Gota
La gota es un tipo de artritis inflamatoria que aparece y desaparece.
La gota es el tipo de artritis inflamatoria más frecuente. Provoca ataques repentinos e intensos de dolor articular, a menudo en el dedo gordo del pie y por la noche. También puede afectar las articulaciones de otros dedos del pie, el tobillo o la rodilla. Las personas con artrosis en los dedos de las manos pueden experimentar su primer ataque de gota en las articulaciones de los dedos de las manos.
Los hombres tienen tres veces más probabilidades de desarrollar gota que las mujeres. Tiende a afectar a los hombres después de los 40 años y a las mujeres después de la menopausia, cuando pierden los efectos protectores del estrógeno. Los síntomas de gota pueden confundirse con otro tipo de artritis llamada enfermedad por depósito de pirofosfato de calcio (EDPC), antes denominada pseudogota. Sin embargo, los cristales que irritan la articulación en la EDPC son cristales de fosfato de calcio, no los cristales de ácido úrico que causan gota.
¿Cuál es la causa de la gota?
La gota se desarrolla en algunas personas que tienen altos niveles de ácido úrico provenientes de la descomposición de purinas, sustancias químicas presentes en cada célula del cuerpo y en muchos alimentos, en especial la carne roja, las vísceras, algunos pescados y mariscos, los refrescos azucarados y la cerveza.
Cuando el ácido úrico se acumula, ya sea porque los riñones no lo excretan como deberían o por consumir una cantidad excesiva a través de una dieta con un alto contenido de purina, puede formar cristales con forma de agujas que se alojan en las articulaciones, lo que provoca dolor e hinchazón intensos y repentinos.
Los ataques de gota generalmente alcanzan su pico después de 12 a 24 horas y luego desaparecen lentamente por sí solos, se los trate o no. Quizás tenga un solo ataque de gota en toda su vida, o uno cada pocos años. Si no se tratan, los ataques de gota recurrentes pueden involucrar más articulaciones, durar más y ser cada vez más intensos con el tiempo. Algunas personas terminan desarrollando tofos, que son grandes masas de cristales de ácido úrico que se forman en los tejidos blandos o los huesos alrededor de las articulaciones y pueden parecer bultos duros.
Factores de riesgo
Tiene más probabilidades de desarrollar gota si:
- Come muchos alimentos con un alto contenido de purina, como carne roja y algunos tipos de pescados y mariscos, en especial las vieiras, las sardinas y el atún, aunque los beneficios para la salud de comer pescado quizás superen cualquier riesgo de gota.
- Consume alimentos y bebidas azucaradas con jarabe de maíz con un alto contenido de fructosa o bebe cantidades excesivas de alcohol, en especial cerveza.
- Tiene sobrepeso, lo que hace que su cuerpo produzca más ácido úrico y le cueste más eliminarlo.
- Tiene antecedentes familiares de gota.
- Tiene determinadas enfermedades crónicas, como diabetes, obesidad y enfermedad cardíaca o renal.
- Toma medicamentos para la presión arterial alta, como diuréticos y betabloqueantes.
- Tiene un desequilibrio en su microbioma, los billones de bacterias, virus y hongos que viven en el intestino y regulan el sistema inmunitario. El microbioma está involucrado en la mayoría de las enfermedades inflamatorias, incluida la artritis.
Diagnóstico de la gota
Su historia clínica, un examen físico y algunos análisis pueden ayudar a diagnosticar la gota. Su médico también querrá descartar otras posibles razones de su inflamación y su dolor articular, como una infección, una lesión u otro tipo de artritis. Quizás tenga que realizarse las siguientes pruebas:
- Análisis del líquido articular. Esta es la mejor manera de diagnosticar la gota. Su médico extrae líquido de las articulaciones dolorosas y examina con un microscopio si tiene cristales de ácido úrico.
- Análisis de sangre para evaluar los niveles de ácido úrico. No obstante, algunas personas que tienen altos niveles de ácido úrico en la sangre nunca desarrollan gota, y algunas personas con gota tienen niveles normales de ácido úrico.
