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Espondilitis anquilosante y espondiloartritis axial no radiográfica

La espondiloartritis axial (axSpA) afecta mayormente la columna vertebral. Puede causar daños visibles en las radiografías (espondilitis anquilosante) o daños que no se ven en las radiografías (axSpA no radiográfica).

La espondiloartritis axial es una forma de artritis que causa principalmente dolor e hinchazón en la columna y en las articulaciones que conectan la parte inferior de la columna con la pelvis (articulación sacroilíaca). También puede afectar otras articulaciones. Es una enfermedad sistémica, lo que significa que puede afectar otras partes del cuerpo y los órganos. La espondiloartritis axial tiende a ser hereditaria. 
Existen dos tipos de axSpA:

  • La espondilitis anquilosante, también conocida como espondiloartritis axial radiográfica, porque el daño que puede causar en las articulaciones sacroilíacas y la columna se puede observar en radiografías.
  • La espondiloartritis axial no radiográfica causa daños que pueden no ser visibles en las radiografías, pero pueden aparecer en las imágenes de resonancia magnética.

La enfermedad puede producirse a cualquier edad, pero suele comenzar entre los 20 y los 40 años. La EA es más frecuente en los hombres que en las mujeres. Sin embargo, la nr-axSpA puede ser igual de frecuente en las mujeres que en los hombres. Es menos frecuente en los afroamericanos que en las personas de otras ascendencias raciales.   

 

Causas

No se sabe con claridad cuál es la causa exacta de la axSpA. Los investigadores creen que personas con determinados genes desarrollan axSpA al estar expuestas a un virus, una bacteria u otro desencadenante. Muchas personas con axSpA tienen un gen llamado HLA-B27. Pero la mayoría de las personas que tienen este gen nunca desarrollan axSpA.  

Síntomas

El dolor en la parte inferior de la espalda, los glúteos y la cadera suele ser el primer síntoma. Sin embargo, los niños pueden tener dolor en la cadera, las rodillas o los talones antes que en la espalda. 

Los síntomas de axSpA incluyen:

  • Dolor en la parte inferior de la espalda, los glúteos y la cadera que se desarrolla lentamente durante semanas o meses.
  • Dolor, hinchazón, enrojecimiento y calor en los dedos de los pies, los talones, los tobillos, las rodillas, la caja torácica, la parte superior de la columna, los hombros y el cuello. 
  • Rigidez al despertarse o después de largos períodos de reposo.
  • Dolor de espalda durante la noche o a primeras horas de la mañana. 
  • Fatiga
  • Pérdida de apetito. 

Efectos en la salud

Articulaciones. Con el tiempo, las articulaciones y los huesos de la columna pueden crecer juntos (fusionarse). Esto suele suceder en la base de la columna primero. Esto hace que la espalda se ponga más rígida y difícil de mover. La caja torácica también puede fusionarse, lo que dificulta la expansión del pecho. 

Ojos. La inflamación ocular crónica (uveítis) causa sequedad, dolor, enrojecimiento, sensibilidad a la luz y problemas visuales. La parte blanca del ojo también puede inflamarse y ponerse roja (lo cual se denomina escleritis).

Tubo digestivo. La inflamación puede causar dolor abdominal y diarrea.

Corazón. Si bien es poco frecuente, la inflamación puede afectar la arteria más grande del corazón (la aorta). Las personas con axSpA también tienen un mayor riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
 
Pulmones. Las complicaciones que afectan los pulmones son infrecuentes. La inflamación puede causar falta de aire y problemas en la función pulmonar.
 

Diagnóstico

Es importante consultar a un médico temprano para obtener un diagnóstico exacto. Un médico de atención primaria puede ser la primera persona que evalúe su dolor articular. Si sospecha que tiene axSpA, debería consultar a un médico especializado en artritis (un reumatólogo). 
No existe una única prueba para diagnosticar la axSpA. El médico hablará con usted, realizará un examen físico y pedirá algunas pruebas para descartar otras causas del dolor de espalda y cadera.  

  • Historia clínica. El médico le hará preguntas sobre sus síntomas, cuándo empezaron, si aparecen y desaparecen, si tiene otros problemas médicos actualmente, si toma medicamentos y si algún miembro de su familia tiene artritis.
  • Examen físico. El médico evaluará si hay signos de sensibilidad, hinchazón y dolor en la columna, la pelvis y la cadera. Observará el movimiento de las articulaciones y quizás revise sus ojos. 
  • Análisis de sangre. Es posible que el médico pida una prueba de detección del gen HLA-B27. La detección de este gen no significa que usted tenga axSpA, pero puede ayudar con el diagnóstico. Otras pruebas evaluarán la inflamación en todo el cuerpo. 
  • Pruebas de diagnóstico por imágenes. Es posible que el médico pida radiografías, ecografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas de la pelvis y la columna para observar si hay daños.  

