Proteja la salud de los huesos
Tome medidas tempranas para prevenir la osteoporosis, especialmente si está en riesgo.
Por Linda Rath | 23 de marzo de 2022
La edad y los corticoesteroides, como la prednisona, pueden hacer que los huesos sean más delgados, más débiles y más propensos a las fracturas. Por eso, aunque sus huesos estén en buen estado ahora, puede preocuparse por una espalda encorvada o una cadera rota más adelante.
Dos de los principales expertos en osteoporosis del país afirman que no hay que preocuparse: un estilo de vida saludable, que incluya ejercicio habitual con peso y suplementos de calcio y vitamina D, puede fortalecer los huesos y ayudar a prevenir las fracturas.
¿Quién está en riesgo?
El cuerpo pierde y reconstruye masa ósea constantemente, y la osteoporosis se produce cuando se pierde hueso más rápido de lo que el cuerpo puede reemplazarlo. Aunque esto es más común a medida que se envejece, es poco frecuente en los adultos jóvenes, según el doctor Kenneth Saag, profesor de medicina y director del Centro Integral de Artritis, Musculoesquelético, Óseo y de Autoinmunidad de la Universidad de Alabama, en Birmingham.
"El riesgo de fractura es mucho menor en las personas premenopáusicas, aunque tengan una densidad mineral ósea muy baja, porque tienen más estrógenos y fuerza muscular y menos caídas", menciona. "Un niño de 80 tiene muchas más probabilidades de sufrir una fractura que un niño de 50. La edad es un mejor predictor de la fractura que la densidad mineral ósea".
El Dr. Saag cree que la densidad mineral ósea (DMO) es un indicador poco confiable de la salud ósea en general. No es partidario de la absorciometría de rayos X de doble energía (DXA) que se utiliza habitualmente para medirla. Indica que las exploraciones bidimensionales no captan el grosor y el volumen del hueso, y suelen subestimar la DMO en las personas de huesos más pequeños y en las que toman prednisona.
Una mejor manera de diagnosticar la osteoporosis, afirma, es a través de la presencia de fracturas de bajo traumatismo o fragilidad, especialmente en la pelvis y la columna vertebral. Estas fracturas, que se producen con un mínimo o ningún impacto, a menudo se deben a factores distintos del envejecimiento humano normal. Las llamadas causas secundarias, incluyen lo siguiente:
- Artritis reumatoide o lupus
- Prednisona, la causa más habitual de pérdida ósea inducida por medicamentos, que afecta a cerca del 30% de las personas, incluso a dosis muy bajas durante cortos periodos de tiempo
- Estrógenos bajos debido a problemas de tiroides, diabetes o trastornos alimentarios
- Trastornos gastrointestinales como la celiaquía, la enfermedad intestinal inflamatoria, la intolerancia a la lactosa y la malabsorción
- Deficiencia de vitamina D
- Embarazo
Según algunas estimaciones, hasta la mitad de los casos de osteoporosis se deben a una causa secundaria, que con frecuencia no se diagnostica. Sin embargo, el control de las causas secundarias es fundamental para mejorar la salud ósea.
¿Tratarla o no tratarla?
El Dr. Saag dice que los fármacos no son necesarios ni se recomiendan para el tratamiento de la baja densidad ósea en personas jóvenes, a menos que haya un historial de fracturas de bajo traumatismo o una densidad ósea muy baja y una pérdida ósea continua a pesar del tratamiento conservador.
En cambio, prescribe ejercicios para fortalecer los huesos, como caminar, hacer senderismo, trotar, bailar, subir escaleras y entrenar con pesas, junto con una dieta óptima y suplementos de calcio y vitamina D. Aunque las dosis varían según la edad y el sexo, las recomendaciones estándar oscilan entre 1,000 y 1,200 mg de calcio, y 600 y 800 UI de vitamina D. Si tiene una baja densidad ósea a causa de una deficiencia de vitamina D (su médico puede verificarlo), es posible que necesite cantidades mucho mayores, hasta 50,000 UI una o dos veces por semana. El objetivo es que los resultados de su prueba alcancen lo que se denomina un nivel de 25-hidroxivitamina D en sangre, de 35 a 45 nanogramos por mililitro (ng/mL).
