Las terapias de mente y cuerpo ayudan a sanar a los veteranos
Conozca cómo estas técnicas están ayudando a los veteranos a encontrar alivio a los traumas mentales y físicos.
Por Bryan D. Vargo | 9 de marzo de 2023
Los estragos mentales y físicos en los veteranos militares son abrumadores. Alrededor de 1 de cada 3 veteranos tienen artrosis postraumática (PTOA), una forma singular de artrosis que está asociada a los traumatismos articulares agudos, y hasta un cuarto de los veteranos que buscan tratamiento médico después de regresar de los conflictos en Iraq y Afganistán sufren de trastorno por estrés postraumático (PTSD), según el Departamento de Asuntos de Veteranos (VA) de los EE. UU. Si no se la trata, la artrosis postraumática puede provocar limitaciones físicas graves y derivar en una discapacidad. El trastorno por estrés postraumático puede desencadenar flashbacks, pesadillas, depresión y hostilidad, y aumenta significativamente el riesgo de trastornos mentales y de consumo de sustancias, e incluso de enfermedades físicas crónicas.
La buena noticia es que hay una tendencia creciente de las terapias de mente y cuerpo, que no tienen riesgos ni efectos colaterales, y que acompañan las terapias farmacológicas tradicionales. Estos tratamientos de mente y cuerpo, como el yoga y el tai chi, la respiración profunda, el mindfulness y la realidad virtual inmersiva, están ganando terreno en el tratamiento de los traumas mentales y físicos entre los veteranos y el público en general. Esta tendencia se debe en gran parte a una concientización que no para de crecer sobre la epidemia de los opioides, una fuerte tendencia de la atención médica enfocada en la salud mental y una comprensión más acabada de la conexión entre la mente y el cuerpo a la hora de sanar.
Los problemas de la mente y el cuerpo van de la mano y finalmente uno afecta al otro, explica Pierre-Etienne Vannier, MSc, CHt, un experto en prácticas del cuerpo y la mente que se especializa en pacientes que han sufrido traumas, muchos de ellos veteranos. Si bien los sistemas de atención médica han sido lentos en la adopción de las terapias de mente y cuerpo, Vannier ha presenciado un aumento enorme de las solicitudes de estas técnicas por parte de los pacientes.
"Los pacientes lo están pidiendo" agrega. "Tengo muchísimos pacientes que dicen: necesito ayuda para manejar el dolor, pero no quiero tomar opioides". Hay una necesidad. Hay una conciencia. Hay como una especie de despertar en lo referido a la gente y a su propia salud. Estamos volviendo a tratamientos más automanejados. Estamos volviendo a tratamientos más holísticos".
Y la tendencia está creciendo. De hecho, más del 80% de los programas especializados en asuntos de veteranos utilizados para tratar el PTSD en veteranos ahora ofrece alguna forma de terapia de mente y cuerpo. Y con buena razón: funcionan -agrega Vannier.
Los beneficios de las terapias de mente y cuerpo
En una revisión reciente de casi dos docenas de ensayos aleatorizados del VA sobre terapias de mente y cuerpo, los investigadores aprobaron tres de las terapias: mindfulness, definida como una atención enfocada en las experiencias presentes sin juzgarlas; el yoga, una práctica interactiva que consiste en posturas físicas, respiración y meditación; y la relajación, una terapia que incluye una variedad de técnicas como el entrenamiento en biorretroalimentación. Aunque muchos de los estudios tenían limitaciones metodológicas, según la revisión (publicada en el Journal of Clinical Psychology), las tres terapias mostraron reducciones significativas de los síntomas de trastorno por estrés postraumático. La revisión también examinó los efectos que tiene el tai chi sobre el PTSD, y si bien no se encontraron estudios de alta calidad, los investigadores concuerdan en que el tai chi tiene un gran potencial para reducir los síntomas. El tai chi es una forma antigua de arte marcial que incorpora movimientos lentos, mindfulness, respiración y relajación.