Tratamiento

No existe una cura para la axSpA, pero el tratamiento apunta a:

  • Aliviar el dolor y la rigidez en la espalda y las áreas afectadas.
  • Mantener la columna recta.
  • Prevenir daños en las articulaciones y los órganos
  • Preservar la función y la movilidad articular.
  • Mejorar la calidad de vida.

El tratamiento agresivo temprano es la clave para prevenir el daño articular y complicaciones a largo plazo. Un plan de tratamiento integral incluye medicación, terapias sin medicamentos, hábitos saludables y, rara vez, cirugía. 

Medicamentos

  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Los NSAID son los medicamentos más utilizados para tratar la axSpA y ayudar a aliviar el dolor. Incluyen medicamentos de venta libre como el ibuprofeno (Advil) y el naproxeno (Aleve), y medicamentos recetados como la indometacina, el diclofenac o el celecoxib.
  • Analgésicos. Además de NSAID, el médico puede recomendar el uso de acetaminofeno (Tylenol) para el alivio del dolor.
  • Drogas antirreumáticas modificadoras de la enfermedad (DMARD). Las DMARD convencionales no suelen utilizarse en personas con axSpA que afecta solo la espalda. No obstante, la sulfasalazina puede usarse para articulaciones que no se encuentren en la espalda ni la pelvis.
  • Productos biológicos. Los productos biológicos, un tipo de DMARD, apuntan a determinados procesos y proteínas del cuerpo para controlar la enfermedad. Los productos biológicos se autoinyectan o se administran mediante infusión en un consultorio médico. Los que mejor funcionan para la axSpA son los inhibidores del factor de necrosis tumoral (FNT) y los inhibidores de la interleucina (IL-17).
  • Corticoesteroides. Estos potentes medicamentos no suelen utilizarse para la axSpA que afecta la columna vertebral. Sin embargo, inyectar corticoesteroides en una rodilla o un hombro puede brindar alivio rápido.

Ejercicio
Hacer actividad física regularmente es un componente fundamental para el control de la axSpA. Ayuda a prevenir la rigidez y preserva la amplitud de movimiento en el cuello y la espalda. Caminar, nadar, hacer yoga y practicar tai chi pueden ayudar con la flexibilidad y la postura. También es importante fortalecer el torso y las piernas. Hable con un fisioterapeuta para armar un plan de ejercicio completo.  

Fisioterapia y dispositivos de asistencia
Un fisioterapeuta  le enseñará a fortalecer y estirar los músculos para ayudarle a mantener la movilidad y reducir el dolor. Los terapeutas ocupacionales pueden recetar dispositivos de asistencia y brindar consejos para proteger las articulaciones y facilitar las tareas diarias.

Cirugía
La mayoría de las personas con axSpA nunca necesitarán una cirugía. Pero el reemplazo articular puede ayudar a las personas que tienen dolor intenso o daño articular. La cirugía también puede ayudar a enderezar una columna muy curvada hacia adelante.

Autocuidados

Siga una dieta saludable. No existe una dieta especial para la axSpA. Pero comer alimentos antiinflamatorios, como los incluidos en la dieta mediterránea, puede ayudar. Consuma una buena cantidad de pescados grasos, frutas, verduras, granos integrales y aceite de oliva extra virgen. Limite la carne roja, el azúcar y los alimentos procesados.

Evite fumar. Fumar empeora la salud en general y puede acelerar la actividad de la enfermedad y el daño articular. También puede dificultar la respiración. Hable con su médico sobre métodos que puedan ayudarle a dejar de fumar. 

Mantenga una buena postura. Una buena postura puede ayudar a aliviar el dolor y la rigidez. Ajuste la altura del monitor de la computadora o el escritorio para que la pantalla quede al nivel de los ojos. Apoye los pies firmemente en el suelo. Evite permanecer encogido o curvado. Alterne entre estar de pie y sentado, y use un almohadón para apoyar la espalda. Tenga cuidado con la posición de su cuello al usar el teléfono celular constantemente.

Estire. Los ejercicios de estiramiento, en especial después de un baño o una ducha caliente, pueden ayudar a aliviar el dolor y la rigidez.

Baje su ritmo.  En los días difíciles, baje el ritmo de sus actividades y tómese descansos breves durante el día para controlar la fatiga.   


 

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