Cómo prevenir la osteoporosis al envejecer
Los huesos suelen estar en su "pico de salud ósea", el punto de mayor fuerza y densidad, alrededor de los 20 o 30 años. Para la mayoría de las personas sanas que no toman corticoesteroides, los huesos se mantienen en plena forma durante décadas. La pérdida de masa ósea comienza cuando las mujeres llegan a la menopausia y los niveles de estrógeno que protegen los huesos caen abruptamente. Los hombres experimentan un deterioro más lento pero constante de la salud ósea a partir de los 40 años.
Sin embargo, la osteoporosis relacionada con la edad no es inevitable, según la doctora Nancy Lane, profesora de Medicina, Reumatología e Investigación sobre el Envejecimiento en la Universidad de California en Davis, y experta reconocida internacionalmente en osteoporosis y artrosis.
La Dra. Lane explica que la posibilidad de padecer osteoporosis en la última etapa de la vida depende en gran medida de la salud ósea máxima que se haya alcanzado antes. Cuanto mayor sea su masa ósea al principio, más reservas tendrá cuando empiece a disminuir. En su mayor parte, los factores genéticos determinan la salud ósea máxima, pero hacer mucho ejercicio y tomar suplementos de calcio y vitamina D en la juventud puede fortalecer los huesos para que haya más en el "banco de huesos" al envejecer.
¿Por qué los suplementos?
La vitamina D actúa en conjunto con el calcio para aumentar la cantidad de calcio que se absorbe de los alimentos y evitar la pérdida de calcio a través de los riñones. Con una cantidad adecuada de vitamina D, se absorbe entre el 30% y el 40% del calcio de la dieta; cuando los niveles de vitamina D son bajos, se puede absorber solo entre el 10% y el 15%. Medicamentos como la prednisona contrarrestan los efectos positivos de la vitamina D, e impiden la absorción del calcio y aumentan la cantidad que se pierde a través de los riñones.
Aunque producimos la mayor parte de la vitamina D en nuestra piel cuando se expone a la luz solar, las personas que no se exponen mucho al sol pueden no producir suficiente de esta manera. Pocos alimentos son naturalmente ricos en vitamina D; las mejores fuentes son el salmón, los aceites de pescado y algunas setas. La vitamina D también se agrega a los alimentos "fortificados", como el jugo de naranja y los cereales, pero en cantidades relativamente pequeñas, por lo que la mayoría de las personas no obtienen suficiente de los alimentos. En un estudio de los Institutos Nacionales de Salud se descubrió que las mujeres mayores recibían unas 140 UI al día, aunque la cantidad mínima recomendada, que muchos expertos consideran demasiado baja, es de 800 UI.
La mejor manera de que la mayoría de la gente obtenga suficiente vitamina D es a través de suplementos, menciona la Dra. Lane, que recomienda de 1,000 UI a 2,000 UI de vitamina D3 a sus pacientes.
El calcio también puede ser un problema. Se encuentra en muchos alimentos, como los productos lácteos, el pescado en conserva y las verduras de hoja verde, pero es difícil de metabolizar para el organismo. Las etiquetas indican la cantidad de calcio que contiene un alimento, no la cantidad que se absorbe, o la cantidad "biodisponible", que suele ser considerablemente baja.
Por ejemplo, es probable que absorba un tercio del calcio de la leche y el queso. La mayoría de las verduras de hoja verde tienen menos calcio, pero 50% de biodisponibilidad. En términos de calcio, una taza de bok choy supera a un vaso de leche. Además, los alimentos que contienen ácido oxálico interfieren en la absorción del calcio. Curiosamente, entre ellos se encuentran las espinacas, los frutos secos, las legumbres y la leche de soja. La Dra. Lane recomienda los suplementos para la mayoría de los adultos mayores, en especial las formas de citrato y carbonato, que se absorben con mayor facilidad.
"El calcio y la vitamina D son increíbles para la salud de los huesos", afirma. "En la mayoría de los pacientes es necesario seguir una dieta sana y tomar suplementos. Incluso para las personas con osteoporosis grave, la ingesta normal de suplementos debería ser suficiente".
También desmiente la idea de que los suplementos de calcio aumentan la posibilidad de padecer problemas cardíacos. Destaca una pauta clínica de la Fundación para la Salud Ósea y la Osteoporosis (Bone Health & Osteoporosis Foundation) y la Sociedad Americana de Cardiología Preventiva (American Society for Preventive Cardiology) que no encontró un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular con la administración de suplementos de calcio. Hay un pequeño riesgo de cálculos renales, menciona, pero "los suplementos de calcio no provocan la calcificación de los vasos sanguíneos".
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