Medicamentos para el dolor de espalda

Fecha de actualización: 2 de octubre de 2023

El tratamiento de los problemas de espalda depende de una serie de factores, incluidos los resultados de las pruebas de diagnóstico. En muchos casos, los medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación, retrasar la pérdida ósea o incluso retrasar o detener el progreso de la enfermedad inflamatoria son una parte importante del plan de tratamiento de la espalda. Según su diagnóstico, el tratamiento del dolor de espalda puede incluir uno o más de los siguientes medicamentos.

Antiinflamatorios no esteroideos (NSAID). Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID), que incluyen más de una docena de medicamentos diferentes, muchos de los cuales están disponibles sin receta, se usan para ayudar a aliviar el dolor de artritis y, en dosis más altas, la inflamación. También pueden ser útiles para aliviar el dolor de espalda por tensión muscular y otras causas. Los NSAID se toman por vía oral, pero  también existen preparaciones tópicas, como diclofenaco sódico (Voltaren).

Analgésicos. Los analgésicos se encuentran entre los medicamentos más utilizados para muchas formas de artritis y otras causas de dolor de espalda. A diferencia de los NSAID, que se dirigen tanto al dolor como a la inflamación, los analgésicos están diseñados estrictamente para aliviar el dolor. Por esa razón, puede ser seguros para las personas que no pueden tomar NSAID debido a alergias o problemas estomacales, por ejemplo. Cuando se toman según las indicaciones, los analgésicos también son una opción adecuada y posiblemente más segura, para el dolor no acompañado de inflamación.

Cremas tópicas. Si el dolor de espalda está en los tejidos blandos, se puede aliviar con una pomada, un ungüento o un bálsamo analgésico disponible sin receta con nombres comerciales como Aspercreme, Ben-Gay, Capzasin-P, Eucalyptamint y Icy Hot. Aunque estos preparados tópicos, que funcionan a través de diversos ingredientes activos, generalmente se utilizan en las articulaciones periféricas, como las rodillas o las manos, pueden resultar útiles y seguras para el dolor de espalda.

Relajantes musculares. Estos medicamentos se utilizan para aliviar los espasmos musculares. Para aliviar el dolor de espalda, a menudo se recetan junto con los NSAID. Los relajantes musculares comúnmente recetados incluyen ciclobenzaprina (Flexeril), orfenadrina y carisoprodol (Soma). Los relajantes musculares pueden causar somnolencia, por lo que pueden ser útiles si el dolor de espalda lo mantiene despierto por la noche.

Corticoesteroides. Estos medicamentos de acción rápida, similares a la cortisona que produce su propio cuerpo, se utilizan para controlar la inflamación. Si la inflamación se debe a una enfermedad inflamatoria sistémica, como polimialgia reumática o artritis reumatoide en la espalda, su proveedor de atención médica puede recetarle corticoesteroides orales. Si la inflamación se limita a una articulación inflamada en la columna vertebral, puede recibir una inyección de corticoesteroide aplicada directamente en la articulación inflamada.

Drogas antirreumáticas modificadoras de la enfermedad. Las drogas antirreumáticas modificadoras de la enfermedad (DMARD) funcionan lentamente para modificar la evolución de la enfermedad inflamatoria. Diferentes DMARD pueden ser útiles para diversas formas de artritis que pueden afectar la columna vertebral, incluida la artritis reumatoide, la espondilitis anquilosante y la artritis psoriásica.

Modificadores biológicos de la respuesta. También son drogas modificadoras de la enfermedad pero, a diferencia de otras DMARD, cada medicamento biológico o su producto biosimilar bloquea un paso en el proceso de inflamación sin inhibir todo el sistema inmunitario. Los medicamentos biológicos y biosimilares están aprobados para tratar la AR, la AP, la espondilitis anquilosante, la gota, el lupus, la artritis juvenil y la espondilitis axial no radiográfica. Si bien se utilizan numerosos biosimilares en todo el mundo y muchos han sido aprobados en los EE. UU., hasta ahora solo están disponibles en los EE. UU. los de rituximab y adalimumab.

Inhibidores de la cinasa Jano. Estos medicamentos, al igual que los biológicos, se dirigen a partes específicas del sistema inmunitario en lugar de inhibir todo el sistema. A diferencia de los medicamentos biológicos, son sintéticos y se toman por vía oral. Los inhibidores de la cinasa Jano (JAK) están aprobados para tratar la artritis psoriásica y la psoriasis, la artritis reumatoide, la espondilitis anquilosante, la artritis juvenil y la espondiloartritis axial no radiográfica.

Medicamentos para la osteoporosis. Los medicamentos para la osteoporosis son los que se usan para retrasar la pérdida de masa ósea (medicamentos antirresortivos, como los bisfosfonatos, la calcitonina, el agente biológico denosumab [Prolia], estrógeno y antagonistas de estrógeno) o ayudar al cuerpo a formar hueso nuevo (medicamentos anabólicos, como teriparatida (Bonsity, Forteo) y abaloparatida (Tymlos). Aunque no se usan específicamente para tratar problemas de espalda, los huesos fuertes son menos propensos a las fracturas. Los bisfosfonatos también se usan para tratar la enfermedad de Paget en el hueso, que también puede afectar la columna vertebral.

Medicamentos para la fibromialgia.  Los médicos recetan medicamentos de diversas clases para tratar la fibromialgia. Solo tres de estos medicamentos, el anticonvulsivo pregabalina (Lyrica) y dos antidepresivos, duloxetina (Cymbalta) y milnaciprán (Savella), están aprobados por la FDA para tratar la fibromialgia. Muchos otros se usan de forma extraoficial en el tratamiento de la fibromialgia porque se ha demostrado en ensayos clínicos que alivian diferentes síntomas. Estos incluyen algunos otros antidepresivos, relajantes musculares y analgésicos.