La investigadora principal de la revisión del VA, Barbara Niles, PhD, una psicóloga investigadora del National Center for PTSD del Sistema de Atención Médica de Boston para el VA que se concentra en el uso de terapias de mente y cuerpo para traumas, dirigió un pequeño estudio de factibilidad sobre el tai chi como terapia para veteranos que tenían síntomas graves de PTSD. Halló que más del 90% de los participantes estaban satisfechos con el programa y muchos informaron que los ayudó a manejar los síntomas, incluidos los pensamientos intrusivos y las dificultades para concentrarse, y a mejorar la atención, el estado de alerta y el procesamiento de información.
Todas estas terapias de mente y cuerpo también han demostrado mejorar los síntomas mentales y físicos en pacientes con artritis. Por ejemplo, el tai chi disminuye el dolor y mejora el equilibrio y la coordinación. Otras, como el mindfulness y la terapia cognitiva conductual (CBT, un tratamiento psicoterapéutico que ayuda a las personas a identificar y cambiar patrones de pensamientos destructivos o perturbadores que tienen una influencia negativa en la conducta y las emociones) han demostrado ser eficaces contra la depresión, la ansiedad, el abuso de alcohol y drogas y las enfermedades mentales, todo lo cual ha sido asociado con la artritis y PTSD.
Actualmente, el VA avala ocho terapias de mente y cuerpo: acupuntura, meditación, yoga, biorretroalimentación (aprender a controlar las funciones corporales monitoreando los signos vitales propios), hipnosis clínica, imágenes guiadas, masajes, tai chi y qi gong (una antigua forma de autodefensa).
No obstante, las terapias más potentes a menudo son las más sencillas, como la respiración, el movimiento y tocarse a uno mismo, dice Vannier.
¿Cuál es la mejor técnica de mente y cuerpo para los traumas?
La verdad, dice Vannier, "es que no hay una mejor técnica -esa es la parte frustrante. Realmente depende de cómo se sienta reflejado el cuerpo y en qué parte del proceso de sanación te encuentres. Yo, como profesional con 12 años de experiencia, estoy trabajando más sistemáticamente y menos comprometidamente porque estoy viendo la verdad del cuerpo y de las sensaciones. Cuando nos perdemos en la historia, nos perdemos en los detalles y no accedemos a la verdadera historia del cuerpo".
"Nosotros decimos que la historia sigue al estado: la historia de tu mente sigue al estado de tu sistema nervioso. Si mi sistema nervioso está activado, desregulado, desequilibrado, entonces la historia que viene aparejada a él será igual", explica Vannier. "No hay nada que pueda hacer yo. Cuanto más hago, peor es. Ir al meollo, que es: ¿cómo le enseñamos a la gente a autorregularse? ¿Cómo podemos darles las habilidades para autorregularse? ¿Cómo darles voz y voto en la forma en que desean sanar?
Desde ahí, agrega Vannier, pueden elegir entre cientos de técnicas distintas de mente y cuerpo y encontrar cuál funciona para su estado actual, ya sea respiración profunda, movimiento, terapia grupal, etc.
"Nos perdemos en la técnica, pero no se trata de la técnica", explica Vannier. "Se trata de cómo puedo integrar esa técnica". Por ejemplo, algunos pacientes pueden beneficiarse con 10 minutos de meditación. Para otros pacientes, los mismos 10 minutos de meditación pueden activar todavía más el sistema nervioso, lo que genera que surja a la superficie demasiado trauma y se genere un estado en el que no se benefician del tratamiento. Y, en realidad, puede que el paciente solo necesite dos minutos de meditación para activar su sistema nervioso a un nivel que le permita conectarse con una cantidad manejable (y no abrumadora) de trauma.
"Entonces pueden tener la oportunidad de decir, 'OK, este es mi límite Me quedo con esto'. Es como hacer pesas de espalda" compara Vannier. "No voy a intentar levantar una cantidad ridícula de pesas. No puedo levantarlas, Lo mismo sucede con mi sistema nervioso. Existen muchas técnicas dando vuelta que se parecen más a un exorcismo que a una regulación del sistema nervioso. Te dicen: 'Sácalo, sácalo, sácalo. ¡Sé fuerte y enfrenta tus miedos!' Pero eso activa el estrés. La activación del estrés es un mecanismo de defensa del cuerpo y con eso no sientes las cosas porque tu cuerpo no se siente suficientemente seguro para sentirlas, para conectarse con eso".
