Creación de un plan de tratamiento integral para la AP 

No existe un único enfoque de tratamiento para la artritis psoriásica (AP). Lo que funciona para algunos puede no funcionar para otros. Por eso es tan importante la toma de decisiones compartida o la priorización de los objetivos del tratamiento con su médico. Afortunadamente, hay muchas maneras de ayudarlo a sentirse lo mejor posible. Siga estos consejos para crear un plan de tratamiento integral, pero siempre analice los cambios primero con su médico.

La AP puede afectar más que la piel y las articulaciones. Además de un reumatólogo, es posible que necesite otros especialistas, como un dermatólogo para los síntomas de la piel; un cardiólogo u oftalmólogo para complicaciones cardíacas u oculares; y un profesional de la salud mental para ayudar con los desafíos emocionales. Los fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales pueden enseñar estrategias para proteger las articulaciones y facilitar la vida diaria.

Algunas personas pueden necesitar solo un medicamento; otros pueden necesitar más de una o una combinación de píldoras, cremas y terapia de luz para problemas de la piel y las articulaciones. Analice sus principales inquietudes con su médico. ¿Le molestan más los síntomas de la piel o las uñas? ¿Tiene mayormente dolor articular y solo un brote psoriásico ocasional? ¿El dolor de espalda es su mayor problema? Esto ayuda a su médico a recetarle el tratamiento adecuado.
 

Mantener registros médicos completos puede ayudarlos a usted y a su equipo de atención médica a controlar mejor su enfermedad. Considere mantener la información (resultados de pruebas, procedimientos, medicamentos) en un solo lugar con una aplicación de registros de salud personal (PHR). El seguimiento de los síntomas puede ayudarlos a usted y a su médico a evaluar la eficacia de su plan de tratamiento. También lo ayudará a informar mejor los altibajos durante las citas.

Los baños tibios (no calientes) cortos con avena coloidal, aceite, sales de Epsom o del Mar Muerto y lociones que contienen aloe vera, capsaicina o piritionato de cinc pueden ayudar. No se quede en el agua durante mucho tiempo, ya que podría empeorar la psoriasis. Utilice telas secas y transpirables y evite las fragancias artificiales. La terapia de luz (fototerapia), o el uso de luz UV natural o artificial, también puede ayudar a controlar las manchas de la psoriasis.

El ejercicio reduce la inflamación, fortalece los músculos para aliviar las articulaciones doloridas, aumenta la energía y mejora el funcionamiento. Nadar, andar en bicicleta y caminar son excelentes opciones de bajo impacto, así como el tai chi y el yoga, que también tienen beneficios para la salud mental. Durante los brotes de psoriasis, evite la piscina; el cloro puede irritar la piel. Antes de comenzar un nuevo ejercicio, consulte con su médico para asegurarse de que sea seguro.

El estrés afecta el sistema inmunitario, lo que puede desencadenar brotes y exacerbar el dolor. El ejercicio, la respiración profunda, la meditación y la terapia cognitiva conductual (que ayuda a cambiar los patrones de pensamiento negativos) pueden ayudar a aliviar el estrés, la ansiedad, la depresión y mejorar la respuesta al dolor. Si nota un cambio en su estado de ánimo, sueño o interés en sus actividades favoritas, tal vez deba consultar con un profesional de la salud mental.

No existe una "dieta para la AP", pero comer sano y no comer en exceso puede ayudar a controlar la actividad de la enfermedad. Esto también puede ayudarlo a perder o mantener un peso saludable; el exceso de grasa corporal contribuye a la inflamación. Una dieta a base de frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables (pescados grasos, frutos secos, aguacates) y que limite el azúcar y los alimentos procesados, como la dieta mediterránea, puede ayudar a calmar la inflamación. 

Los problemas en los pies, como los dedos hinchados, las infecciones de las uñas de los pies y la fascitis plantar (inflamación de un ligamento en la planta del pie) pueden dificultar la actividad y empeorar los síntomas. Elija zapatos cómodos hechos de materiales naturales que absorban la humedad y evite los tacones o los zapatos puntiagudos. El calzado y las plantillas ortopédicas pueden ofrecer apoyo y alivio adicionales. Para los pies doloridos, utilice un pequeño rodillo de espuma.

El control de la actividad de la enfermedad requiere medicación, pero algunas terapias no farmacológicas pueden ayudar a controlar los síntomas, incluidas las terapias con frío y calor, los tratamientos tópicos, la meditación, los masajes, el ejercicio, la fisioterapia y la acupuntura. Los suplementos de aceite de pescado, jengibre, vitamina D, selenio y B12 también pueden ayudar. Siempre informe a su médico antes de probar una nueva terapia o suplemento para evitar efectos colaterales riesgosos.

El tabaquismo se prohíbe en casi todos los casos, pero puede empeorar los síntomas de la AP e incluso interferir con la eficacia de los medicamentos. Asimismo, beber demasiado alcohol puede interferir con los medicamentos y aumentar los efectos colaterales de algunas drogas. Antes de beber, pregúntele a su médico si y cuánto alcohol es seguro. Su médico también puede recomendarle formas de ayudarlo a dejar el cigarrillo para siempre.

Dormir mal puede debilitar el sistema inmunitario, aumentar la percepción del dolor y causar fatiga crónica. Practicar una buena higiene del sueño (apagar los aparatos electrónicos al menos una hora antes de acostarse y tener una rutina relajante) y hacer ejercicio pueden mejorar la calidad del sueño. Algunos medicamentos también pueden interferir con la calidad del sueño. Informe a su médico si el dolor u otros síntomas le dificultan dormirse.

A veces, la conexión es la mejor medicina. El programa Live Yes! La comunidad para la artritis lo conecta con personas que realmente entienden por lo que está pasando y le brinda apoyo e información a través de grupos de apoyo virtuales y presenciales y otros programas. Para obtener más información sobre la red y cómo registrarse, visite connectgroups.arthritis.org.