Controlar el estrés para vivir de forma saludable con artritis

Por Beth Axtell

La tensión de lidiar con la artritis puede aumentar el estrés y la ansiedad —una condición que afecta a 1 de cada 3 personas con artritis— y los temores por la nueva amenaza del coronavirus solo la empeoran. El estrés, a su vez, puede empeorar los síntomas de las enfermedades crónicas y contribuir a generar una serie de otros problemas.

«Cuando estamos estresados o percibimos una amenaza, nuestro cuerpo reacciona con respuestas fisiológicas que nos preparan para luchar o escapar del enemigo», afirma Rudy Nydegger, PhD, psicólogo clínico y profesor emérito del Union Graduate College de Schenectady, New York. «Nuestro ritmo cardíaco y respiración se aceleran, nuestros músculos se tensan y se incrementa el flujo sanguíneo hacia el cerebro, colocándonos en un estado de alta conciencia».

Esa reacción puede protegerlo si el enemigo es un tigre que ataca. Pero cuando el estrés continuo le provoca ansiedad, esto puede hacer que se vuelva extremadamente consciente de los síntomas. Por ejemplo, el dolor se siente peor. Junto con el aumento del dolor, también se vuelve más vulnerable a infecciones, enfermedades cardíacas, inactividad, problemas de sueño y hábitos alimenticios poco saludables.

Pruebe estas actividades saludables para reducir el estrés y contrarrestar sus efectos.

Desarrolle su conexión mente-cuerpo: su cuerpo físico y su dolor pueden afectar sus pensamientos y emociones. Del mismo modo, sus emociones y pensamientos cambian la forma en la que su cuerpo se siente. Numerosas actividades pueden ayudarlo a armonizar estas partes de su ser. Las opciones incluyen meditación, relajación progresiva, respiración profunda, e imágenes guiadas.

Póngase en movimiento: ejercitarse con regularidad es una de las cosas más importantes que puede hacer para aliviar la ansiedad, ya que el ejercicio potencia las sustancias químicas del cerebro que lo hacen sentir bien. También aporta numerosos beneficios directos para la artritis, entre los que se incluyen, el fortalecimiento de los músculos que sostienen las articulaciones y contribuir con la pérdida de peso. Puede combinar tareas de conexión mente-cuerpo con movimiento a través de yoga y tai chi. ¡Comience hoy mismo!

Hable sobre sus problemas: hablar de sus problemas y conectarse con otras personas puede hacer maravillas para aliviar su estrés. Hable abiertamente con un amigo de confianza. Únase a un grupo de apoyo o a una comunidad en línea, como por ejemplo, los disponibles a través de la comunidad Live Yes!. Una opción más formal es buscar asesoramiento con un profesional. Los psicoterapeutas utilizan la terapia conductual cognitiva para ayudarlo a cambiar su forma de pensar sobre las situaciones que pueden estar contribuyendo a generarle ansiedad.

Aliméntese bien: cuando está estresado, la comida reconfortante puede resultar sumamente... reconfortante. Pero ese "subidón" es solo temporal. Coma alimentos antiinflamatorios y nutritivos basados en la dieta mediterránea para sentirse mejor a largo plazo.

Disfrute los placeres sencillos: aliviar el estrés no tiene por qué ser complicado, llevar mucho tiempo, o ser caro. Permítase disfrutar de las cosas que le aportan paz. Vea una película divertida, pinte un cuadro, pasee por el parque, encienda una vela aromática, sumérjase en un baño de burbujas, realice tareas en el jardín. Tómese un tiempo lejos del estrés diario y simplemente disfrute del momento. 

Regálese un masaje: un masaje puede ser relajante y terapéutico. Puede aliviar la ansiedad, el dolor y la rigidez. Acuda a un masajista autorizado y hable sobre sus objetivos. Los diferentes tipos de masaje hacen cosas diferentes, desde quitar los dolorosos nudos de los músculos hasta proporcionar relajación.

Pruebe con medicamentos: si estas actividades no han ayudado a aliviar su estrés y ansiedad, es posible que desee discutir opciones de medicación con su médico. Los antidepresivos y los ansiolíticos son algunos de los medicamentos utilizados para tratar la ansiedad. Estos suelen ser utilizados a corto plazo y deben ser consumidos bajo asesoramiento; de lo contrario, es probable que la ansiedad vuelva a aparecer cuando se deje la medicación.