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El mejor clima para los pacientes con artritis: el impacto de la humedad en las articulaciones

¿De qué manera el clima afecta a las personas que viven con artritis? Descubra el mejor clima para la artritis y cómo la humedad y otros patrones meteorológicos pueden afectar a sus articulaciones. 

Sin dudas, el clima y las condiciones meteorológicas pueden tener un efecto significativo en la artritis y el dolor de articulaciones. Muchas personas informan que la humedad, junto con otros factores como la temperatura, los cambios climáticos y los patrones climáticos, aumentan el dolor articular o desencadenan brotes de artritis​​​​​​​. Para algunas personas, la humedad y el efecto de las condiciones meteorológicas en sus articulaciones son tan molestos que buscan alivio mudándose a climas más secos y templados.

¿Pero un cambio de clima realmente podría ayudar con el dolor articular​​​​​​​? Y, de ser así, ¿cuál es el mejor clima para las personas con artritis? ¿Qué condiciones meteorológicas son más seguras para las articulaciones? Antes de empacar, tenga en cuenta lo que indican las investigaciones sobre los efectos del clima y las condiciones meteorológicas en la artritis.

Conclusiones de las investigaciones

Si bien los efectos de las condiciones meteorológicas en la artritis hace tiempo que afectan a las personas con la enfermedad e intrigan a los investigadores que la estudian, la conexión entre el estado del tiempo y el dolor articular no se entiende bien. De todos modos, aunque puede haber contradicciones en algunos casos, los estudios ofrecen indicios importantes. Uno de los estudios más grandes que se realizó recientemente es un estudio británico de 2019 en el que más de 2,600 participantes ingresaron información sobre sus síntomas en tiempo real en sus smartphones por un período de 15 meses. El GPS de los teléfonos permitió que los científicos pudieran recopilar datos meteorológicos precisos según la ubicación de los participantes.

El análisis de esos datos demostró una correlación moderada, pero significativa entre el dolor y tres componentes meteorológicos: humedad relativa, presión atmosférica y velocidad del viento. No obstante, la temperatura no presentó una asociación significativa con el dolor.

En algunos estudios previos más pequeños, sin embargo, la temperatura demostró tener un efecto en el dolor de artritis. Por ejemplo, un estudio publicado en 2015 en la revista Journal of Rheumatology descubrió que en 810 participantes con artrosis​​​​​​​ en la rodilla, la mano o la cadera, la temperatura y la humedad promedio diaria tuvieron un efecto significativo en el dolor articular. El efecto de la humedad en el dolor fue más fuerte en condiciones meteorológicas relativamente más frías. En un estudio aparte realizado en 2007 en 200 personas con artrosis en la rodilla, el dolor aumentó cada vez que la temperatura descendía 10 grados.

Las temperaturas más bajas demostraron tener un efecto similar en los pacientes con artritis reumatoide (RA). Un estudio español de 2013 realizado a 245 pacientes con AR que visitaron la sala de emergencias 306 veces debido a afecciones relacionadas con la AR descubrió que los pacientes tenían un 16% más de probabilidades de desarrollar un brote con temperaturas inferiores a la media. Un estudio chino de 2021, que analizó los datos de ingreso de un hospital desde el 1 de enero de 2015 hasta el 31 de diciembre de 2019, descubrió una relación significativa entre las bajas temperaturas y los ingresos por AR.

Por el contrario, ​​​​​​​las temperaturas más cálidas se relacionaron con un empeoramiento en los síntomas de gota y en algunos síntomas de lupus. Un estudio de 2014 en la revista American Journal of Epidemiology descubrió que en los 632 participantes con gota hubo una relación dosis-efecto significativa entre las temperaturas medias durante las 48 horas anteriores y el riesgo de un posterior ataque de gota. Las temperaturas altas se asociaron con casi un 40% mayor riesgo de ataque de gota en comparación con las temperaturas moderadas. Un estudio publicado en 2020 en la revista Arthritis & Rheumatology descubrió que un aumento en la temperatura se relacionaba con afecciones en las articulaciones, erupciones e inflamación de la membrana que rodea al corazón y los pulmones en personas con lupus.

