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Basta de mitos sobre los medicamentos para la artritis

Conozca la verdad a la hora de tomar medicamentos para la artritis.

1. Mitos y verdades
Con tanta información que recibe todos los días de tantas direcciones, puede ser difícil saber qué es verdadero o falso. Es importante conocer la verdad cuando se trata de su salud y de tomar medicamentos de manera segura. Aquí nos proponemos echar por tierra algunas falsedades comunes sobre los medicamentos para la artritis.
 
2. ¿Con qué frecuencia?
Mito: debo tomar el medicamento para el dolor (analgésico) solo cuando ya no puedo soportar el dolor.

Verdad: tome los medicamentos para el dolor, como el paracetamol y los antiinflamatorios no esteroideos (NSAID), según los horarios que haya establecido con el médico. Mantener a raya el dolor y la inflamación es mejor que tratar de controlarlos cuando ya empeoraron.
 
3. ¿Menos o más?
Mito: más es mejor. Si me siento un 50% mejor con esta dosis, entonces simplemente la duplicaré para sentirme un 100% mejor.

Verdad: aumentar la dosis podría hacer que se sienta mal, dañarle los órganos o, incluso, ser letal. Si el medicamento no funciona tan bien como quisiera, hable con el médico para saber si una dosis más alta es segura o si necesita otro medicamento. 
4. ¿Dejo o sigo?
Mito: una vez que me sienta mejor, puedo dejar de tomar el medicamento.

Verdad: no deje de tomar el medicamento recetado a menos que se lo indique el médico. Los medicamentos que desaceleran la evolución de la enfermedad, como los DMARD y los biológicos deben tomarse o administrarse a largo plazo.
 
5. ¿Puedo pagar esto?
Mito: no hay nada que pueda hacer si no puedo pagar el medicamento.

Verdad: a menudo, hay una solución. Si no tiene seguro o si su seguro no cubre una parte suficiente del precio del medicamento, hable con el farmacéutico y con el médico. Es posible que haya asistencia económica de la empresa farmacéutica, un fármaco genérico u otro medicamento que sea menos costoso.
 
6. ¿De marca o genérico?
Mito: los medicamentos genéricos o biosimilares no son tan buenos como los de marca.

Verdad: los medicamentos genéricos y los biosimilares están aprobados por la FDA como equivalentes de las versiones de marca en cuanto a administración, seguridad, eficacia, dosis y calidad.
 
7. ¿Qué pasa si me olvido de tomarlo?
Mito: si me olvido de tomar el medicamento, mañana simplemente tomo el doble.

Verdad: algunos medicamentos deben tomarse apenas se acuerda, para algunos, debe esperar hasta la próxima dosis programada, y para otros, se puede duplicar la dosis. Todo depende del medicamento. Lea el prospecto que viene con el medicamento o pregúntele al farmacéutico si se olvida de tomarlo.
 
8. ¿Siempre se puede ahorrar?
Mito: está bien dividir el comprimido por la mitad si no necesito la dosis entera.

Verdad: algunos comprimidos se pueden dividir por la mitad, por ejemplo, para tomar 5 mg en lugar de 10 mg. Sin embargo, los comprimidos de acción lenta o liberación prolongada no pueden partirse por la mitad. Tampoco las cápsulas. Si el médico le redujo la dosis y usted quiere dividir los comprimidos por la mitad para no desperdiciarlos, primero pregúntele al farmacéutico.
 
9. ¿Podemos compartir?
Mito: está bien tomar el medicamento con receta de otra persona que tiene el mismo problema que yo. 

Verdad: incluso si cree que tienen el mismo problema, pueden tener algo diferente con síntomas similares. Y aunque tengan la misma enfermedad, es posible que los tratamientos o las dosis sean diferentes. Siempre consulte al médico para tener un diagnóstico y un plan de tratamiento propios.
 
10. ¿Los suplementos son más seguros?
Mito: los suplementos y las hierbas naturales son más seguros que los medicamentos que receta el médico.

Verdad:  aunque los suplementos se consideran "naturales", eso no siempre significa que no sean medicamentos potentes. Por ejemplo, el potente medicamento para el corazón llamado digoxina se obtiene de la flor llamada dedalera. Sin embargo, a diferencia de la digoxina, la ley no exige que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) apruebe la seguridad y la eficacia de los suplementos alimenticios. Eso significa que las empresas pueden incluir componentes en la etiqueta que, en realidad, no están presentes en el frasco. Los suplementos también pueden contener contaminantes, como metales pesados o drogas ilegales.
 
11. ¿Me puedo curar con una dieta?
Mito: si me cuido con las comidas, no necesito tomar medicamentos para la gota.
Verdad: si reduce la ingesta de purinas con la alimentación, es posible que disminuya la cantidad de ataques. Sin embargo, para lograr un efecto real en la concentración de ácido úrico en sangre y poner fin a la gota, necesitará un medicamento para reducir la cantidad que produce el cuerpo o aumentar la cantidad que eliminan los riñones.
 
12. ¿Debo decir todo lo que tomo?
Mito: mis médicos no necesitan saber todas las vitaminas, hierbas y suplementos que tomo.
 
Verdad: aunque no requieren una receta, los suplementos afectan el cuerpo y el funcionamiento de los medicamentos recetados. Por ejemplo, si toma metotrexato, el médico probablemente le indicará suplementos de ácido fólico. Si ya toma un suplemento multivitamínico que incluya vitaminas del grupo B, el médico necesita saberlo para que usted no tome demasiado. 
 
13. ¿Puedo tomar de todo?
Mito: está bien tomar medicamentos de venta libre como el paracetamol, el ibuprofeno o productos para el resfriado junto con mis medicamentos recetados. 

Verdad: antes de tomar cualquier medicamento de venta libre, necesita asegurarse de no duplicar algún componente. Por ejemplo, si toma un NSAID de venta con receta como el diclofenaco o Voltaren, no debe agregar otro NSAID de venta libre como el ibuprofeno. También debe asegurarse de que los medicamentos que tome no interactúen entre sí. Consulte al farmacéutico o al médico antes de agregar cualquier medicamento de venta libre.
 
14. ¿Tengo problemas mentales?
Mito: mi médico quiere que tome antidepresivos para la fibromialgia. Debe pensar que el dolor es algo que me imagino.

Verdad: los medicamentos que se utilizan para tratar la depresión aumentan la concentración de ciertas sustancias químicas en el cerebro que generan una sensación de bienestar. Esas mismas sustancias químicas reducen la transmisión de señales de dolor. Esto quiere decir que el médico le está tratando el dolor en el cerebro en lugar de los músculos y las articulaciones.
 

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