El primer paso, según Vannier, es sanar y preparar el sistema nervioso.
Primero, sanar el sistema nervioso
Sanar el sistema nervioso es la clave para sanar el trauma, aclara Vannier, y debería venir antes de incorporar las técnicas de mente y cuerpo a la terapia postraumática. Dicho en términos sencillos, "sanar el sistema nervioso significa ayudar a nuestro sistema nervioso a responder adecuadamente a las situaciones en las que nos encontremos", explica. "Eso quiere decir que, si estoy en una situación que requiere que esté estresado, en situación de lucha o huida, entonces excelente. Mi sistema nervioso está funcionando bien". Pero para los pacientes con traumas, un estado de estrés a menudo no es un mecanismo para salvar la vida. Es una reacción a lo que quedó del trauma, haya pasado hace una semana, el año pasado o hace una década.
"En mi experiencia, el tiempo no cura", dice Vannier. "A menos que trabajemos proactivamente para procesar nuestras 'cosas', no van a desaparecer por sí solas. Sanar mi sistema nervioso es asegurarme de que puedo sentirme seguro cuando estoy seguro, que puedo reconocer cuándo no necesito estar en ese estado de estrés, que puedo estar en calma y lograr un estado de relajación, de sentirme seguro y en paz. Ahí es donde puedo regenerarme, rejuvenecer, asimilar, amar, etc".
Los procesos culturales también pueden obstaculizar la sanación. Simplemente, 'dejarlo atrás', 'mantenerse fuerte', 'poner al mal tiempo buena cara' o 'ser positivo' tampoco son la respuesta. Estos mantras a menudo se confunden con la resiliencia. "Hablamos mucho de que los soldados son resilientes, pero la resiliencia se trata de saber cómo atravesar a la fuerza. Es saber cuándo te sientes suficientemente seguro para bajar la guardia. Cuándo te sientes suficientemente seguro para ser vulnerable. Cuándo te sientes suficientemente seguro para conectarte realmente. Porque si llevo la armadura todo el tiempo. se interpone en muchas cosas. Puede ser agotador", explica Vannier.
Sanar el sistema nervioso también se trata de crear un espacio para sentir. "Necesitamos hacer espacio para lo que necesitamos sentir, y eso incluye tristeza, enojo, ansiedad, miedo. A menundo, cuando estamos en tratamiento, no se nos da el espacio para experimentar todas estas experiencias humanas normales. La sanación puede venir de la vulnerabilidad de no tener que fingir, cuando puedo tener miedo o permitirme estar enojado o triste sin ser juzgado -siempre que sea seguro. La gran pregunta es: ¿estamos brindando lugares y creando ambientes donde los soldados, o cualquier persona, pueda ir y (respira profundo) decir lo que tienen para decir sin sentir que no son suficientemente fuertes?".
Para ayudar a los pacientes a sanar y preparar sus sistemas nerviosos, los profesionales trabajan con los pacientes utilizando tres fases para regular el sistema nervioso:
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Fase 1: Estabilización y conexión con recursos - La primera fase comienza con la compresión y materialización. En esta fase, los pacientes reconocen y comienzan a desarrollar recursos.
"Antes de meternos en todas las cosas traumáticas que hayas vivido, tenemos que asegurarnos de que tengas el ancho de banda y la capacidad de procesarlas de una manera que sea útil, en lugar de que sea abrumador y retraumatizante", explica Vannier. "A menudo no se presta atención a esta fase y los pacientes quedan agobiados. Si alguien se está ahogando, lo primero que haces no es pedirles que vayan más profundo. Los sacas del agua, los dejas que recuperen el aliento, luego posiblemente vayan a aguas poco profundas y, finalmente, a aguas más profundas".
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Fase 2: Procesamiento - Usando cualquier número o combinación de técnicas de mente y cuerpo, en esta fase los pacientes procesan el trauma en porciones manejables para lograr una sensación de paz y sanación. "Es importante no morder más de lo que puedes masticar", advierte Vannier. El proceso llevará trabajo y tiempo.
