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Pacientes con artritis: Vacúnese contra la gripe

A medida que continúa la pandemia de COVID-19, vacunarse contra la gripe y la neumonía, así como la vacuna contra el COVID-19, es vital para proteger su salud.

Por Jill Tyrer | Fecha de actualización: 9-15-2021

Vacunarse contra el COVID-19 y sus variantes sigue siendo fundamental para protegerse a sí mismo y a quienes lo rodean. Pero igual de importante es vacunarse contra la influenza (gripe) y asegurarse de que su vacuna antineumocócica esté actualizada, especialmente para las personas con formas inflamatorias de artritis que toman medicamentos inmunodepresores.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las vacunas contra la gripe se actualizaron para la temporada de gripe 2021-2022 a fin de brindar protección contra cuatro virus de la gripe diferentes, también conocida como vacuna tetravalente contra la gripe. Las vacunas contra la gripe y el COVID-19 se pueden recibir al mismo tiempo.

Riesgos autoinmunes

La gripe es terrible y potencialmente peligrosa para cualquiera, pero lo es especialmente para las personas con artritis inflamatoria. Las personas con artritis reumatoide (AR), lupusartritis psoriásica y otras enfermedades autoinmunes tienen un mayor riesgo de contraer gripe, neumonía y otras infecciones. Si bien las enfermedades en sí mismas modifican el funcionamiento del sistema inmunitario, muchos de los medicamentos utilizados para controlar las enfermedades inhiben el sistema inmunitario, lo que hace que los pacientes sean más vulnerables a las infecciones.

Vacunarse contra la gripe "es particularmente importante para los pacientes con enfermedades reumáticas", afirma el reumatólogo Leonard Calabrese, DO, quien dirige la sección de Inmunología Clínica de Cleveland Clinic y administra su Clínica de Inmunología Clínica. "Son más vulnerables a contraer la gripe, son más vulnerables a las complicaciones de la gripe, y se ha demostrado año tras año que la vacuna contra la gripe ayuda a proteger de esas complicaciones".

Esto sigue siendo así durante la pandemia. Las vacunas "pueden reducir la carga de estas infecciones potencialmente graves, si no fatales, en nuestras poblaciones de pacientes vulnerables", agrega. "Los reumatólogos están totalmente comprometidos: queremos que todos nuestros pacientes se vacunen, y queremos que todas sus familias se vacunen, porque son ellos quienes les van a aplicar las vacunas [a los pacientes]".

Vacunación contra la gripe

No está claro qué tan mala será la temporada de gripe este año. En el hemisferio sur, incluidos Australia y América del Sur, donde el invierno y la temporada de gripe están llegando a su fin, las enfermedades seudogripales se encontraban en "niveles históricamente bajos", según el Informe de Control de la Gripe de Australia. Esto puede deberse al uso generalizado y global de mascarillas, el distanciamiento físico y otras medidas de higiene. Con la continuación de los protocolos de seguridad de COVID en el hemisferio norte, la temporada de gripe también podría ser leve aquí.

Pero aún debe vacunarse contra la gripe. Los CDC recomiendan que todas las personas de 6 meses de edad en adelante (con algunas excepciones) se vacunen contra la gripe a fines de octubre de cada año. Sin embargo, mientras los virus de la gripe estén circulando (generalmente, entre octubre y mayo), no es demasiado tarde para vacunarse. Los adultos, especialmente los mayores de 65 años, no deben vacunarse antes de tiempo (en julio o agosto) porque la protección en este grupo puede disminuir con el tiempo.

Los niños pueden vacunarse tan pronto como la vacuna esté disponible. Algunos niños necesitan dos dosis. Para esos niños, se recomienda recibir la primera dosis tan pronto como la vacuna esté disponible, porque la segunda debe administrarse, al menos, cuatro semanas después de la primera. Es posible que los niños menores de años 12 todavía no reciban una vacuna contra el COVID-19, por lo que vacunarse contra la gripe y tomar otras medidas de protección es doblemente importante.

La vacunación temprana contra la gripe también es posible para las mujeres en el tercer trimestre del embarazo, ya que esto puede ayudar a proteger a sus bebés durante los primeros meses de vida, cuando son demasiado pequeños para ser vacunados. (Las vacunas contra el coronavirus también son seguras para las mujeres embarazadas).

La vacunación no es una protección absoluta contra la gripe, pero incluso si tiene gripe, la inyección reducirá sus efectos y acortará su duración.

No hay motivo para preocuparse por vacunarse. Una vacuna contra la gripe no le dará gripe ni aumentará su riesgo de un brote, afirma Elaine Husni, MD, PhD, directora del Centro de Tratamiento de Artritis y del Aparato Locomotor en Cleveland Clinic. "Las vacunas inactivadas, como la vacuna contra la gripe y la neumonía, son muy necesarias para los pacientes inmunodeprimidos, porque son más susceptibles a la gripe y la neumonía", sostiene la Dra. Husni.

Sin embargo, las personas inmunodeprimidas deben evitar el aerosol nasal (FluMist). Este contiene un virus vivo, aunque debilitado, y puede ser peligroso para las personas cuyo sistema inmunitario es débil. El virus en la forma inyectada de la vacuna está inactivado (muerto).

Vacunación contra la neumonía

También es importante protegerse de la neumonía.

La neumonía, una infección de los pulmones, puede deberse a la gripe o al COVID-19. Pero la fuente más común es la bacteria neumocócica, "y existe una vacuna eficaz para eso", afirma el Dr. Calabrese. "Es una vacuna de dos dosis que se recomienda para todas las personas mayores de 65 años y todas las personas inmunodeprimidas, es decir, pacientes con enfermedades reumáticas que reciben terapias con inmunodepresores, como metotrexato, [corticoesteroides], medicamentos biológicos y más".

Al igual que con la vacuna contra la gripe, esta serie de vacunas reduce la probabilidad de contraer neumonía neumocócica y la gravedad si la contrae.

Si está tomando medicamentos inmunodepresores y han pasado cinco años desde la última vez que recibió la vacuna, hable con su médico acerca de recibirla nuevamente. El Dr. Calabrese aconseja a sus pacientes que lo hagan, pero no todos los expertos están de acuerdo, afirma.

La complicación del COVID

Debido a que los síntomas de la gripe y el COVID-19 son similares, saber cuándo hacerse la prueba de COVID-19 en comparación con la gripe puede resultar confuso. Si tiene alguna duda y tiene síntomas, hay que hacer la prueba de COVID, dicen los expertos.

Las vacunas contra el COVID-19 y la gripe se pueden administrar al mismo tiempo. Algunos medicamentos, incluidos los biológicos rituximabmetotrexato, pueden reducir la eficacia de las vacunas contra la gripe, sostiene el Dr. Calabrese. (Los reumatólogos generalmente evitan eso al suspender la dosis de metotrexato de un paciente durante un par de semanas después de que el paciente es vacunado).

Además, un comité asesor de los CDC recomienda a ciertas personas inmunodeprimidas, incluidas las que reciben tratamiento con medicamentos biológicos y corticoesteroides en dosis altas, que reciban una tercera vacuna contra el COVID-19 de Moderna o Pfizer, que coincida con las que recibieron anteriormente, si es posible.

Entonces, incluso después de recibir las vacunas contra la gripe y antineumocócica, es importante seguir tomando medidas para protegerse a sí mismo y a otras personas, como lavarse las manos con frecuencia, mantener la distancia entre usted y los demás, y usar una mascarilla.

"Hay una razón doble para usar una mascarilla y distanciarse socialmente", afirma el Dr. Calabrese, "tanto para el COVID-19 como para la gripe".

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