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Terapias de mano para la artritis reumatoide

Cuando la artritis reumatoide afecta las manos y las muñecas, hay una variedad de opciones de tratamiento disponibles para ayudar a aliviar el dolor, ofrecer una mejor movilidad y prevenir la deformación articular.

Con sus 29 articulaciones y la intrincada red de músculos, ligamentos y tendones que actúan como soporte, la mano humana es capaz de desempeñar tareas exigentes como realizar una cirugía o tocar el violín. Pero con la artritis, incluso las tareas más simples pueden ser difíciles o dolorosas. Para la artritis reumatoide (AR) de las manos, el tratamiento incluye un buen control médico, junto con terapia ocupacional para algunas personas. Esto podría incluir usar férulas y dispositivos de adaptación para reducir los esfuerzos que puedan causar deformación en las articulaciones de las manos y para mantener la movilidad. Por último, si se ha producido un daño articular, la cirugía puede ser una opción.

Medicamentos

Los medicamentos que tome para aliviar el dolor y controlar la artritis en todo el cuerpo son cruciales para controlar la inflamación y prevenir daños en las articulaciones de las manos. Según la gravedad de su artritis y otros factores, estos medicamentos pueden incluir drogas antirreumáticas modificadoras de la enfermedad (DMARD) y medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID). Estos medicamentos  están disponibles en forma de píldoras e inyecciones. Los NSAID también están disponibles en formas tópicas.
 
Si estos tratamientos no controlan por completo la inflamación o si la inflamación está confinada a solo una o algunas articulaciones, las inyecciones de corticoesteroides pueden ser otra opción. Estos medicamentos son similares a una hormona que el cuerpo fabrica naturalmente. Los corticoesteroides suelen inyectarse directamente en las articulaciones afectadas para aliviar la inflamación, junto con un anestésico de acción prolongada para calmar el dolor. Las inyecciones pueden repetirse de ser necesario, pero los médicos suelen limitarlas a tres o cuatro por articulación por año para reducir el riesgo de efectos colaterales.

Dispositivos de asistencia y terapia ocupacional

Las inyecciones suelen combinarse con el uso de férulas para brindar soporte y aliviar la tensión en la articulación afectada y ayudar a prevenir la deformación. Algunas férulas están diseñadas para poder usar las manos al tenerlas puestas. Sin embargo, solo debe usar una férula si se lo indica su terapeuta ocupacional, porque inmovilizar las articulaciones durante demasiado tiempo puede deteriorar los músculos que las sostienen.
 
Ya sean prefabricadas o personalizadas, las férulas son solo uno de los tratamientos proporcionados por los terapeutas ocupacionales. También brindan educación sobre maneras de realizar las tareas esforzando menos las articulaciones afectadas, y proporcionan herramientas y dispositivos que favorecen a las articulaciones, como cuchillos, abridores de latas y llaveros adaptados.  Estos dispositivos ayudan a realizar las tareas con menos fuerza.

Ejercicios

En muchos casos, los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento, según lo recetado por un fisioterapeuta o un terapeuta ocupacional, también pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la función. En un estudio de 2016 publicado en Arthritis Care & Research, 242 personas con AR en las manos fueron asignadas al azar para continuar su tratamiento regular, mientras que 246 fueron asignadas a un programa de ejercicios diseñado para mejorar diversos movimientos de las manos y las muñecas. Los investigadores descubrieron que las mejoras en la fuerza de agarre a los 4 meses predijeron una mejora de la función manual a los 12 meses. 

Cirugía

Si los tratamientos conservadores no alivian los síntomas o la inflamación persistente provoca un desgarro de los tendones o una deformación de las articulaciones que dificulta la función, quizás sea necesario realizar una cirugía. Los tratamientos quirúrgicos para los problemas comunes en las manos incluyen:

  • Artroplastia metacarpofalángica de silicona (SMPA, por sus siglas en inglés): Reemplazo de las articulaciones dañadas en las bases de los dedos por prótesis de silicona para corregir la deformación, el dolor y la función perdida.
  • Sinovectomía artroscópica de muñeca: Extracción de la membrana que recubre la articulación de la muñeca para aliviar el dolor y la rigidez en la muñeca causados por la inflamación persistente.
  • Transferencias tendinosas: Reemplazo de los tendones dañados por la inflamación por tendones sanos para restaurar la función manual.
  • Artrodesis de muñeca: Inmovilización de la muñeca, frecuentemente con placas, varillas o clavos, para estabilizarla y aliviar el dolor. Comúnmente denominada fusión articular, la artrodesis también puede utilizarse para estabilizar el pulgar si el tendón que permite flexionarlo se desgarra.

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