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Fase 3: Integrar y comprender - En esta fase, los pacientes comienzan a entender la historia de otra manera, lo que a menudo se logra con un punto de vista nuevo. En esta fase, los pacientes también comienzan a explorar el crecimiento postraumático, que es el trampolín para sanar, dice Vannier. "Nos permite saber que el trauma, con lo horrible que haya sido, ya pasó; entonces, ¿qué podemos hacer de ahora en adelante? El crecimiento postraumático nos recuerda que, aunque haya problemas y dificultades reales (psicológicamente, emocionalmente y físicamente), saldremos de una experiencia traumática. Nos recuerda que, paradójicamente, hay resultados positivos. Ya sea verse más fuertes de lo que creían que eran, sentirse más agradecidos con la vida, más agradecidos con los seres queridos, no dar las cosas por sentadas, o tener cambios espirituales".
Principios para aplicar técnicas de mente y cuerpo
Sin importar qué terapia de mente y cuerpo elija, seguir estos principios en su camino hacia la sanación de traumas puede ayudar a aumentar las chances de éxito.
Materialización: "Independientemente de qué técnica o abordaje la gente decida adoptar, n.° 1: es importante encarnar esa técnica o abordaje" dice Vannier. "La reconexión con el cuerpo es fundamental". El dolor físico y emocional nos desconecta del cuerpo."Quedamos agobiados por el exceso de algo durante demasiado tiempo, ya sea un abuso o maltrato o lo que sea que generó ese desequilibrio. Nos desconecta de nuestros cuerpos. Es esencial reconectarnos con el cuerpo".
Ritmo. "El ritmo es importante," dice Vannier. "El ritmo de mi sanación se debe sentir algo manejable". Por ejemplo, si un trauma generó un dolor que viene arrastrando desde hace años, es irrealista esperar que se resuelva en un mes. Llevará tiempo procesarlo. "Respeta lo que has estado arrastrando y el peso que has soportado", dice. "Como vivimos en una sociedad donde 'debemos lograrlo', esa idea a menudo se proyecta en nuestra propia terapia y sanación". A lo largo del trayecto, preste atención a cómo se siente después de una técnica. ¿Se siente mejor? ¿Se siente sanado? ¿Se siente en paz? "¿Y entiendo que cuando salga de ese estado de desconexión voy a sentir las cosas realmente?". Por ejemplo, sentirse enojado es un paso en la dirección correcta".
Comunidad y relaciones. Un sentido de comunidad y de las relaciones puede brindar el apoyo para las cargas que uno soporta. "La conexión es una medicina", dice Vannier. "El aislamiento es un asesino". Las implicancias de la pandemia de COVID y la necesidad apremiante de conectarse para tener una mejor salud mental son solo un ejemplo. "Una vez que las personas están en un lugar donde pueden ser escuchadas, es asombroso lo potentes que pueden ser esos espacios". No obstante, Vannier advierte que se necesitan más de estos espacios para los hombres, en especial los soldados que sufrieron traumas.
Regularidad. Sanar un trauma requiere trabajo y persistencia. "La gente tiene que entender que el programa de tres o seis semanas puede no funcionar. Se trata de cambiar rutinas", explica Vannier. "Suele pasar que la gente no quiere escuchar eso. Requiere trabajo. ¿Puedes dedicarle 15 minutos de tu día ocupado? ¿Se está tomando el tiempo que su cuerpo le está pidiendo que se tome? Es una gran pregunta que debemos hacernos. El control y la soberanía son importantes. Estamos dejando a demasiadas personas con demasiados puntos ciegos, sin ser conscientes o sin involucrarse en su propia sanación. Pero creo que esto está cambiando porque las personas quieren estar más involucradas y tener opinión. 'Hay algo que puedo hacer'".
Si está viviendo con PTOA o PTSD, cuenta con ayuda. La Arthritis Foundation y el Departamento de Asuntos de Veteranos de los EE. UU. están trabajando juntos para brindar información y recursos que lo ayuden. Visite arthritis.org/veteran para obtener más información.
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