Algunos estudios también descubrieron correlaciones entre las fluctuaciones estacionales y los síntomas de artritis. En una revisión sistemática y un metaanálisis​​​​​, se descubrió que la gota se desarrollaba de manera más significativa en primavera, entre marzo y julio, cuando las temperaturas aumentaban. Otro estudio analizó una base de datos de pacientes con artritis reumatoide y descubrió que la actividad de la AR era mayor durante la primavera y disminuía durante el otoño. No obstante, ninguno de ellos determinó qué cambios climatológicos provocaban el aumento y la disminución de la actividad de la enfermedad y los síntomas.

Cómo pueden afectarlo las condiciones meteorológicas

Si las condiciones meteorológicas realmente afectan a la artritis, los estudios demuestran que la conexión no siempre es clara y tal vez no sea directa.

Estas son algunas posibles explicaciones:

  • Las temperaturas más bajas pueden hacer que se espese el fluido sinovial, que lubrica las articulaciones. Este espesamiento podría causar dolor articular y rigidez.
  • Los huesos y los tejidos conectivos del cuerpo, como las estructuras de nuestro hogar, se vuelven más pequeñas o más grandes según los cambios en la presión barométrica. Los estudios realizados con cadáveres demostraron que la presión barométrica puede influenciar la presión en las articulaciones. 
  • Por otro lado, varios días nublados o lluviosos seguidos podrían generar desánimo, que podría hacer que las personas se enfoquen más en el dolor.
  • Los días fríos y lluviosos, los pacientes tienen menos probabilidades de estar activos y al aire libre. Se sabe que la falta de actividad física empeora la rigidez y el dolor articular.

Los efectos pueden ser diferentes para las diferentes personas y, tal como la investigación sugiere, también pueden ser distintos para los distintos tipos de artritis.  

¿Cuál es el mejor clima? ¿Debería mudarse?

Al igual que los efectos de las condiciones meteorológicas varían, el mejor clima probablemente no sea el mismo para todas las personas. Pero, según las investigaciones, parecería que para la mayoría de las personas con artritis un clima cálido y seco podría ser óptimo, como el clima en partes de Texas, Arizona, Nevada y la región de las montañas del este de Sierra Nevada en California.

Pero, obviamente, no hay verdades absolutas ni garantías de que mudarse a un clima diferente podría ayudarlo con la artritis.

Si sospecha que un determinado lugar o clima le resulta mejor para la artritis y está considerando mudarse, pruebe visitar el lugar varias veces al año antes de mudarse para ver si realmente nota una diferencia. Y, si incluso nota esa diferencia, tenga en cuenta qué dejará atrás si se muda. A menos que mudarse implique también obtener un mejor trabajo o estar más cerca de la familia, los beneficios de quedarse en un lugar (por ejemplo, los amigos, los trabajos, las escuelas, el acceso a atención médica y el apoyo social consolidado) pueden superar los beneficios de una mudanza.

Si decide que es mejor permanecer en un clima que no es el óptimo, hay varias cosas que puede hacer para minimizar los efectos de las condiciones meteorológicas en la artritis. Primero, consulte el pronóstico del tiempo. Si nota patrones o temperaturas que pueden causarle dolor, prepárese con las herramientas que descubrió que lo ayudan a aliviarlo.

Cuando lleguen los días fríos, abrigarse puede ayudarlo a prevenir problemas como el dolor articular y el dolor en la mano relacionado con el síndrome de Raynaud​​​​​​​. Además, tenga en cuenta otros pasos para mantenerse saludable a medida que el tiempo cambia: recibir la vacuna para la gripe cuando llega el otoño, aumentar la vitamina D en invierno y aplicar protector solar y protegerse del sol en los meses de verano, en especial, si padece lupus o toma medicamentos que lo dejan más sensible al sol.

Con un poco de preparación y planificación, podrá estar cómodo, independientemente de las condiciones meteorológicas.

Consulte el índice de tiempo de la artritis​​​​​​​ local para poder prepararse mejor y saber cómo el clima podría afectar a sus articulaciones.

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