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Alivio natural para el dolor provocado por la artritis

El autocuidado y las terapias complementarias ayudan a aliviar el dolor de artritis.

Actualizado por Linda Rath | 7 de julio de 2023

Hay muchas maneras de controlar el dolor de artritis. Sin embargo, ningún tratamiento le garantizará un alivio completo y constante del dolor, y los médicos dicen que muchos pacientes tienen expectativas poco realistas sobre el grado de mejora que puede proporcionar la medicina. El objetivo, dicen, no es necesariamente eliminar todo el dolor, sino aprender a controlarlo para que no sea el centro de su vida. 

Hay disponibles muchas opciones no farmacológicas para ayudarlo a alcanzar ese objetivo, ya sea por sí solas o en combinación con terapias médicas. Esto comienza por estar bien con su cuerpo.

Aliméntese bien: Sería difícil sobrestimar los beneficios de un plan de alimentación antiinflamatorio saludable. Cientos de estudios han demostrado que una dieta basada mayormente en plantas puede reducir significativamente la inflamación y el dolor. Un metaanálisis de siete ensayos aleatorizados y controlados del año 2021 estudió varios patrones alimentarios antiinflamatorios, incluidas las dietas mediterránea, vegana, vegetariana y keto. Todos condujeron a una profunda reducción del dolor. No todos los ensayos han mostrado resultados tan positivos para todas las dietas basadas en plantas, pero la mayoría han demostrado su eficacia para el dolor crónico.

Manténgase activo: El ejercicio regular es tan importante como la dieta. Fortalece los músculos que sostienen las articulaciones, mejora la flexibilidad, el equilibrio y el estado de ánimo y puede aliviar el dolor significativamente. Intente hacer, por lo menos, entre 150 y 300 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada por semana. Las directrices federales y de la organización también recomiendan dos sesiones semanales de entrenamiento de fuerza. Para comenzar, intente caminar a paso ligero durante 30 minutos al menos cinco días, junto con dos días de levantamiento de pesas o entrenamiento de resistencia. Si es nuevo haciendo ejercicio, pídale a su médico que lo remita a un fisioterapeuta que pueda mostrarle cómo aprovechar al máximo su entrenamiento.

Haga una pausa (activa). Equilibre la actividad con una recuperación activa. Esto le da a su cuerpo tiempo para reparar los músculos después del ejercicio. La recuperación activa no significa no hacer nada; significa hacer ejercicio menos intenso, como caminar o andar en bicicleta, después de entrenamientos de mayor intensidad.
 
Trabaje en la postura. Años de compensar el dolor de cadera o rodilla pueden provocar dolor en otras partes del cuerpo. Estar encorvado frente a una computadora puede dar lugar a dolor de espalda, y mirar fijamente las pantallas puede desalinear los músculos del cuello. Si tiene un dolor nuevo o un antiguo dolor que empeora, un fisioterapeuta puede ayudarlo a aprender a estar de pie, estar sentado y a moverse para prevenir futuros problemas.

Pruebe el calor y el frío. El calor aumenta el flujo sanguíneo a las articulaciones que duelen, relaja los músculos tensos y ayuda a eliminar productos de desecho. El frío disminuye el flujo sanguíneo para reducir la hinchazón, ralentiza la transmisión de las señales de dolor a través de los nervios e inhibe las sustancias químicas inflamatorias. La terapia de frío es mejor para el dolor y la hinchazón luego de haber efectuado ejercicio, durante un brote, o durante las primeras 48 a 72 horas posteriores a una lesión. Más tarde, pruebe alternar compresas calientas y frías o remojos en agua caliente y fría (alternando una y otra después de unos 10 minutos). Para conseguir más frío: Congele medio vaso de papel con agua y frote el hielo sobre los puntos de dolor durante 10 minutos. Asegúrese de protegerse la piel con un paño delgado o una toalla de papel. 
La cera de parafina caliente, un truco viejo pero efectivo de la terapia de calor, puede aliviar el dolor de manos o pies. Déjela actuar mientras se endurece y luego retírela. Beneficio extra: La cera de parafina es  un hidratante oclusivo que puede hacer que la piel se sienta más firme y suave.

Terapias complementarias de eficacia probada

Acupuntura. Desde que se popularizó en Occidente hace décadas, la acupuntura ha sido objeto de un escrutinio minucioso y a menudo escéptico. La gran mayoría de las investigaciones -y hay muchas- han descubierto que la acupuntura puede ayudar en una serie de afecciones, especialmente el dolor crónico. De todos modos, continúa habiendo escépticos, y algunos resultados han sido mixtos. Por ejemplo, un análisis realizado en 2020 de ensayos controlados aleatorizados y artículos de revisión descubrió que la acupuntura era eficaz para la artrosis de rodilla, el dolor de espalda y la fibromialgia, pero no para la artrosis de cadera o la artritis reumatoide. Otro análisis de 32 ensayos controlados aleatorizados halló que la acupuntura con fuego, que utiliza agujas calentadas, funcionaba mejor para al dolor que la acupuntura tradicional. Otros estudios sugieren que la acupuntura tradicional es igualmente eficaz para todos los tipos de dolor. Estos resultados diversos pueden deberse a la calidad y la duración de los estudios, no a un problema de la acupuntura en sí.

Masaje. Varias formas de trabajo corporal pueden proporcionar alivio temporal del dolor. Pruebe el masaje sueco de cuerpo entero para aliviar el estrés y relajarse, el masaje de tejido profundo, que libera los nudos en el tejido muscular más profundo, o la liberación miofascial, la cual utiliza movimientos largos y de estiramiento para aliviar la tensión situada alrededor del tejido conectivo.

Psicoterapia. Ciertas técnicas de asesoramiento pueden ayudar a aliviar la ansiedad, reducir la angustia emocional y mejorar el sueño, lo que puede facilitar la convivencia con el dolor. 

Hipnosis o hipnoterapia. Este estado relajado de atención concentrada lo hace estar más abierto a las sugerencias. Al igual que la acupuntura, la hipnoterapia puede utilizarse para tratar una serie de afecciones, pero hay menos investigaciones de calidad que la respaldan. Muchos ensayos controlados aleatorizados han demostrado mejoras importantes del dolor tras unas ocho sesiones de hipnosis. Menos sesiones parecen tener menos efecto.

Biorretroalimentación: En la biorretroalimentación, una máquina mostrará cómo los pensamientos y las acciones pueden afectar su sistema nervioso autónomo. Este controla el corazón, los pulmones, el estómago y los intestinos, así como también la liberación de las hormonas del estrés. Aprender a controlar la respiración y el ritmo cardíaco le permitirá controlar otras reacciones físicas, incluido el dolor.

Terapia conductual cognitiva (TCC): en la TCC, un psicoterapeuta lo ayudará a identificar los comportamientos problemáticos (como volverse menos activo o hacer menos actividades divertidas en respuesta al dolor), los pensamientos negativos (sobre usted mismo, los demás y el futuro) y los sentimientos (depresión, culpa, ansiedad). Esto podrá aumentar su comprensión de cómo se desarrollan los patrones problemáticos y lo ayudará a comprender la conexión entre los patrones de pensamiento y los sentimientos. A continuación será entrenado en habilidades de afrontamiento del dolor, tales como técnicas de relajación, imágenes y establecimiento de objetivos, animándolo a tener un papel activo en lo que respecta al manejo y control del dolor.  

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