- Pruebas de diagnóstico por imágenes, como radiografías, ecografías, resonancias magnéticas y tomografías computarizadas con energía dual, lo que ayuda a visualizar los cristales de ácido úrico en las articulaciones.
Tratamientos
El plan de tratamiento elegido por usted y su médico para la gota dependerá de la frecuencia y la intensidad de sus síntomas y sus preferencias personales.
- Cambios en el estilo de vida. Para algunas personas, la pérdida de peso, si es necesaria, y una dieta mediterránea o la dieta DASH pueden ayudar a prevenir los ataques de gota. Durante décadas, los médicos les indicaron a los pacientes con gota que limiten la carne roja (carne de res, cerdo, cordero y vísceras) y el alcohol, pero ahora se sabe que un plan de alimentación saludable en general es mucho más eficaz y tiene beneficios adicionales para el corazón, un problema común en las personas con gota. Un estudio de aproximadamente 45,000 hombres determinó que aquellos que comieron una dieta estadounidense típica (carne roja, papas fritas, dulces y alcohol) tuvieron un 42% más de probabilidades de desarrollar gota que quienes comieron una dieta DASH. Seguir la dieta DASH con bajo contenido de sodio, con un énfasis en las frutas, las verduras, los frutos secos, los granos integrales y otros alimentos integrales sin procesar, redujo significativamente los niveles de ácido úrico y el riesgo de gota.
- Antiinflamatorios. Cuando esté en medio de un ataque, seguro querrá frenarlo lo más rápido posible. Es muy probable que los médicos le recomienden un breve tratamiento con lo siguiente:
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID), como ibuprofeno (Motrin, Advil) y naproxeno (Aleve), que están disponibles sin receta o en versiones más fuertes con receta. Los NSAID generalmente se recetan para personas menores de 65 años que no tomen anticoagulantes ni tengan antecedentes de hemorragia, ya que los NSAID pueden provocar úlceras y hemorragia intestinal.
- Colchicina, un antiinflamatorio recetado que alivia el dolor causado por la gota, pero puede tener efectos colaterales molestos como náuseas, diarrea o vómitos. Las dosis más bajas son tan eficaces como las dosis más altas y producen menos efectos colaterales.
- Corticoesteroides, que también sirven para disminuir la inflamación rápidamente, pero con efectos colaterales potencialmente graves.
- Medicamentos para reducir el ácido úrico. Si tiene varios ataques de gota por año, tofos o signos de daño articular en las radiografías, su médico quizás le sugiera tomar medicamentos para reducir el ácido úrico y prevenir más complicaciones. Según las pautas para la gota de 2020 del American College of Rheumatology, el allopurinol es la primera opción para todos los pacientes. El febuxostat (Uloric) puede usarse en algunos pacientes que no pueden tomar allopurinol, pero posee un mayor riesgo de muerte relacionada con el corazón. El Colegio Estadounidense de Reumatología también recomienda probar un enfoque de tratamiento con una meta para la gota, en el que usted y su médico decidan una meta (generalmente menos de 6 mg/dL de ácido úrico en sangre) y ajusten su medicación y otros tratamientos hasta que usted la alcance.
Estigma y salud mental
Durante siglos, la gota se ha asociado con los excesos y es blanco de innumerables bromas. Ese estigma, junto con el temor de sufrir otro brote doloroso, puede aumentar el estrés y contribuir a una mayor inflamación del cuerpo. Al igual que en otras formas de artritis, la inflamación de la gota está asociada con un leve aumento de las probabilidades de sufrir depresión, en especial en las personas que tienen brotes frecuentes.
Si se siente desanimado o angustiado, no se avergüence de hablar de la gota con sus amigos y familiares. Y recuerde que el ejercicio regular, un sueño reparador y una alimentación saludable pueden ser de mucha ayuda para mejorar su estado de ánimo. Cuanto mejor sea su estado de ánimo y su actitud, más podrá controlar la gota.
¿Gota o pseudogota? | Arthritis Foundation
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