunos factores que inciden en el microbioma intestinal no se pueden cambiar, como la edad y la forma en que alguien nació o se alimentó cuando era bebé, señala Arbeeva. Los bebés reciben su primera dosis de microorganismos saludables en el canal de parto, y la leche materna contiene bacterias que favorecen el crecimiento y la inmunidad. Aunque no se pueden cambiar los primeros años de vida, se pueden controlar los factores que alteran el microbioma para peor en la edad adulta, especialmente los antibióticos y la mala alimentación.
Los antibióticos, que son omnipresentes en la medicina occidental, alteran inmediatamente el microbioma y así reducen o eliminan muchos tipos de microbios beneficiosos y permiten que las bacterias patógenas se arraiguen.
La dieta típica estadounidense también provoca grandes cambios en el microbioma. Suele tener un bajo contenido de fibra procedente de frutas y verduras y un alto contenido de azúcar y grasas saturadas, que contribuyen a la obesidad y a la ruptura de la barrera intestinal. La obesidad por sí sola se asocia con una pérdida de bacterias intestinales beneficiosas, dice Arbeeva, especialmente Lactobacillus y Bifidobacterium, y con un aumento de especies proinflamatorias como Streptococcus que migran al revestimiento de las articulaciones.
Los estudios han demostrado que una dieta rica en fibra reduce la inflamación relacionada con la artrosis y puede ayudar a reconstruir el recubrimiento intestinal. Los ácidos grasos de cadena corta se producen cuando las bacterias beneficiosas descomponen la fibra en el colon, y son esenciales para la salud mental y física. "Las personas que tienen artrosis tienen un bajo contenido de fibra y ácidos grasos de cadena corta", explica Arbeeva. "Comer más fibra puede ayudar".
Seguimiento del ADN bacteriano
El Dr. Jeffries está a la vanguardia de la investigación del microbioma. En su laboratorio estudia la obesidad, el envejecimiento y el microbioma, los principales factores que contribuyen a la artrosis. De su investigación surgieron muchos hallazgos clave, entre ellos:
- El ADN bacteriano se encuentra en diferentes partes de la articulación, incluidos el cartílago, el revestimiento de la articulación (membrana sinovial) y el líquido sinovial. Estas firmas microbianas cambian a medida que se desarrolla la artrosis.
- La composición del ADN microbiano del cartílago sano de la rodilla y la cadera humana difiere significativamente del cartílago de la artrosis. En un estudio, el primero de su tipo, el Dr. Matlock demostró que el cartílago sano contenía principalmente Firmicutes, bacterias comunes y beneficiosas que normalmente se encuentran en el intestino. El cartílago de la artrosis estaba poblado por actinobacterias y proteobacterias, que también son comunes en el intestino, pero que en grandes cantidades están asociadas con enfermedades. Las poblaciones microbianas en el cartílago con artrosis eran menos diversas que en el cartílago sano, y el cartílago en la cadera con artrosis era menos diverso que el cartílago de la rodilla con artrosis. El Dr. Matlock señaló que están encontrando "cada vez más diferencias entre la artrosis de rodilla y la de cadera".
- Los microbiomas de los ratones resistentes a la artrosis se parecen mucho a los de los humanos sanos, mientras que los microbiomas de los ratones susceptibles a la artrosis se parecen a los de las personas con artritis.
- Los ratones sanos que reciben un trasplante de microbioma de ratones con artrosis desarrollan artritis, mientras que un trasplante de ratones sanos a aquellos con artrosis puede revertir la enfermedad.
- El ADN bacteriano de la artrosis es cinco veces más inflamatorio que el ADN microbiano sano.
- Como se ha demostrado en otras investigaciones, las bacterias Lactobacillus son fuertemente resistentes a la artrosis y se reducen en los pacientes con artrosis.
"Si los pacientes cambian su dieta de ciertas maneras, sin duda habrá un efecto en el microbioma intestinal, y también pueden cambiar las firmas microbianas en otros lugares, como las articulaciones", asegura. "Los casos de artrosis se han disparado. Nuestros genes no han cambiado, así que tenemos que observar los factores ambientales [como la mala alimentación y la obesidad]".
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